Una nueva recopilación de textos escritos por José Martí acercan a los lectores a su mirada en estos tiempos de internet y “post” vertiginosos. La obra, por demás, plantea la pregunta de su compilador, Néstor Díaz de Villegas, sobre si el poeta y político cubano fue verdaderamente un “revolucionario” o un hombre “profundamente norteamericano que exalta la constitución” estadounidense, según publica en entrevista la agencia española EFE.
Estados Unidos en la prosa de un inmigrante. José Martí, editada por Vintage Español, que se presentará en Miami (Florida) el próximo 10 de septiembre, descubre a un Martí (1853-1895) que se anticipa a “la banda ancha del internauta moderno”, a un “influencer” y un creador de “memes”, de acuerdo con su autor.
“El libro da una idea del área de influencia cubana en el siglo XIX. El cubano puede mirar hacia Latinoamérica, pero nuestra tendencia es hacia el norte. El vector es La Habana/Nueva York, no La Habana/Caracas o La Habana/Santiago”, dice Díaz de Villegas, quien presentará el volumen de manera presencial en la librería de Miami Books & Books y para cuya elaboración se sumergió en la edición cubana de 1975 de las Obras Completas de José Martí, de la Editorial Ciencias Sociales.
Ensayista, poeta, bloguero y crítico de cine, Díaz de Villegas, radicado en Los Ángeles, cuya bitácora NDDV, de acuerdo con Vintage Español, “ha sido celebrada como uno de los mejores blogs literarios de América Latina”, dice que “hay mucho interés últimamente en presentar a Martí de diferentes maneras”.
“Cada Martí, cada antología de Martí, responde al gusto particular del compilador. Tenemos muchos puntos de vista”, refiere sobre quien es considerado el iniciador del modernismo literario hispanoamericano. Pero también se trata de un nuevo enfoque sobre un pensador y activista de su tiempo que murió joven, a los 42 años, encima de un corcel mientras libraba una batalla por la independencia de la Isla contra los españoles. Por esa trayectoria política y revolucionaria es considerado el Héroe Nacional de Cuba.
La obra que presenta Díaz de Villegas se compone de dos partes: la primera recoge artículos de Martí que analizan y evalúan lo mismo eventos contemporáneos que hechos de la historia de Estados Unidos. La segunda parte es una selección de artículos diarios sobre “historia, letras, biografía, curiosidades y ciencia” que Martí escribió para la “Sección Constante” del periódico La Opinión Nacional, de Caracas, entre 1881 y 1882.
El volumen forma parte de una saga por encargo de Vintage Español, una división del conglomerado editorial Penguin Random House, que se propuso editar a grandes clásicos latinoamericanos como el uruguayo Horacio Quiroga y el también cubano Alejo Carpentier.
UN MARTÍ ANTIANARQUISTA
“¿Por qué no nos metemos en otras cosas de Martí?”, cuenta que preguntó al editor, Cristóbal Pera. “Le propuse una serie de textos fuera de la línea tradicional: Martí hace una exaltación tremenda de la constitución americana, hace un análisis de la confederación estadounidense”, dice.
“Se ha distorsionado la Guerra Civil y Martí está allí para dejarnos un gran panorama de esas cosas; no está en la Guerra Civil, pero sí en las discusiones posteriores. Está en (lo sucedido con) las bombas en Chicago (en 1886)”, añade.
Según Díaz de Villegas, que luego de 37 años de exilio en Estados Unidos regresó a la isla caribeña en 2016 movido por un “clima de distensión” para tomar notas y luego publicar el libro de crónicas De donde son los gusanos, su nueva compilación propone una moraleja.
“¿Fue Martí realmente revolucionario? ¿Está circunscrito definitivamente a un Martí revolucionario, o lo vemos todo lo contrario, en el sentido en que su defensa de la constitución americana se opone a cualquier revolución?”, se pregunta.
En sus crónicas, “Martí defiende una América que no es la que conocemos, defiende a Norteamérica como su patria y el lugar donde él vive, amenazado por inmigrantes alemanes anarquistas”, dice el cubano en referencia a los sucesos de Chicago conocidos como la Revuelta de Haymarket y que a la postre dieron lugar al 1 de Mayo, Día Internacional de los trabajadores.
“Uno de los siete, casado con una mulata que no llora, es norteamericano, y hermano de un general de ejército; los demás han traído de Alemania cargado el pecho de odio”, escribe Martí en su artículo “El proceso de los siete anarquistas de Chicago”.
“Martí se opone a esa anarquía, pide que los lleven a la horca”, acota el compilador.
PARA MOSTRAR CÓMO SE HACE UN “POST”
En su introducción, Díaz de Villegas consigna que, para escribir sobre los estadounidenses desde Nueva York, donde vivió 15 años, Martí utilizó el despacho, la epístola y la escena.
“La fragmentación temática lo emparenta —saltándose un siglo y medio de historia— con el bloguero moderno”, revela.
“La mente sube de grados en el conocimiento, y contacto y creación de la hermosura”. José Martí. OC.8, 411 pic.twitter.com/flpGUidRMI
— Centro de Estudios Martianos (@CentroMartianos) August 31, 2021
Según su compilador, la segunda parte del libro cumple el propósito de “enseñarle a la gente cómo se hace” una publicación en blogs y redes sociales. “Martí posteaba, hablaba de cosas de modas, los efectos de la luz eléctrica en las plantas que crecen… contenido chatarra a los que él daba dimensión literaria y filosófica diaria”.
“Por alguna razón —se lamenta Díaz de Villegas— Martí es relativamente desconocido y poco apreciado en los Estados Unidos” y no es tenido en cuenta en la alta cultura norteamericana.
“José Martí, el modernista, inventó un lenguaje nuevo para comunicar una actualidad cada vez más vertiginosa. Fue culterano y sensacionalista, melodramático y telegráfico, anticipándose a la banda ancha del internauta moderno. Sus maestros fueron Baltasar Gracián, Búfalo Bill y Oscar Wilde”, escribe Díaz de Villegas antes de aseverar, en una frase sin dudas polémica, que “Martí es un neoyorquino”.
Jorge Ignacio Pérez /EFE/OnCuba
Mira tú que ocurrencia, rebuscar entre las obras completas para encontrar a un Marti que no “es revolucionario”, sino un escritor “chatarra”, influencer. Un Marti menos conocido, que seguramente nos ayuda a despejar cualquier complejo por ser anexionistas, porque en definitiva Martí admiraba la constitución de los USA.
Así que todos los que hasta ahora han estudiado a Martí son unos tontos. Entonces Martí vino a Cuba a defender la Constitución norteamericana. De ahí al anexionismo no hay más que un tropezón. ¡Caramba! Pues a estudiar de nuevo.