René tiene La Habana a sus espaldas. La banda calienta los instrumentos sobre el escenario y debajo solo se escucha el grito de la multitud. La tarde está a punto de convertirse en una orgía de sudor frente al malecón habanero. Para miles de jóvenes agolpados entre el público, la banda solo tiene una carta de presentación. Otros se saben todos sus éxitos. “Atrévete-te-te, salte del closet. Destápate, quítate el esmalte. Deja de taparte, que nadie va a retratarte. Levántate, ponte hyper”, dice una de las canciones más radiadas de aquel año y que cuyo ritmo, a base de reguetón, parece destinado a revivir hasta a un muerto.
Residente —el nombre de guerra del boricua— tiene esa tarde 32 años. Su música contiene una furia agazapada en el reguetón con la que irrumpió en la industria desde el underground puertorriqueño. Pero el reguetón es solo un guiño para otros empeños. Para otras vidas. Cuando Residente salió al escenario habanero la “Tribuna” se transformó en un paraíso para una multitud que había comenzado a experimentar en estos grandes conciertos, como nunca antes, ese sentido de la libertad que radica en mostrar todos los lenguajes del cuerpo y el alma al aire libre. Calle 13 es ahora en La Habana una explosión rítmica que explora muchos sonidos del Caribe con base en el reguetón. Reguetón con conciencia crítica. Porque no es solo música lo que se escucha sobre el escenario.
Residente, junto a su hermano Visitante, hace fuertes declaraciones contra el gobierno estadounidense de entonces, mientras apoya al sistema político de la Isla y la “resistencia del pueblo cubano”. ”¡Brincando, Cuba! ¡Vamos a demostrarle al mundo que Cuba está viva! !Brincando, Cuba!”, dijo René para arrancar la potente maquinaria de la banda. Era imposible no dejarse arrastrar por aquel infierno. Todos se mueven como poseídos. A escasos metros del escenario converso con unos mexicanos que alzaban sus banderas nacionales cuando Residente hacía alusiones políticas. A su lado, varios adolescentes cubanos comparten un pomo de ron y solo le prestan atención a la música “brava” con la que ataca la banda que no se guardó nada. Entramos en calor con “No hay nadie como tú”, “Cumbia de los aburridos” o “Se vale todo”. Desde esos primeros minutos Calle 13 trabaja con la experiencia acumulada sobre los escenarios mundiales y, así, puso a reventar de forma milimétrica la “Tribuna”. En la recta final del concierto Residente pide libertad para todos los presos políticos del mundo. En medio de la declaración la tarde y las luces se fueron apagando hasta que concluyó aquel espectáculo de adrenalina lleno de simbolismo y carga política.
El día antes conversé con Residente en una conferencia de prensa en el Hotel Nacional. Me dijo que tocar en Cuba era una de las mejores cosas “que nos han pasado”. Estaba acompañado de su hermano Visitante, el artista de la plástica Kcho y el cantante Kelvis Ochoa. Después de su paso por La Habana Residente tocaría en la ciudad de Miami. Sobre aquel concierto expresó: “Desde que salimos con el número ‘Querido FBI’ estamos acostumbrados a que haya crítica o discusión en torno a nuestros ideales políticos. Y es obvio que después de venir aquí (a Cuba) a tocar, en Miami nos van a caer encima, pero no importa. Estamos conscientes de que eso va a pasar pero nos da igual”.
El concierto en Cuba fue, sobre todo, una experiencia en todos los sentidos para muchos jóvenes cubanos impregnados a una multitud de más de 200.000 personas. En aquella visita, Residente visitó la Escuela de Cine de San Antonio y dio una charla en Casa de las Américas, donde intercambió en una de sus salas con Los Aldeanos, el grupo cubano de hip hop que retrataba, por aquella época, las zonas más álgidas la realidad de la Isla y padecía censura en los medios de comunicación. Ahí nació la amistad de Residente con Aldo; una relación que se ha fortalecido con el tiempo.
Han pasado 12 largos años desde aquel concierto. René ya no es el muchacho de 32 que llegó a Cuba ni Cuba es la misma a la que llegó Residente. Durante años, las canciones de la banda se escucharon en los medios cubanos y su tema “Latinoamérica” grabado junto a Susana Baca se llegó a usar hasta de cierre de programas televisivos con una alta connotación política en Cuba. El escenario actual cambió radicalmente. Lo hizo a partir de las protestas masivas del 11 de julio ocurridas en casi todo el país. Residente condenó el uso de la fuerza contra manifestantes en sus redes sociales y fue criticado por instituciones políticas cubanas, entre ellas la cuenta de Twitter de la Presidencia. Dijo Residente en un video de Instagram, compartido también en su perfil de Twitter: “Este es un mensaje de apoyo a las manifestaciones en Cuba para que se manifiesten con toda la fuerza”. Y agregó: “Manifestarse es un derecho humano en cualquier parte del mundo y Cuba lleva toda una historia sin hacerlo”. El boricua añadió que “esta manifestación nace de un pueblo cansado… Fue la gente del pueblo la que despertó”.
Desde entonces, ya no se ha escuchado más “Latinoamérica” en los medios cubanos ni Residente ha vuelto a ser catalogado como emblema del compromiso político de los artistas en América Latina. El músico, en cambio, ha continuado publicando nuevos temas musicales guiados por necesidad de expresión, por lo que define como “su verdad” y por su posición frente a la industria de la música y ante lo que considera ser la realidad del continente latinoamericano. También, ha mostrado públicamente su admiración por artistas cubanos como Aldo, ex integrante de Los Aldeanos, quien reside en Miami después de haberse manifestado públicamente en Cuba sobre lo que también consideró “su verdad”, tocar con El B ante más de 20.000 jóvenes que gritaban sus canciones en el festival Rotilla, y padecer en silencio las pocas posibilidades de presentarse para sus miles de seguidores en la Isla.
Hace pocos días Residente público una entrevista con Aldo y su colega Vico C, otro grande de la música boricua. Con Aldo renovó sus votos de amistad, y su concordancia con utilizar el rap como arma de denuncia frente a todo lo que atenaza el bienestar de los pueblos.
Residente ha estado envuelto además en polémicas por sus “tiraderas” a artistas como Tempo y J. Balvin. Recibió recientemente críticas y elogios por igual por el tema que dedicó al segundo. Nada que no responda a los cánones de la escena urbana y a los mecanismos de promoción dentro la industria y las plataformas digitales de la música. Hace muy poco estrenó junto a las franco-cubanas Ibeyi el tema “This is Not America”, una alusión a la canción “This Is America” interpretada por el estadounidense Childish Gambino. En el tema, Residente vuelve a repetir el andamiaje de sus querencias y obsesiones. Ese no es uno de los mejores temas del boricua pero sí tiene como principal atracción que usó sus propias ondas cerebrales y las de gusanos para desarrollar ondas enfáticas de electrónica, una experiencia creativa en la que contó con la colaboración de expertos de las prestigiosas universidades de Yale y Nueva York. El tema es una canción protesta contra el capitalismo estadounidense. En la obra —al menos en la opinión de este redactor— no se le otorgó la visibilidad merecida a las gemelas franco-cubanas, más allá de las ejercicios del canto y la percusión.
Residente tiene ahora 44 años. Cuba está sumida en una profunda crisis económica y una migración masiva en la que vemos cómo miles jóvenes aparecen cada día en la frontera con Estados Unidos o en otras partes del mundo, arriesgando sus propias vidas. La crisis responde a miles de factores, fracturas internas acrecentadas después de las protestas del 11 de julio.
Residente dijo que en su próximo disco una canción es dedicada a Cuba, un país que ha estado presente, a veces en formas breves, a veces en formas evidentes, en una buena parte de su producción discográfica. A 12 años de aquella oda a la libertad y la adrenalina que fue el concierto de Calle 13 en La Habana, Cuba no ha dejado de estar en la mira de Residente, por las razones más diversas. Mientras, los cubanos, quizás muchos de los que estuvieron en su concierto habanero, padecen hoy la nostalgia y la alegría por haber participado de un concierto que posiblemente no se repetirá en La Habana; y otros, en cambio, son protagonistas de las tramas de las canciones de Calle 13 y ahora cargan también con un par de paisajes en sus mochilas.
“Ese no es uno de los mejores temas del boricua…”; te la comiste, Michel, ES uno de los mejores temas del boricua, sin discusion, a ver si le queda grande a mas de uno…
,Cuba tiene mucho que mejorar. como no mencioné el HP bloqueo, en mi opinión no maduró nada. irresponsable sería si usa su música para incentivar a manifestaciones acá. Confío en el boricua nacido en colonia yanqui.