Por segunda vez en su historia, la Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH) tendrá a Brasil como país invitado de honor. La dedicatoria anterior fue en 2005, durante el primer mandato de Lula da Silva. Ahora, tras el distanciamiento bilateral ocurrido en tiempos de Jair Bolsonaro, la nueva invitación vuelve a encontrar al líder izquierdista en la presidencia.
La feria será entonces un momento para reconectar sintonías y poner de relieve las indiscutibles afinidades —literarias, culturales y de otras índoles— entre ambos países. Los dos Gobiernos lo han entendido así y han organizado un programa “muy especial”, a decir de Christian Vargas, embajador brasileño en la isla.
La primera cortesía fue el aplazamiento del evento por parte de las autoridades cubanas, en respuesta a una solicitud del Ministerio de Cultura de Brasil. ¿La causa? La fecha inicialmente prevista para la Feria —del 8 al 18 de febrero— coincidía con los festejos carnavalescos en la nación suramericana, en los que participan artistas y autoridades brasileñas que debían asistir a la cita literaria habanera.
Por ello, la edición 32 de la FILH fue reprogramada para una semana más tarde, y finalmente tendrá lugar entre el 15 y el 25 de este mes en la capital cubana. En consecuencia, su recorrido por el resto de la isla también cambió sus fechas y ahora concluirá el domingo 24 de marzo, en Santiago de Cuba.
En respuesta, Brasil planea retribuir a Cuba el gesto, y también “todo lo que nos ha dado en las últimas décadas”, con una amplia embajada artística, liderada por la actual ministra de Cultura, la conocida cantante y compositora Margareth Menezes, según confirmó esta semana el embajador Vargas en conferencia de prensa.
“Para Brasil ser el país invitado [de la FILH] es un gran honor y, sobre todo, una gran alegría”, afirmó el diplomático, quien anunció la presencia de una “gran delegación” brasileña en La Habana. La misma estará conformada por artistas, escritores, autoridades y representantes de instituciones, y en ella no solo tendrá realce la literatura, sino también la música, el cine, y otras expresiones culturales de su país.
“Lo mejor de la literatura brasileña contemporánea”
De acuerdo con Vargas, a la capital cubana llegarán entre 20 y 30 literatos brasileños, una parte de ellos dentro de la delegación oficial, mientras que otros arribarán por su propia cuenta e interés.
Entre los nombres adelantados por el embajador sobresalen los de la afamada poetiza afrobrasileña Conceição Evaristo; el filósofo, escritor y líder indígena Ailton Krenak; el teólogo Frei Betto —de conocidas cercanías con la isla—; el escritor y profesor Jeferson Tenorio; y el rapero, productor musical y también escritor Leandro Roque de Oliveira, conocido artísticamente como Emicida, quien traerá a La Habana un libro infantil.
Además, formarán parte de la comitiva ensayistas e investigadores brasileños, estudiosos de la literatura y la cultura cubanas y de la obra de figuras como José Martí. De igual forma, estará representada la historieta brasileña a través de un grupo de historietistas, quienes se insertarán en espacios dedicados a esta manifestación.
Como es habitual, Brasil, en condición de país invitado, contará con su propia sala en la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, que repite como sede principal de la feria. Dicha sala contará con su propio programa, en el que la literatura y los escritores del país sudamericano serán, como indica la lógica, los grandes protagonistas.
La propuesta literaria brasileña se completa con unos 6 mil libros, de diferentes temáticas, géneros y autores, que llegarán a La Habana en ediciones en español. La idea, según explicó Vargas a la prensa, no es solo ponerlos a la venta en La Cabaña y otros espacios comerciales, sino también realizar donaciones.
“Nuestra intención es donar estos libros a instituciones culturales y académicas cubanas y hacerlos llegar a la población”, confirmó a EFE el diplomático brasileño.
Más que libros
La presencia de Brasil en FILH no se limitará únicamente a su vasta literatura. En un empeño por retribuir al máximo la invitación cubana y mostrar su célebre riqueza cultural —en correspondencia, además, con el carácter integrador del evento—, el país suramericano traerá también a la capital de la isla una representación de su aplaudida música —culta y popular—, y un ciclo de su filmografía más reciente.
La programación artística brasileña incluye galas y presentaciones en diferentes escenarios habaneros. No faltarán en estos espectáculos el samba, el ícono brasileño por antonomasia, ni tampoco la musicalidad y el colorido de su famoso carnaval. Tampoco se ausentará el choro, uno de los géneros musicales más raigales de Brasil, con más de un siglo de historia y conocido por el virtuosismo de sus intérpretes.
Uno de ellos, el guitarrista Fernando César, viajará hasta La Habana con su hijo y otros músicos para intercambiar con artistas cubanos, como el saxofonista Janio Abreu. La idea, según detalló el embajador, es lanzar un proyecto conjunto para la promoción del choro en la isla, donde este resulta menos conocido que otros géneros populares brasileños como el samba y la bossa nova.
La delegación de Brasil también la integran el cantante Saulo Fernandes, conocida figura de la música de Bahía; y el director de orquesta Jorge Ribeiro, quien representará a la no menos importante música de concierto de su país. Ribeiro actuará también junto a artistas cubanos, en un momento dedicado a esta expresión musical.
En cuanto al séptimo arte, a la par de la edición 32 de la feria se proyectarán cintas brasileñas en la sala habanera 23 y 12, sede de la Cinemateca de Cuba. El ciclo, nombrado “Semana de Nuevo Cine Brasileño: del libro a la imagen”, contará con siete largometrajes recientes, entre ellos adaptaciones de obras literarias y teatrales.
El filme inaugural será El beso en el asfalto, el cual está basado en una pieza teatral del importante dramaturgo Nelson Rodrigues. Dirigido por el actor y realizador Murilo Benicio, el largometraje cuenta con un reputado reparto actoral, en el que sobresalen nombres como los de Lázaro Ramos, Fernanda Montenegro y Débora Falabella, rostros de no pocas películas y telenovelas brasileñas ya vistas en Cuba.
De igual forma, se exhibirán 12 cortometrajes filmados por estudiantes brasileños de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, y está programada una muestra centrada en las temáticas de la diversidad sexual y la comunidad LGBTIQ+.
https://www.facebook.com/cubacineicaic/posts/pfbid02ycbVebLyaJ6vHBsgVhkDSNK3jr5L9to3zREMZ7PaB15NhDQEUAoKTiXp9DzZk5Xtl
Toda la feria
Aunque la FILH tendrá un indiscutible acento brasileño, su amplio programa tiene espacio para mucho más. Con La Cabaña nuevamente como recinto principal, la feria tendrá una cartelera múltiple y abarcadora que, como ya es habitual, desbordará los muros de la fortaleza habanera para recorrer prácticamente toda la ciudad.
Si bien, y a diferencia de lo ocurrido en las últimas ediciones, la antigua fortificación colonial recuperará las principales salas de presentaciones y paneles —como la Nicolás Guillén, José Lezama Lima, Alejo Carpentier y Dora Alonso—, unas 16 subsedes se repartirán por la capital cubana, cada una con su programación.
Entre estas vuelven a estar la Casa de las Américas, el Centro Dulce María Loynaz, la Biblioteca Nacional, la Casa del ALBA y el Pabellón Cuba, entre otras que ya cuentan una presencia de años en el evento. En tanto, se suman ahora sitios como el Museo de la Música, el Centro Juan Marinello, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y el Memorial José Martí.
Además, varias instituciones del Centro Histórico volverán a acoger diferentes actividades, entre ellas la recién inaugurada Casa Vitier García-Marruz.
Motivada por la máxima de que “Leer es construir identidad”, la feria —como ya se ha anunciado— rendirá homenaje a los escritores Isabel Monal y Francisco López Sacha, y será nuevamente la oportunidad para entregar los máximos premios de las letras cubanas. Entre ellos, el Premio Nacional de Literatura a María Elena Llana, el de Edición a Enrique Pérez Díaz, y el de Ciencias Sociales a Jesús Guanche.
Vuelven también espacios ya tradicionales, como el Salón Profesional del Libro, el Pabellón Infantil Tesoro de Papel, el Encuentro de Jóvenes Escritores de Latinoamérica y el proyecto Cuba Digital. Por su parte, el más nuevo Foro de Negocios Editorial celebrará su segunda edición, al igual que el Encuentro de Políticas a favor de la Lectura, y un Foro Literario Afrodescendiente, honrará a la recientemente fallecida antropóloga y escritora Natalia Bolívar.
En total, la FILH contará con la presencia de figuras e instituciones de 45 países, y pondrá al alcance de los lectores unas mil novedades literarias y alrededor de tres millones de textos físicos, según sus organizadores.
Una vez concluida la etapa habanera, la feria recorrerá el resto de la isla. Así, estará del 6 al 10 de marzo en el occidente cubano, del 13 al 17 de ese mes en la región central y cerrará su trayectoria en el oriente de Cuba, del 20 al 24 de marzo.