Juan Vicente Torrealba, arpista y compositor cuyo distintivo sonido le dio a la música llanera venezolana tradicional un estilizado toque sinfónico que influyó a generaciones de folkloristas, falleció este jueves, anunciaron sus familiares. Tenía 102 años.
“En nombre de la familia Torrealba cumplimos con el penoso deber de informarles el fallecimiento del Maestro Don Juan Vicente Torrealba. Rodeado de sus hijos y nietos en la paz de su hermoso hogar”, dijeron sus familiares a través de la cuenta de Twitter del músico, sin dar otros detalles.
Poco después en un acto de gobierno transmitido en cadena de radio y televisión, el presidente Nicolás Maduro expresó sus condolencias y anunció que su gobierno “va a rendir todos los homenajes, el recuerdo y reconocimiento a Juan Vicente Torrealba”.
Nacido el 20 de febrero de 1917 en una populosa barriada del centro de Caracas y criado desde los ocho meses en las llanuras del estado central de Guárico, Torrealba grabó 130 álbumes y compuso más de 300 canciones como “La potra zaina” y “Solito con las estrellas”.
Aprendió a tocar la guitarra, el cuatro venezolano y el arpa, instrumento que fue su compañero desde los 16 años y cuyo virtuosismo nato perfeccionó con licenciaturas en México y Paraguay.
“A mí me dormían con el sonido del arpa, en el hato había un peón que tocaba y siempre se hacían parrandas llaneras”, recordó en una entrevista con The Associated Press realizada en noviembre de 2014.
La experimentación fue su marca personal. Piezas como “Concierto en la Llanura” demostraron las posibilidades de los ritmos tradicionales venezolanos para mezclarse con otros sonidos e instrumentos, como los teclados, sin perder su carácter.
La inclusión del contrabajo como parte del formato de la agrupación fue otro de sus aportes. Hoy en día todos los conjuntos de música llanera tienen bajo.
“Eso si fue bien difícil que la gente lo aceptara, decían que estaba acabando con el folklore”, apuntó Torrealba a AP. “Al principio yo no sabía mucho, pero con el tiempo me di cuenta que hacía falta hacer una música llanera que pudiera llegar más a la gente. Lo hice a mi manera, pero al final eso fue lo que tuvo éxito”.
En 1947 fundó el grupo Los Torrealberos con su hermano Arturo y su hijo Santana, interpretando con pasión y ricos matices la música tradicional de los llanos, que se distingue por alimentarse de las vivencias de los campesinos, las faenas de arreo de ganado, el canto de los pájaros, la melodía de los ríos y el trote de los caballos.
Al año siguiente lanzó su carrera como solista y actuó ante multitudes en América Latina, Europa y Estados Unidos.
En 1971, fue clave en su carrera la grabación del álbum Rapsodia Llanera, en la que su agrupación estuvo acompañada de una orquesta sinfónica. Desde entonces la incorporación de los más variados instrumentos y elementos técnicos fue una constante y convirtieron a su agrupación en una especie de orquesta de cámara.
Entre otras de sus composiciones destacan “Sinfonía en el palmar”, “Mujer Guayanesa” y “Barquisimeto”.
“La potra zaina” — creada en honor a su esposa Mirta Pantoja — inspiró y dio marco musical a una de las telenovelas más exitosas de Colombia, en 1993, escrita por Bernardo Romero Pereiro y protagonizada por Aura Cristina Geithner y Miguel Varoni.
Pantoja, fallecida en abril del 2017 a los 76 años, tenía 18 años cuando conoció a Torrealba, de entonces 42. Estuvieron casados 58 años.
“Lamento decirte adiós, aunque sé que te quedas conmigo en cada canción y que te llevaré orgullosa en mi voz y mis sentimientos”, dijo su nieta Annae Torrealba en Instagram. “Ahora eres leyenda … sigue tu camino para reencontrarte con tu “Potra Zaina”, agregó.
El músico venezolano también tuvo pequeñas participaciones en cuatro producciones del cine de México y Venezuela, entre ellas Alma Llanera de 1965, protagonizada por los astros del regional mexicano Flor Silvestre y Antonio Aguilar.
Aguilar y Marco Antonio Muñiz, son algunos de los artistas que interpretaron la música de Torrealba con temas como “Mujer llanera” y “Madrugada Llanera”.
Entre las distinciones recibidas en su dilatada carrera destaca la condecoración “Gran Cordón del Libertador” en el grado de Comendador, el máximo honor concedido por el Estado venezolano.
En 2014 recibió un Premio Especial de la Academia Latina de la Grabación, otorgado a personalidades que han realizado importantes contribuciones en el campo de la grabación durante sus carreras.
En 1993 se retiró de la escena artística venezolana, en un evento multitudinario efectuado en la Plaza Bolívar de Caracas al que asistieron más de 20.000 personas. Su retiro de los escenarios internacionales fue en 1995, en el marco del Tercer Festival Internacional Xalapa de la Canción, en México, en un evento al que asistieron más de 12.000 personas y que el maestro calificó como “apoteósico”.
Tras su retiro de la escena musical, incursionó en la pintura y la fotografía. También se dedicó a la producción discográfica a través de su sello Discos Banco Largo.