La fama de mujer sencilla y jovial que le precede quedó más que demostrada para los miles de cubanos que se juntaron a bailar con Olga Tañón en la Tribuna Antiimperialista de La Habana. Decenas de miles la siguieron en vivo por la televisión nacional. La diva puertorriqueña llenó unas dos horas de la tarde sabatina con un concierto que más que espectáculo fue emoción.
Entre clásicos de su carrera, novedades de la mano de Descemer Bueno y Qva Libre y reinterpretaciones de piezas inolvidables de la música tradicional cubana, junto a Pancho Amat y otra pléyade de músicos talentosos; la multitud congregada frente al malecón fue todo ovación para la cantante.
Durante las pausas entre canciones, la Tañón aprovechó para reconocer la calidad de sus acompañantes y para reafirmar que los derechos recaudados por la venta del DVD en producción a lo largo de su gira, serán donados a las escuelas de arte cubanas y a centros de enseñanza para niños con necesidades educativas especiales.
En otro de los breves descansos de baile y euforia, a Olga las autoridades capitalinas le entregaron la llave de la ciudad. Jocosa preguntó si con ella podría abrir todas las puertas de La Habana. Ella sabía la respuesta a su pregunta retórica: la respuesta positiva en masa solo se la confirmó.