Valdés Jazz Club, entre el sabor y la melodía

Foto: Rolando Pujol

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Decir Valdés, en el panorama sonoro cubano, suena a jazz, a swing, a improvisación, y otros términos referentes al género.

Lazarito Valdés, reconocido músico, arreglista y compositor de nuestro país, líder del popular grupo Bamboleo y heredero de la tradición musical de su apellido, inauguró hace un par de meses un nuevo establecimiento para el disfrute de los melómanos: El Valdés Jazz Club.

En la calle E, número 105 entre Quinta y Calzada, en El Vedado capitalino, se erige este novedoso templo a la música y a la culinaria, donde con la misma intensidad convergen sabores y acordes.

Foto: Rolando Pujol
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El sitio, cuidadosamente diseñado, se compone de cafetería, restaurante y bar. Tiene la cualidad de mutar en las noches y convertirse en atractivo club de jazz. También cuenta con área amplia para fumadores, en una espléndida terraza o patio interior.

Fotos de familiares, cantantes e instrumentistas, junto a las de otros significativos músicos, decoran las paredes. La acústica es formidable, para que el público pueda disfrutar de un buen espectáculo. Cada noche se presenta un artista diferente y el programa es muy abierto, siempre en constante renovación. El maestro José Luis Cortés, Bobby Carcassés, Maraca, son algunos de los habituales, aunque fusionando el jazz con otros géneros han cantado Kelvis Ochoa y Tania Pantoja, entre otras figuras noveles y consagradas.

Foto: Rolando Pujol
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“En mi casa siempre se cocinó. Mi abuelo, que es el precursor de la parte musical en nuestra familia, junto a mis tíos abuelos, también músicos, fue muy buen cocinero”, expresó Lazarito a OnCuba.

“Mi papá, es uno de los mejores, sobretodo en la cocina asiática y en especial en la cocina china, porque siempre alternó esta pasión con la música desde joven, cuando se inició en las artes marciales. Allí conoció a mi padrino de bautizo, Miguel Chang, pionero en el judo en Cuba, con quien iba diariamente a comer al Barrio Chino de La Habana y a nutrirse de las tradiciones gastronómicas de ese país oriental. Por otra parte, a mi abuelo le gustaba mucho la comida española, siempre estaba cocinando fabadas, lacón con papas, paellas y otras exquisiteces que desde pequeño me fueron familiarizando con diversos sabores. De ahí me nace la pasión por la culinaria, en sintonía con la música y con la oportunidad de abrir este sitio. Estoy muy complacido y feliz”.

Foto: Rolando Pujol
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La carta propone una cocina-fusión, en la que predominan platos de la cocina internacional y criolla estilizada. Mariscos, en disímiles confecciones, y destacan diversos cortes de carnes y sopas. Este sorprendente espacio ofrece al público el disfrute de las tendencias contemporáneas de la mixología. El arte y la pasión de mezclar sabores, texturas y colores en las bebidas y platos, muy en boga en la coctelería internacional de ahora mismo. También es apreciable la amplia variedad de vinos que se ofertan.

“El menú parte de los platos que cocinaban mis ancestros, y también hay creaciones mías, como el arroz con ‘artistaje’, que lleva un poquito de todo. Ofertamos el Arroz Valdés, similar al arroz frito, pero con una receta secreta que no podemos revelar porque en eso radica su encanto”, expresó el músico, ahora también cocinero.

Foto: Rolando Pujol
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Modernidad y tradición confluyen en el Valdés Jazz Club, donde a los cocteles tradicionales de nuestro acervo culinario, se le incorporan las tendencias actuales. Especias como la pimienta y coloridas frutas tropicales, conceden originalidad a los tragos. Encontramos, entonces, el Cosmopolitan Valdés Jazz, el trago de la casa.

“Siempre quisimos tener un sitio donde tocar jazz cubano, un sitio donde los músicos tuvieran la posibilidad de interpretar sus creaciones. En el poco tiempo que llevamos abierto, se ha convertido en la casa de muchos de nuestros artistas”, concluyó Lazarito Valdés.

Foto: Rolando Pujol
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