Un año atrás, cuando nadie imaginaba que tendríamos que renunciar a los conciertos en vivo y las presentaciones de músicos con personas serían un lujo, Mariela Flores vivía el sueño de ser finalista en el concurso de España Got Talent.
A casi dos años de la experiencia, la artista ha sabido utilizar dicha experiencia para crecer en lo profesional, con varios proyectos encaminados, siempre con la sensibilidad que ha caracterizado a esta joven artista, para quien en un principio la música no fue la primera opción.
Comenta a OnCuba que siempre fue animalista, desde niña. “Me gradué de Licenciada en Biología por esto. Ahora en casa tengo dos gatitos rescatados, un perrito atropellado y mi perrita recogida. Me ha preocupado siempre el bienestar de nuestras mascotas y animales de labor. Creo que, siendo la especie más inteligente, a veces no nos comportamos como tal”.
Dicha labor la ha alternado con su pasión por la música. De a poco, ha ido creciendo, hasta el punto de manejar un estudio musical en conjunto con su esposo: Manane Records, donde colabora con otros músicos en una relación de “ganar-ganar”, como ella misma la cataloga.
A un año del Got Talent, ¿cuánto la ha beneficiado en lo profesional dicha experiencia?
Got Talent (GT) tiene presencia en muchos países y alcance internacional. Es cierto que este programa, aunque no es específico para cantantes, me dio la visibilidad que necesitaba. Las puertas que antes debía empujar, ahora se abren con más facilidad. Por supuesto, nunca dejaré de cuidar la calidad de lo que hago. Got Talent es una parte de mi historia, pero no he parado de trabajar, pues se espera mucho de mí.
Sobre GT, creamos un espectáculo llamado Bandas Sonoras, como forma de acercar esa experiencia vivida en España al público cubano que deseaba verme en vivo. A los temas de la audición, semifinal y final, les sumamos otros del cine universal y lo estrenamos en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes el 5 de marzo. Fue un éxito, que los invito a ver en mi canal YouTube.
Una semana después, se detuvo el país por la COVID-19. Seguirán oyendo de este espectáculo próximamente. Tengo proyectos muy lindos que me tienen enamorada, pero poco a poco, ya irán viendo qué pasó conmigo después de GT.
En el Got Talent resaltaban sus condiciones para el teatro musical. ¿Ha considerado incursionar más en dicho género?
He de confesar mis prejuicios iniciales con este género. Ahora entiendo que las presentaciones que vi no le hacían justicia. El teatro musical es pura vida y adrenalina. Eso solo lo aprendí cuando entré al Nuevo Alcalá para hacer mi video perfil de la semifinal de GT.
También me di un buen paseo por la calle de los Teatros, y vi cómo las personas hacían cola para comprar tickets, vi los grandes carteles lumínicos y mi percepción cambió.
Fíjate si estaba prejuiciada, que cuando los directores de GT me propusieron cantar “La vida en rosa” me pareció un poco “cheo” y les pedí una explicación para entender sus puntos de vista. Claro, después de experimentar todo lo anterior, entendí que la “chea” era yo.
Un nombre se repite al repasar su trayectoria profesional. ¿Cuán importante ha resultado para su carrera el vínculo con Kelvis Ochoa?
Con Kelvis trabajé varios años como vocalista de apoyo (corista). Fui respetada y querida por el equipo de trabajo. Con su esposa (productora entonces), hicimos una linda amistad que aún perdura. Hubo giras nacionales y conciertos muy entrañables.
Continuaba grabando álbumes y girando como solista mientras. Llegó la oportunidad de hacer mi carrera y asumir una carga de trabajo más grande: no es igual tener un proyecto propio, lleva muchísimo trabajo. Entonces me di cuenta de cuánto habían sacrificado Kelvis y su familia, o cualquiera que tenga su proyecto. Ahora felizmente aprendí a llevar toda esa responsabilidad, y agradezco la oportunidad de crecer y hacer carrera propia.
Manane Records ha sido otra faceta importante en su carrera. ¿Cómo ha sido la experiencia de vincular sus estudios en administración de negocios con el canto y su vida personal?
Yo creo firmemente que un artista tiene que aterrizar. No es cierto que el arte y los negocios no pegan. Un artista que se quiera dar su lugar en este mundo, a veces de oportunistas, debe aprender cómo venderse, cómo representarse, a darse valor, a cobrar por su trabajo el precio justo.
Hay una concepción errónea de que, porque a los artistas no les cuesta “casi nada” producir ese arte, esa obra no tiene valor. Para empezar, todo el mundo no tiene el conocimiento adquirido con años de estudio y práctica, o el tiempo para hacerlo. Segundo, la capacidad de sensibilizar a las personas es un don que se debe agradecer y respetar. Entonces, si vas a ser artista, debes también ser empresario, saber cómo se hace, aunque otros lo hagan por ti. Así te respetarán y sentirás la tranquilidad espiritual de saber que no te estás prostituyendo y que te dan tu valor porque tú te valoraste primero.
¿Cuán complejo resulta manejar un proyecto como Manane Records en Cuba como emprendedores?
Este proyecto lo llevamos mi esposo y yo. Él es productor musical y mi manager. Manane Records es la principal herramienta para producir nuestra carrera, fue la mejor decisión que hemos tomado en la vida.
Realmente no ha sido complejo porque nos codeamos con muchos músicos, y de forma natural nos solicitan grabar. Entonces podemos intercambiar: ellos graban para nuestros discos y les ayudamos a que graben los suyos, una relación de ganar-ganar que nosotros llamamos Banco de Tiempo y nos ha funcionado de maravilla.
Cuba es fuente inagotable de músicos, así que ahí vamos. Esperemos que los cambios sean favorables. Sé que los emprendimientos apuestan mucho, por lo que tienen mucho que perder.
También incursiona en la realización audiovisual. Coméntenos un poco sobre la experiencia.
Ah, pues sí, soy muy atrevida. Yo respeto mucho la profesión de los realizadores, no me considero una, para nada, pero es cierto que tuve que lanzarme a hacerlo para varios de nuestros primeros audiovisuales.
Recuerdo en especial haber creado la historia del video Algo Más y hacerle un guion técnico para la beca El Reino de este Mundo de la AHS, que nos otorgaron, así que tan mal no lo hice. Si puedo, prefiero no tener que hacer un guion técnico más en lo que me queda de vida.
De hecho, estrenamos nuestro videoclip Ahora, producido por Sam Franco y Roxido Studios, que lanzaremos el 5 de diciembre a las 5:00 p.m. junto a un miniconcierto en paralelo, con una versión acústica de esta canción, prenominada a los Latin Grammy 2020 como Mejor Canción Pop Femenina.
Este miniconcierto se transmitirá en vivo en mi canal de YouTube y se convertirá en un lindo audiovisual que defenderá la No violencia, como iniciativa para apoyar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU.
Esta producción se realiza gracias al Centro Cultural Padre Félix Varela, a Havana Club y a emprendimientos locales, entre otros por confirmar. Estamos muy felices, ¡ya teníamos ganas de tocar!
Los géneros que defiende no son privilegiados en el entorno discográfico cubano. ¿Cuán importante resultan proyectos como Manane Records y otros similares, para la promoción y el desarrollo de artistas con una línea musical similar?
Si lo analizamos bien, lo que hay es una excesiva demanda de un solo tipo de género: el urbano. El mercado decide y esto es lo que hay. Entonces, a los músicos que hacen otros géneros les queda encontrar ese espacio donde convergen públicos que buscan lo que ellos ofrecen. No es que no haya, pero hay pocos.
Los artistas poco reconocidos no son comerciales, es una realidad. Eso fuimos por un tiempo. Por eso nos hicimos autónomos, porque teníamos muchas ganas de compartir nuestras creaciones.
Actualmente, se comienza a reconocer la profesionalidad y calidad de grabaciones de varios estudios independientes por parte de los grandes estudios. Esto es muy positivo porque pueden trabajar de conjunto, pero hay que apoyar el talento cuando se ve. Cuba no es el mundo, y esos artistas algún día podrán representar sus raíces en otras geografías donde sí hay público para los otros miles de géneros que existen también, pero que aquí se ahogan.
En el plano más personal, comentaba que es una incesante defensora de los animales.
Los humanos somos responsables por aquellos animales que sacamos de su lugar de origen para traerlos a vivir con nosotros. Hablo, por ejemplo, de los perros que no siempre fueron así, antes fueron lobos independientes y libres, los caballos, en fin. Entonces debemos ser consecuentes como especie.
¿No somos los más pensantes, los más sensibles y capaces? ¿Qué hacemos con toda esa responsabilidad que la evolución nos ha dado? Hay que pensar que compartimos espacio y recursos, que no estamos por encima de ninguna especie, estamos al lado de ellas. El día que cambie esa mentalidad, cambiará la forma en que nos relacionamos no solo con los animales, sino con el planeta mismo.