Buena parte de los esfuerzos del pianista, autor y productor musical Jorge Aragón (hijo), están enfocados este año en dar a conocer sus propias composiciones.
Gracias a su formación y preferencias artísticas, sus proyectos personales decantan hacia la música clásica, género al que apuesta aun sabiendo que el público afín es minoritario en Cuba.
Actualmente trabaja, junto al maestro José Antonio Méndez y la Orquesta Lyceum de La Habana, en un musical, “algo muy complejo y ambicioso de hacer en Cuba”. Al mismo tiempo, prepara una serie de conciertos para este fin de año, en los que presentará obras del repertorio clásico y música para cine con sus propias orquestaciones.
Con apenas 29 años de edad, Aragón cuenta con una larga trayectoria como acompañante de los principales músicos de la escena cubana, experiencia que –señala– ha contribuido con su propia formación artística: “Me he nutrido trabajando con artistas como Juan Formell, Omara Portuondo, Kelvis Ochoa, Descemer Bueno, Carlos Varela y muchos otros, de quienes he aprendido a relacionarme con el público, así como de sus líneas melódicas y composiciones”.
Una de sus colaboraciones más sistemáticas es la que realiza con Silvio Rodríguez. “Con Silvio nunca te cansas –afirma–, él rompe todas las costumbres porque es un hombre que te enseña a trabajar inagotablemente y hace que te enfoques en la verdadera creación musical”.
Actualmente trabaja junto al trovador en el montaje de nuevos temas, así como en la adaptación de algunos clásicos de su repertorio para un programa que presentarán en la Gira por los Barrios los días 21 y 28 de septiembre, y que posteriormente llevará a Chile y Argentina como parte de una gira en octubre de este año.
Como productor musical, Aragón impulsa un proyecto al que consagró su último año y medio de trabajo: el disco Libre de Pecado, álbum de Beatriz Márquez dedicado a la obra de Adolfo Guzmán.
“Estamos a punto de terminar el diseño del disco –anuncia entusiasmado–, y tenemos la intención de hacer un gran concierto en noviembre para homenajear a este extraordinario compositor y traerlo al presente, a la Cuba de hoy; por si alguien creyera que se perdieron todos los clásicos, estamos aquí para retomarlos”.