Para nadie es un secreto: el cine más que nada emociona, inspira, trastorna, excita. A sus 36 años, el realizador cubano, autor de documentales como Luis Carbonell (Después de tanto tiempo), Eso que anda, Fuera de Liga, y el largometraje de ficción Hababastation es parte ya de la leyenda cinematográfica de la Isla.
Hace apenas un año atrás, Ian Padrón se coló en uno de los circuitos más polémicos del cine norteamericano, donde obtuvo el Founders Prize Best of Fest en la categoría Founders awards del Festival Traverse City, Michigan, compartido con Romantics anonymous, del director francés Jean-Pierre Améris. Habanastation iniciaba así un camino de alegrías y satisfacciones reunidas todas en un mensaje por el entendimiento social.
Esta vez, en 2012, Michel e Ian se encontraban en otras lides y no para trabajar juntos, una suerte que quizás tenga su futuro pronto. Ahora, el caribeño impartiría justicia.
Desde allá y gracias a las bondades de las redes sociales, el hijo de Elpidio Valdés responde a OnCuba algunas de sus interrogantes:
Esta no es su primera visita a los Estados Unidos, pero sí la primera vez que un director cubano participa como jurado en el Festival de Cine de Traverse City, fundado y dirigido por el cineasta Michael Moore. ¿Cómo tomó esta invitación?
“Yo nunca había aceptado ser jurado de ningún festival. Por muchas razones. Pero Michael Moore me invitó y es difícil decirle que no a un cineasta de talla mundial como él.
“Este festival es un oasis de buen cine y de historias comprometidas con los problemas sociales y políticos alrededor del mundo. Es un honor para cualquier cineasta ser invitado a un evento así”.
¿Cuál ha sido su reacción después de poder valorar todos esos materiales?
“Los filmes que he visto me han renovado los deseos de filmar nuevamente y de retomar algunas ideas que llevan años dando vueltas en mi mente”.
Hace un año participó en este proyecto de Moore con su película Habanastation y para satisfacción de todos también fue galardonado en el certamen. ¿Cómo recibió esta alegría? ¿Ha sido esto quizás una carta de presentación para otros certámenes?
“Creo que el premio que recibió Habanastation en Traverse City cambió todo para mi primer largometraje de ficción. Captó la atención de varios festivales y reiteró la popularidad de esta película con el público cubano a manera de boomerang”.
Traverse City tiene la intención de hacer énfasis en los documentales, películas extranjeras, norteamericanas independientes y en aquellas que han sido pasadas por alto, pero que merecen la atención del público. ¿Coincide con esa visión de Michel? ¿Por qué?
“La pluralidad en todos los aspectos de la vida es indispensable. Es necesario que todos tengamos el derecho a lo alternativo a lo que la mayoría de los cines exhiben a nivel mundial. Todo tipo de filmes deben convivir en nuestra experiencia como espectadores”.
Del el 31 de julio y hasta el 5 de agosto se ha rodeado de muchos proyectos interesantes y de figuras del cine mundial. ¿Cómo piensa ahora la calidad del cine cubano? ¿Cree que va por el camino correcto?
“Creo que en Cuba se están haciendo buenas películas pero no tenemos el presupuesto ni la infraestructura para poner de moda nuestras historias. No somos nada buenos para promocionar nuestros filmes en el panorama mundial”.
¿Qué saldo profesional saca Ian Padrón de este intercambio con otras miradas del séptimo arte?
“El saldo es más bien humano. Disfruto mucho estar en esta comunidad, ver películas diferentes y ayudar a que el Cine Cubano esté presente en este importante festival de cine”.
¿Existirá en un futuro algún proyecto a dúo con Michel Moore? ¿Cuáles?
“Eso es secreto por el momento. Pero (Moore) nunca para de trabajar. Ya hablaremos el próximo año de futuros proyectos”.