El circo o la vida

Reimi Caridad Cardona. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Reimi Caridad Cardona. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Su circo preferido es el Ringling de los Estados Unidos, y le encanta cuando el público dice: “¿Cómo es posible que ella haga eso?”.

Sin sombra de arrogancia, Reimi Caridad Cardona te cuenta que baila simultáneamente más de 20 aros con su cuerpo, y en sus números incluye giros y splits. Luego cuenta que esos aros son en realidad mangueras forradas con papeles de colores, algo pesadas y capaces de provocar una hernia.

Esta veinteañera ama el arte circense, se graduó en 2015 con título dorado de la Escuela Nacional de Circo. De niña recorrió Cuba como parte de conjuntos infantiles y tuvo sus primeros contactos con el público, del cual prefiere a los más humildes porque agradecen más sus presentaciones.

¿Cómo llegas al mundo del circo?

Comencé de niña en el proyecto Ángeles del futuro de la Casa de Cultura de Marianao. Tenía la idea de prepararme físicamente para aprobar las pruebas de la Escuela Nacional de Danza, pero el circo me atrapó. En noveno grado hice las pruebas para entrar en la Escuela Nacional de Circo y felizmente aprobé. Allí perfeccioné el número de Hula Hoop o aros que ya practicaba desde la infancia. Aumenté la complejidad y profesionalidad con ayuda de mis profesores.

Después de la graduación me vinculé inmediatamente al proyecto de un empresario peruano que me invitó a hacer junto a otros artistas una gira por ese país y luego Ecuador. Me encantó la conexión que tuvieron los peruanos y ecuatorianos con mi arte, algo que no esperaba de personas con una cultura distinta.

Después de la gira comencé a estudiar en la escuelita del cabaret Tropicana para hacer carrera como bailarina, sin dejar de lado el circo. Hoy soy bailarina figurante y es una forma de aumentar mis posibilidades de trabajo porque en el circo no son muchas.

¿Por qué es difícil encontrar trabajo en el circo?

Pertenezco a la empresa Circuba que agrupa y avala a los artistas del medio, pero tiene muchas deficiencias. Los recién graduados salen de la escuela con un montón de sueños y ansias de trabajar, pero cuando llegan a la empresa no hay profesores que los ayuden a perfeccionar la técnica, el ballet y las coreografías. Exigen mucho, pero los recursos son pocos. Tampoco cuenta con un fondo para crear los aparatos necesarios. Mis aros son mangueras plásticas que compramos mi mamá y yo. Las armamos para que parezcan aros y las forramos con papeles de colores vistosos. El financiamiento de la empresa es nulo.

Por otro lado, las posibilidades de trabajo profesional que ofrece Circuba son intermitentes. Cuando tienes trabajo puedes financiar algo de los implementos de los números, pero si se cobran 250 pesos mensuales, la elección es entre comer o tener presencia escénica. Está la carpa Trompoloco, pero incluye una cantidad determinada de artistas. Si no estás en el espectáculo tienes que esperar a que la empresa te avise para otro trabajo. O puede ser que una amistad te llame para incluirte en una compañía de baile o como variedad en algún espectáculo. No hay trabajo fijo.

Reimi en uno de sus números del Hula Hoop. Foto: Cortesía de la entrevistada.
Reimi en uno de sus números del Hula Hoop. Foto: Cortesía de la entrevistada.

En el circo no basta con entrenar pues se puede perder el fogueo en el escenario. Debemos contar con un coreógrafo que varíe las coreografías y corrija elementos técnicos. Con respecto al vestuario, suponiendo que cuentas con todo para confeccionarlo, es importante el diseñador que te oriente qué usar según tu físico y el número que realices. Nada de eso tenemos en Circuba.

En la empresa cada vez exigen más y dan menos. Descuentan los salarios para tributar más a la ONAT, pero nadie habla por el artista, ni dice que no tiene zapatillas para ensayar, ni materiales de trabajo, o que los instrumentos se rompen y hay que repararlos. Por otro lado, todo artista quiere viajar, conocer y llevar un pedacito de Cuba por el mundo, pero no hay perspectivas ni incentivos.

¿Qué representa para ti bailar en Tropicana?

Tropicana es una motivación para seguir preparándome. Me refuerza la postura, la presencia escénica, el vestuario y me aporta limpieza en los movimientos de brazos y piernas. Es importante para mí también pertenecer a una institución cubana tan prestigiosa a nivel mundial.

¿Qué hace tan espectacular tus números de Hula Hoop?

El Hula Hoop llama mucho la atención porque se realiza con aros. En mis números incluyo variedades con aros en rodillas, cintura, cuello, tobillos. Realizo giros con los aros en movimiento y también hago el split con un pequeño aditamento para sostener otro aro con la boca. Siempre cierro con un elemento espectacular que es bailar simultáneamente con más de 20 aros en el cuerpo.

En este país hay muchos jóvenes talentosos que con pocos recursos son capaces de situarse a niveles internacionales, e incluso ser mejores que otros artistas que cuentan con todos los recursos materiales.

Siempre cierro con un elemento espectacular que es bailar simultáneamente con más de 20 aros en el cuerpo.
“Siempre cierro con un elemento espectacular que es bailar simultáneamente con más de 20 aros en el cuerpo”. Foto: Cortesía de la entrevistada.
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