Escoger una canción preferida entre las tantas escritas por el compositor Adolfo Guzmán (1920-1976) resulta una tarea compleja, tan compleja como sus composiciones, que trascienden hasta nuestros días por la belleza que encierran tanto sus letras, como sus melodías.
Este reconocido pianista y director de orquesta, nacido en La Habana hace cien años, dejó su marca grabada en la cancionística cubana del pasado siglo, una obra que ha sido conocida en las voces de varios intérpretes.
Esther Borja, Marta Justiniani, Rosita Fornés, Bola de Nieve, Beatriz Márquez, son algunos de los nombres que destacan entre los cantantes que han defendido la obra de Guzmán. El amor por la música es una herencia en la familia Guzmán, confiesa a OnCuba Ligia, musicóloga y la mayor de sus cinco hijos.
Ligia, Grisel y Adolfo (hijo) son los más vinculados al mundo de la música, pero “los hijos de nosotros también, la herencia siguió a través de los nietos. Mis dos hijos estudiaron música, los de Adolfito también”, nos comenta la primogénita.
“Desde niños el ambiente de nosotros era musical. Nunca nos obligó a estudiar música, veía que teníamos inquietudes y nos ayudó a encaminarnos, dentro de sus posibilidades porque tenía mucho trabajo. Siempre tuvimos interés por la música, era lo que nos rodeaba.
“Aparte -señala- si estás oyendo que su música es tan buena, que hasta te seda… y a la par oyes otras cosas variadas, te vas dando cuenta qué música es mejor y cual no”.
Bien joven comenzó su padre a componer, siempre desde el piano, instrumento en el cual comienza a comprender la magia que emergía de esas teclas, siendo el tango uno de los primeros géneros en el cual inicia su carrera.
Sobre estas influencias musicales de su padre, Ligia resalta que “la primera orquesta de tango que sale en la radio cubana es la de él. Fue un puntal para el movimiento del tango en Cuba. En esa época era el furor del género, que lo agarra jovencito. Fue una etapa importante además, porque en ese momento sale de gira a República Dominicana (década del ’40) y en uno de esos viajes conoce a mi mamá, para él fue muy importante ese momento también en lo personal. Nunca lo dejó del todo, cada vez que tenía una oportunidad lo retomaba”, precisa.
La obra de Adolfo Guzmán tiene influencias de muchos géneros muy populares en aquel entonces: el jazz, la canción, la música de concierto; los cuales ayudaron a conformar su estilo musical, siendo la canción el género donde alcanzó mayores logros.
“Su obra no es simple. Utilizaba todos los elementos que entendiera pudieran servirle para enriquecer sus temas, sin perder la esencia de la cubanía que debían tener sus piezas”.
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Ligia enfatiza en que se puede reconocer lo cubano en sus piezas: “Tú te das cuenta cuando la escuchas. La riqueza armónica y melódica, los textos… todo tenía un valor. Pudo lograr que se escuchara como una obra de arte”.
Precisamente uno de los homenajes más significativos para rememorar la carrera artística de este notable compositor fue la creación del concurso de composición que lleva su nombre, cuya primera edición se celebró apenas dos años después de su fallecimiento, en 1976.
Fue este uno de los espacios televisivos más gustados por el público cubano, justo homenaje a quien además dedicara buena parte de su obra al trabajo en ese medio como arreglista, director musical y también en la creación de música incidental para la serie televisiva de las aventuras.
Después de un largo letargo, el pasado año se retomó el concurso, al respecto, Ligia reconoce el buen trabajo hecho para rescatar la competencia, y recordó aquella etapa de gloria de las primeras ediciones.
“La población espera el concurso -precisa la musicóloga-. Es algo diferente a lo que se ve habitualmente, un espacio para enriquecer y divulgar más la canción cubana, en las distintas formas de interpretación y géneros. Muy importante, aunque tengamos varias influencias, no debemos perder la esencia, era algo que mi papá siempre tuvo en cuenta. Las obras ganadoras habría que promocionarlas más como parte del propio Concurso”.
De las canciones de su padre, Ligia no puede decantarse por una preferida. “Es muy difícil porque uno oye Te espero en la eternidad, Al fin amor, Seré feliz cuando tú me quieras, Esta noche te encontré, Libre de pecado, No puedo ser feliz… cualquiera que oigas tienen un sentido; por ejemplo, Es tan fácil mentir, que la cantaba mucho Aurelio Reinoso, es una canción filosófica, que en cualquier época tiene utilidad, pues es verdad todo lo que en ella se dice, son cosas de las cuales te das cuenta cuando vas haciendo análisis”.
Entre las actividades previstas para celebrar el centenario del natalicio de Adolfo Guzmán, se encuentra la dedicatoria de la edición de la Feria Comercial de la Música Cubana Cubadisco 2020, evento pospuesto para el venidero año, como otras actividades y conversatorios donde se rendiría homenaje a la impronta de tan notable músico cubano.
La canción cubana tiene en Guzmán a su más fiel representante, acciones como el rescate del concurso que lleva su nombre y materiales discográficos como Libre de pecado, de Beatriz Márquez, son algunos de los buenos ejemplos. Un siglo después, “si las almas hablaran”, una canción de Guzmán se contarían.