La escritora cubana Reina María Rodríguez recibió de manos de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, el codiciado premio iberoamericano de poesía Pablo Neruda, que por segundo año consecutivo queda en poder de un cubano. El pasado año se impuso José Kózer, quien esta vez integró el jurado.
El salón Mont Varas del histórico Palacio de la Moneda acogió la ceremonia de entrega, durante la cual Bachelet -de regreso a la presidencia tras un tiempo al frente de la ONU-Mujer- reconoció el talento “articulador de voces” de la autora de Para un cordero blanco y La foto del invernadero, ganadores de sendos premios Casa de las Américas.
Hace unos meses, al enterarse de su triunfo, Reina María había dicho que lo dedicaba a los escritores de su generación que habían tenido que salir de Cuba, y ahora destacó que la literatura cubana es fundamentalmente de poetas, y definió su escritura como el acto de desplegar en cada verso “el milagro de lo vivo”.
A su vez, Bachelet se consideró una testigo privilegiada “del talento, de la hondura con que se escribe en esta América nuestra, de la belleza que sigue, a pesar de todo, entonando su canto para que lo oigan los hombres y las mujeres del futuro”.
Instituido en 2004, el premio Neruda es más remunerado incluso que el codiciado Reina Sofía: consta de 60 mil dólares, una medalla y la publicación de una antología poética del ganador. La ministra chilena de Cultura, Claudia Barattini, encabezó el jurado en el que estuvo Kózer más la argentina Graciela Aráoz, el peruano Julio Ortega, y los chilenos Pablo Brodsky y Malú Urriola.
La también cubana Fina García-Marruz lo conquistó en 2007, y entre sus más célebres ganadores destacan el mexicano José Emilio Pacheco, el argentino Juan Gelman, la chilena Carmen Berenguer, el nicaragüense Ernesto Cardenal, el peruano Antonio Cisneros, y los chilenos Oscar Hahn y Nicanor Parra.
Rodríguez, de 61 años de edad, tiene un rosario de premios por su obra, como la Medalla de la Orden de Artes y Letras de Francia, con Orden de Caballero (1999), la Medalla Alejo Carpentier (2002), dos premios Casa de las Américas (1984 y 1998) y el Premio Nacional de la Critica (1992).
En su creación poética destaca Para un cordero blanco, En la arena de Padua y La foto del invernadero, mientras en narrativa sobresale Te daré de comer como a los pájaros, Tres maneras de tocar un elefante (Premio Italo Calvino-2004) y Variedades de Galeano.
Por lo pronto, ha tenido una activa agenda en Chile: el pasado domingo visitó la Casa Museo de Pablo Neruda en Isla Negra, y su programa incluye recorridos por Valparaíso y por la céntrica residencia La Chascona, antigua residencia de Neruda, y donde hará una lectura de poemas en diálogo abierto con el público.