Celina González, una voz cimera de la música campesina en Cuba, fue recordada por instituciones culturales en el octavo aniversario de su fallecimiento, el 4 de febrero del 2015.
El Instituto de la Música señaló que “durante su carrera, de más de siete décadas, González alcanzó gran popularidad en la isla caribeña y dejó para la posteridad temas emblemáticos de la banda sonora nacional, entre ellos Una Santa Bárbara, Yo soy el Punto Cubano, Que viva changó, Mi tierra es así y Flores para tu altar”.
La institución agregó en su perfil oficial de Facebook que Celina “fue una de las voces más reconocidas en el ámbito musical, en cuya obra se destacó las raíces campesinas y la influencia de la religión africana”.
Celina González (La Luisa, Jovellanos, 16 de marzo de 1928) falleció a los 85 años luego de una carrera de obligada referencia, no solo en la música cubana, sino en todo el mundo. Sus canciones enunciaban la más raigal identidad cubana para convertirse en una fuente simbólica de las tradiciones culturales en la isla
Conocida como la reina del punto cubano, la cantante se presentó en importantes escenarios internacionales de América Latina, Europa, África. Uno de los países en la que revalidó su condición de leyenda fue Colombia, donde recibió un rosario de reconocimientos y el público la aclamó con fervor durante todas las presentaciones que celebró en el país latinoamericano.
Con Reutilio Domínguez, su socio y esposo, hizo época en los escenarios hasta que el dúo se disolvió en 1964. En su repertorio se incluyen además temas como Santa Bárbara o ¡Qué viva Changó!, El hijo de Eleguá, San Lázaro, A la Caridad del Cobre.
El pasado año la disquera Bis Music presentó el álbum “Sigue cantando Celina”, con 10 canciones popularizadas por la artista, que en Cuba ha sido versionada por numerosos músicos, entre ellos David Blanco, quien ha retomado el tema Yo soy el punto cubano y lo ha dado a conocer con éxito entre los más jóvenes, arropado por una enérgica mezcla entre el rock y el pop.