Redacción OnCuba
La Unesco incluyó este martes en su listado del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el complejo que representan el bolero y sus espacios y usos sociales en Cuba y México.
La candidatura binacional, denominada Bolero: identidad, emoción y poesía hecha canción, fue aprobada durante la primera jornada de trabajo de la sesión 18 del Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que se celebra en Bostwana, de acuerdo con un reporte de la agencia Prensa Latina (PL).
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Nueva inscripción en la lista del #PatrimonioInmaterial: Bolero: identidad, emoción y poesía hecho canción, en #Cuba 🇨🇺 y #México 🇲🇽.
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Con la inscripción de este género vocal, instrumental y bailable ambos países buscan garantizar su salvaguardia, en estrecha colaboración con las comunidades portadoras de esta tradición musical identitaria.
Recuerda el medio que el origen del bolero se remonta a 1883 en la ciudad de Santiago de Cuba. Luego se extendió por toda la isla “con su elegancia poética musical hasta llegar a México hace al menos 100 años“.
Las labores en la candidatura conjunta comenzaron hace una década, con la participación de diversas instituciones cubanas y mexicanas, precisa la publicación.
A propósito de la inscripción Yahima Esquivel, embajadora cubana ante la Unesco, dijo a PL que “no se limita a un género, al abarcar un complejo que asocia una mezcla de culturas vinculadas a la lengua, utilizando la poesía europea, los ritmos africanos y las experiencias de los pueblos autóctonos“.
La funcionaria celebró la decisión, asi como el esfuerzo de ambos países en este empeño, el primero binacional al que se une Cuba en el marco de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
“El bolero representa un componente fundamental de la canción sentimental de América Latina, cuyo alcance trasciende las fronteras regionales“, subrayó Esquivel.
El órgano evaluador de las candidaturas reconoció que el expediente cubano-mexicano cumplió los requisitos necesarios “al contemplar el carácter identitario, la presencia en eventos y celebraciones laicos y religiosos, el alcance y el reflejo en los medios de difusión y comunicación de la práctica del bolero“.
A su vez, ponderó el plan de salvaguardia de las tradiciones en torno al bolero presentado por los dos países en estrecha coordinación con los portadores.
