Es difícil caminar por la fortaleza San Carlos de La Cabaña cada inicio de febrero. Este 2018, como en años anteriores, la gente desborda la más grande edificación militar construida por España en América, para visitar la Feria Internacional del Libro de La Habana (FIL).
Esta vez, la FIL se extiende hasta el 11 de febrero, y tiene al Historiador de La Habana, el Dr. Eusebio Leal, como homenajeado especial. China, el país invitado de honor, trajo más de 3,000 libros, traducidos en su mayoría al español y al inglés.
Los Premios Nacionales de Historia, Edición, Ciencias Sociales y Diseño; así como los de los concursos El Dinosaurio, Calendario, Pensar a Contracorriente y los Pinos Nuevos, son algunos de los se entregan por estos días.
El libro digital es la modalidad menos extendida en la Isla y por eso el proyecto Cuba digital pretende impulsarlo en la FIL.
Xi Jinping contando historias y Llamas que corren son algunos de los títulos llegados desde de China que los cubanos pueden comprar. Del país invitado están en la feria unas 60 editoriales y hay también una muestra de filmes chinos en el multicine Infanta.
Miles de personas atraviesan los puentes de la fortaleza militar, hoy parque histórico para los visitantes. Por la estrecha entrada no se detiene el flujo masivo del público. Entran a los pabellones y salones de La Cabaña, diseminados por toda la estructura, incluso en los antiguos fosos.
Algunos buscan ejemplares como Había una vez o libros con figuras para que los niños coloreen. Otros persiguen clásicos o el título más promocionado del momento, o prueban con la literatura del país invitado. Esta vez estarán en venta más de 600 novedades literarias.
La Feria es también un momento para compartir con la familia y los amigos, mirar La Habana desde la legendaria fortaleza o simplemente pasear. Para muchos visitantes los juegos infantiles, la venta de artesanía y afiches, y la gastronomía, resultan más atractivas que las propuestas literarias.
En la anterior edición, la número 26, se vendieron 430,000 ejemplares. A la Cabaña y otras sedes en La Habana fueron 415,000 personas, 112,000 más que en la edición de 2016.
En esta feria, a falta todavía de los números conclusivos, al menos estarán a disposición de las personas unos 4,000 títulos, y 4 millones de ejemplares. Entre los miles de visitantes, además de cubanos, hay también muchos extranjeros, entre ellos los chinos y los más de 400 invitados de unos 40 países.
Una vez que la FIL termine en La Habana se extenderá al resto de las provincias cubanas, hasta su cierre el 13 de mayo en Santiago de Cuba. Y La Cabaña volverá a sus épocas de tranquilidad, cuando su mayores concurrencias suelen verse por las noches, a la hora del cañonazo.