Fueron 10 años los que transcurrieron entre el primer y el segundo disco de estudio de Cucu Diamantes. De Cuculand a Pecados de Picasso transcurre una década bastante activa para la artista, no solo en materia musical, pues en este tiempo también combinó cine, moda y filantropía.
Pero también se aprecia otro cambio al escuchar esta nueva producción discográfica: Cucu es más cubana, ha sabido reecontrarse con los ritmos tradicionales cubanos, no para readaptarlos o fusionarlos como hiciera durante su paso por Yerba Buena, sino para imprimirle su sello personal, respetando las sonoridades de antaño, sin renunciar a arreglos más modernos.
En este aspecto destaca el trabajo de Alaín Pérez, productor musical y arreglista de los nueve temas que conforman Pecados…, quien, como buen instrumentista, supo arreglárselas para tocar el bajo, piano y parte de la percusión, según comentó Cucu durante la presentación del fonograma, primero producido en Cuba por Producciones Abdala, del sello Unicornio.
“Borrachera” es la canción que inicia este CD, un bolero son que ya se había escuchado como parte de la banda sonora de la serie Cuatro estaciones en La Habana, basado en las novelas policíacas de Leonardo Padura. Desde este primer tema sabemos que la cantante se arriesga, sale de su zona de confort y va a por todas por el rescate de los géneros tradicionales de la música cubana y lo ratifica con “Lie to me”, un son cantado en tres idiomas con arreglos bien contemporáneos, donde destacan el piano y el saxo, por solo mencionar un par de elementos novedosos.
En “Muerto malo”, cantado a dúo con Alaín, se rinde homenaje a las big bands del pasado siglo, un trabajo al cual se ha dedicado este músico en los últimos años. Es uno de los temas donde destaca el sello personal que le imprime Alaín a su orquesta, particularidad que se repite en otros temas del disco (“Carrusel”, “Yo quiero ser”), si acaso uno de los pocos puntos flacos del fonograma y es que este álbum se hizo a la par de ADN, última producción de Alaín Pérez con su banda.
Resulta que fueron alrededor de cuatro años para conformar Pecados de Picasso, según comentó Cucu, producción discográfica en la cual intervinieron también otros músicos como David Torrens, Kelvis Ochoa, Yotuel Romero, Andrés Levin, y Descemer Bueno, entre otros.
Precisamente con los dos últimos compuso el tema que da nombre al disco. Quizás por eso al escucharlo es el que más nos recuerde a la Cucu de antaño por su melodía, la cual se mezcla entre el jazz y la música tradicional cubana.
Una constante en este nuevo disco son sus letras. Desamor, pasión, vivencias personales… son temáticas que se repiten entre ritmos autóctonos. Por eso abre con un bolerón son y cierra con un bolero bien tradicional como lo es Tu recuerdo, (solo guitarra y bongó), sonido y lírica para rememorar viejos amores. Tal lógica resulta, en la práctica, una acertada decisión.
“La conga de Cucu” y “El otro” —tema compuesto para un audiovisual; para la banda sonora de la película cubana Fátima o el Parque de la Fraternidad–, completan el segundo álbum de estudio de Cucu Diamantes, quien prefiere reinventarse diez años después de su estreno en solitario. Es arriesgado, pero lo hace a voluntad, pues sabe que el artista que no se arriesga corre el peligro de estancarse y perecer en el olvido.
Cucu busca rescatar la música cubana, hacerse de un estilo e insertarse en el panorama sonoro cubano, dentro y fuera de la Isla. No es tarea fácil, pero, al menos en principio, acierta con esta producción.
Felicitaciones a Cucu Diamantes, esperemos ver estrenar su disco con algún espectaculo en La Habana. Cucú es una cubana que se ha sabido insertar en el panorama sonoro de la isla manteniendo una actitud de respeto y cariño a nuestro pueblo pasandole por arriba a la dichosa política para adentrarse sin prejuicios en nuestro universo cultural.