Laura Paz
El tango tiene una antigua relación de amor con Cuba desde inicios del siglo XX. Según cuentan Carlos Gardel habría concluido su gira latinoamericana de 1935 precisamente en esta isla del mar Caribe. A pesar de que esto se malograra por la muerte del Zorzal Criollo, muchos fueron los artistas argentinos como Hugo del Carril y Libertad Lamarque que pasaron por aquí a compartir con nosotros su pasión y desde entonces el tango ha formado parte de la banda sonora de la vida de muchos cubanos.
Finalizando el siglo muchos pensaron que este género iría a los baúles de la historia musical cubana pero para sorpresa de todos en los primeros años del siglo XXI los jóvenes cubanos rescataron este antiguo amor y le han dado nuevos bríos.
En la actualidad existen talleres y milongas en los barrios de Centro Habana, sobre todo en el Prado, una de sus sedes de excelencia. Allí van personas de todas las edades interesados a aprender este baile que como decía Borges constituye una “forma particular de caminar”.
Con el objetivo de incentivar el interés por el tango se ha organizado el Festival de Tango, que desde el 24 hasta el 28 de junio celebra en La Habana su cuarta edición. Vienen a bailarlo y cantarlo desde distintas provincias del país, también desde Argentina y Uruguay. A su vez le estará dedicado a personalidades que realizaron aportes al género entre ellas el músico argentino Domingo Federico, la compositora uruguaya Lagrima Ríos, el cantante mexicano Agustín Lara y el compositor cubano Adolfo Guzmán.
Según el programa del evento el Paseo del Prado recogerá las evoluciones de los bailadores, su derroche de pasión y sensualidad el 26 de junio a las tres de la tarde. Al día siguiente los que no alcancen a llegar a Prado pueden bailar su tango en la calle Amistad de Centro Habana.
Los amantes del género se han propuesto no dejarlo morir, muchos de ellos muy jóvenes como los muchachos de la agrupación Neotango, una de sus cultivadores más populares. En estos días se aprestan a ponerle el sello de cubanía cuando marquen los pasos guiados por las letras de las antológicas canciones “Caminito” o a “El día que me quieras”.
