En una vigorosa declaración cultural, Jennifer López y Shakira inyectaron al espectáculo de medio tiempo del Super Bowl con una exuberancia y alegría que celebró su herencia latina.
Su actuación fue uno de los puntos más altos de la noche, en la que los Kansas City Chiefs derrotaron 31-20 a los San Francisco 49ers, para conquistar su primer campeonato de la NFL en medio siglo.
La incansable condición atlética de las artistas evidenciada en el Estadio Sun Life, de Miami, igualó la de los jugadores de fútbol que esperaban en los vestidores. Shakira comenzó moviendo las caderas para interpertar “She Wolf” y tras esto siguió un popurrí ágil que terminó con su característica “Hips Don’t Lie”.
López, con un traje de piel negro, comenzó con un fragmento nostálgico de “Jenny From the Block”. También dio algunos pasos sorprendentes de “pole dance” (acrobacias en un tubo), un recordatorio de su muy celebrado papel en la película Hustlers. En algún momento hizo una sentadilla sobre los hombros de un bailarín que posiblemente hizo que la gente sintiera dolor en todo el país en solidaridad.
López repasó canciones como “Love Don’t Cost a Thing”, “Get Right”, “On the Floor” y “Qué Calor”, encontrando tiempo para quitarse su traje negro y cambiarlo por uno traje plateado brillante, que dejaba poco a la imaginación.
Tener, esencialmente, una abridora para un concierto que dura cerca de doce minutos era una medida arriesgada. Por momentos la presentación parecía apresurada, como si trataran de hacer demasiadas cosas en poco tiempo. Los invitados, J Balvin y Bad Bunny, fueron superfluos y solo sirvieron para enfatizar los talentos de las artistas principales.
Pero el primer medio tiempo que celebra a los artistas latinos podría ser declarado un éxito con justa razón y también habla bien de la dirección de Jay-Z, quien creó el programa por primera vez bajo un nuevo acuerdo con la NFL.
Uno de los momentos destacados fue cuando la hija de López, Emme, acompañó a su madre en un verso de “Let’s Get Loud” en el que la niña de 11 años cantó el coro de “Born in the U.S.A” de Bruce Springsteen. Su madre extendió entonces sus brazos y mostró una capa de color rojo, blanco y azul que representaba la bandera de Puerto Rico.
La actuación fue un recordatorio ante la audiencia televisiva, que llegó a los 100 millones de personas, de que esta era una parte diferente de Estados Unidos haciendo una poderosa declaración de inclusión.
Al final las dos salieron juntas para cantar “Waka Waka (This Time for Africa)”, la canción que Shakira compuso como tema oficial de la Copa Mundial de Fútbol de 2010.
“Muchas gracias”, dijo Shakira en español.
“Thank you so much”, agradeció López en inglés.
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