Heredero de una rica tradición artística, refinado gusto musical y dueño de gran virtuosismo para tocar el piano, Rodrigo García Ameneiro se vislumbra como uno de los jóvenes talentos de la pianística cubana contemporánea.
A pesar de su corta edad (tiene apenas 18 años), es compositor, arreglista y productor. En su niñez tuvo que elegir entre sus dos pasiones: el béisbol y la música. “Desde pequeño jugaba tercera base en el equipo del municipio Plaza, donde participé en varias competencias y torneos con 6 y 7 años. En esa misma época tuve la oportunidad de presentarme a las pruebas de la escuela de música; me dijeron que tenía condiciones y decidí que la música seria el camino, aunque sigo siendo un fanático de los deportes colectivos”.
Hijo de la cantante Rochy Ameneiro y el productor musical Josué García, el ambiente de su hogar ayudó a que Rodrigo apostara por las artes, con disciplina y constancia. “Mis padres no ejercieron presión en mi decisión de apostar por el arte. Me dejé llevar por el ambiente musical de mi casa“.
En el Conservatorio Manuel Saumell, junto a su profesora Hortensia Upmann se inicia en la música, luego pasa a la Amadeo Roldán bajo la égida de Aldo López-Gavilán y se convierte en un profesional del piano en el Instituto Superior de Arte (ISA) en 2022, de la mano de su maestra Liana Fernández.
“Agradezco a todos los profesores que participaron de mi formación, amigos, músicos entrañables de quienes guardo gratos recuerdos. Mis maestros me han inspirado en este arduo camino y en esta carrera de tanto sacrificio”.
En colaboración con su madre, Rodrigo García realiza la producción musical del disco infantil Cancioncita para ti. “Debo agradecerle por lo mucho que le debo. Trabajar con ella en el CD fue un desafío; pude hacer la producción y los arreglos. Siempre me tomo el trabajo muy en serio y trato de hacerlo al máximo nivel. He estado a cargo de otras producciones discográficas como arreglista y compositor”.
Con casi siete años en el panorama musical cubano, la banda Ceda el Paso continúa cautivando al público y fraguando a noveles artistas. “Ha sido un regalo. Me ha dado muchas alegrías y he aprendido de todos. Somos un grupo de amigos que nos hemos visto crecer mutuamente en el arte, cada uno desde sus horizontes creativos aporta al desarrollo de la agrupación y el repertorio”.
Los lauros alcanzados en su corta, pero prolífica, obra artística lo impulsan a seguir esforzándose. “Los concursos musicales son aprendizajes y preparación para seguir creciendo. Constituyen un medidor para saber en qué nivel estás y al que deseas llegar. Ha sido una grata experiencia haberme presentado en diferentes certámenes nacionales e internacionales. Cada uno tiene su valía, de todos he aprendido y me han ayudado a seguir creciendo”.
Otro de sus proyectos es el Dúo Espiral, surgido hace ocho años junto a la violinista Tania Haase. “Es un proyecto que nos ha enseñado mucho como pareja y músicos; estamos contentos de seguir tocando, aprendiendo y conociéndonos de otra manera”.
Rodrigo García es el miembro más joven de la Red de Artistas UNETE de las Naciones Unidas y de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades. “He estado involucrado en acciones sociales por la no violencia contra las mujeres, a favor de la equidad, la aceptación y la diversidad. Los artistas y figuras públicas tenemos la responsabilidad de defender estas causas”, considera.
La convergencia entre los álbumes Generación, los DVD Confluencia de Pianos y Espiral Dúo en vivo es la promoción de la música cubana. “Nos hemos involucrado mucho con la interpretación y damos a conocer la música de Cuba realizada por autores contemporáneos, en diferentes estilos. He tratado de deshacer las barreras entre los diferentes estilos de la música de concierto y la popular. Estos discos son un homenaje al legado de los artistas cubanos, a la música de la isla y el mundo. En ellos intento unir los lenguajes de la música académica y la popular para tratar que converjan en el mismo ambiente”.
“Recientemente, he tenido la suerte de realizar un DVD titulado Confluencia de Pianos (Volumen II), donde comparto con once de los más grandes pianistas de Cuba, de distintas generaciones, estilos y géneros. Aparecen los maestros Frank Fernández, José María Vitier, Aldo López -Gavilán, Harold López-Nussa, Cucurucho Valdés, Rolando Luna, Alejandro Falcón, entre otros”, comenta García sobre uno de sus últimos trabajos.
Con una carrera musical en ascenso, el joven tecladista no cesa de aprender, experimentar la música y colaborar con su madre. “En estos momentos me encuentro grabando mi segundo disco a piano solo. Va a ser de música latinoamericana y contará con composiciones de Aldo López- Gavilán, Alberto Ginastera (Argentina) y Egberto Gismonti (Brasil). Sigo tocando con Rodrigo García y Ceda el Paso, Dúo Espiral y con el proyecto Espirales, un quinteto de música de cámara.