Vuelve a los escenarios una de las compañías más dinámicas y renovadoras de la danza contemporánea en nuestro país. Lo interesante de la forma de trabajo de DanzAbierta recae en esa capacidad que poseen para desdibujar los límites que pueden existir entre los diferentes estilos danzarios e interpretativos; para crear puentes, para pasar de un estado a otro sin que resulte pesado ni ruidoso a la vista.
Su última presentación fue hace unos meses, exactamente en marzo de este propio año con la coreografía Showroom, firmada por la maestra Susana Pous y con música de X Alfonso.
Vuelven entonces ahora, pero a los predios del novísimo centro cultural Raquel Revuelta en el Vedado habanero, a finales de este mes, para encantar a aquellos que no tuvieron la dicha de verlos en su estreno mundial y para hacer recordar buenos momentos a los que sí asistieron a la cita.
Lo interesante es la manera en la que Pous teje en su escritura coreográfica una estética que intenta revelar la máscara, pero no esa exterior que podemos palpar; sino aquella que llevamos dentro y nos convierte en otras personas. Esa similitud que existe entre los dos polos del ser cuando el misterio y lo prohibido matizan la pena, el dolor, el goce y la agonía de los intérpretes.
Sin importar escenario, aunque el título parezca una especie de copia a Tropicana; ya sea sobre las tablas de un famoso cabaret o en las calles por las que la vida transcurre, la decisión de triunfar y sobresalir sin importar el obstáculo debe prevalecer dentro del ser interior de cada individuo.
La escena será convertida en un show room a dos tiempos, dando la posibilidad de entrever quienes son los que se paran frente a un público en un cabaret a brindar su arte, y en quienes se convierten cuando vuelven tras bastidores; todo gracias a un impresionante complemento de vestuario, luces y escenografía, junto a las virtudes interpretativas de los danzantes.
DanzAbierta es una compañía que sabe combinar magistralmente la danza contemporánea y moderna, con aportes clásicos y de interpretación teatral y ha colocado sobre las tablas cubanas otras coreografías con igual aceptación como Malson, que resultó todo un suceso tanto en la Isla como fuera de ella, por la manera tan rica de fusionar y entender la danza como un espacio de divergencias formadoras de sentidos unitarios para otorgarle al momento coreográfico una vida única e inigualable.
Se promete entonces una vez más un binomio arrasador para hacer de Showroom una pieza que no se puede dejar de ver: danza de la mano de Susana Pouz y DanzAbierta; y música de X Alfonso, simbiosis de dos motores artísticos importantes para demostrar la unión del arte sin importar manifestación.