Luego de su primera incursión en la dirección teatral con la obra Bent (junto al inglés Stephen Bayly), ahora el joven cineasta cubano Luis Ernesto Doñas (Villa Clara, 1984), asume el montaje de una adaptación de la ópera barroca, Alcina, en idioma italiano, del compositor alemán Georg Händel (1685-1759) que nunca antes ha sido presentada íntegramente en Cuba.
Alcina, con sus poderes mágicos, tiene embrujado a Ruggiero en su isla de placeres desmedidos. Él ha olvidado su pasado como guerrero valiente y el amor que profesa por su prometida Bradamante quien está dispuesta a recuperarlo a toda costa. Alcina es una historia de engaños y desidia, donde al final triunfa el amor. Esta es la trama de la ópera barroca cuyo estreno ocurrió en la ciudad de Londres en 1735.
“Esta es una experiencia muy nueva para mi. Siento que estoy calentando los motores en la dirección de actores. Eso es algo que me funciona como parte de mis pretensiones profesionales dentro del cine. Ahora estoy en el proceso de desarrollo de mi primer largometraje de ficción Esencia Habana, y en la búsqueda de financiamiento, que como todos sabemos es algo un poco complicado”, declaró en exclusiva para OnCuba.
Una vez más, Doñas aspira a poner en práctica los conocimientos que recibió del director inglés Bayly quien lleva varios años impartiendo talleres en la Escuela Internacional de Cine y televisión de San Antonio de los Baños, basados en el método interpretativo conocido como la Técnica Meisner, elaborada a partir del método de Stanislavski, por Sanford Meisner (1905 –1997).
¿Cómo llega esta propuesta de Alcina a Luis Ernesto Doñas?
“Conozco algunos muchachos del Teatro Lírico a través del musical Rent donde trabajaron muchos cantantes. De pronto, fui a una puesta de ellos y me pareció interesante que había jóvenes talentosos e incluso un público joven interesado en la ópera. Entonces, no se cómo, Roberto Chorens me llamó y me propuso hacer la dirección escénica de la ópera barroca Alcina. Acepté con la condición de impartir un taller y me motivó el hecho de trabajar con jóvenes cantantes”.
Dirigir una ópera barroca, que se estrena íntegramente en Cuba, debe significar un gran reto para ti.
“Debo aceptar que soy amante de la ópera. Tenía un camino recorrido como espectador y he escuchado muchas arias. No tanto así óperas barrocas, de hecho Alcina nunca la había visto pero me gusta mucho el proceso de investigar sobre una historia.
“Me encanta el trabajo de dirección de actores. Ellos son muchachos con mucho talento, mucha prestancia a nivel vocal, pero estaban un poco verdes a nivel de interpretación, concentración, imaginación. Tuvimos que trabajar todo eso en un taller de casi un mes.
“Contamos con poco tiempo para montar la ópera. Como todos sabemos un ópera requiere de mucho presupuesto, una gran parafernalia que, evidentemente no vamos a tener. Entonces aspiramos a que toda la parte escénica esté muy bien lograda porque sabemos que la puesta va a ser muy minimal, aunque esa es una tendencia en el mundo entero: hacer todas las puestas dentro del minimalismo.
Desde el punto de vista de la visualidad ¿cómo se acercará esta obra del Barroco al siglo XXI?
“Estamos en diálogos para incorporar a un artista de la plástica de renombre para que haga la escenografía. Todavía no nos ha confirmado pero la visualidad sería como una instalación suya que se vive mientras transcurre la puesta en escena.
“El vestuario estará muy complementado con esa visualidad porque tienen que dialogar de alguna manera. Lo realizará Celia Ledón quien es una diseñadora que ha trabajado con Teatro El Público. Ella confeccionó todos los vestuarios de Antigonón. Además también labora en el cine y es alguien con quien me siento muy cómodo porque quiero que haya una visión cinematográfica en esta puesta”.
¿Cuál será el recorrido de Alcina por las tablas cubanas?
“El contratenor Ubaíl Zamora, un erudito de la música barroca, y que nos está asesorando en la parte vocal, nos propuso hacer una concierto en el Centro Hispanoamericano de Cultura para que los muchachos fueran perdiendo el miedo de enfrentarse ante un público y para que los espectadores se vayan preparando con vistas al estreno.”
La ópera Alcina debe estrenarse el 11 de octubre, durante el Festival Las voces humanas que organiza la Oficina Leo Brouwer. Se mantendrá en cartelera 16, 17 y 18 de octubre, en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba.
Los roles de Alcina serán interpretados por las sopranos Milagros de los Ángeles, Laura de Mare y Dayana Lorente. Dirección escénica: Luis Ernesto Doñas; Dirección musical: Giovanni Duarte; Directora acompañante: Idalgel Marquetti; Asesor musical: Ubaíl Zamora; Dirección coral: Denisse Falcón; Producción: Tony Zamora; Dirección General: Roberto Chorens.
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Adelante, Ernesto, que el reto es grande. Eso sí, me pregunto por qué se promociona esa venidera producción la imagen de una puesta extranjera que tal vez poco tenga que ver con lo que se verá en Cuba. ¿No hubiera sido más apropiado ilustrar la entrevista con fotos de ensayos, y así dar una idea menos distante de lo que será el proyecto?