Una noche de Farándula y estrellas en un cine del Vedado

Hace exactamente una década, el 8 de junio del 2014 dejó de emitirse Aída en España, una de las telecomedias más arrolladoras que se han producido en ese país, con un elenco de actores que supo ganarse los corazones de millones de televidentes en todo el universo de habla hispana durante diez años. 

En Cuba, especialmente, causó furor. Los personajes del Luisma (Paco León), Aida García (Carmen Machi) El Chema (Pepe Viyuela) Mauricio Colmenero (Mariano Peña), Paz Bermejo (Melani Olivares) entre otros, resultan rostros tan familiares, personajes que hicieron reír, y lo más emocionante, aún gozan de una gran popularidad entre los espectadores en la isla. 

Esto último pude comprobarlo en primera persona la noche del 23 de agosto durante la presentación en el cine 23 y 12 de la estelar y multi reconocida obra de teatro “Farándula”, del carismático y reconocido actor, productor y director teatral Jazz Vilá. 

Las puertas del cine se abrieron para el público a las 20:30 y una marea humana entró bulliciosa al recinto. Buscaban, explorando cada rostro. Había expectación pues, aunque “oficialmente” no se ha anunciado nada, ya muchos lo saben. 

Están de visita en Cuba Melani Olivares y Mariano Peña, dos de los actores más famosos y queridos en Cuba y con el que millones de cubanos rieron y aún ríen a carcajadas repasando hasta el cansancio las bromas y pesadeces de Mauricio Colmenero, y la vida oculta y recatada de Paz. 

La función demoraba, continuaba el ambiente expectante, el murmullo, pues justo las dos primeras hileras de butacones del cine estaban reservadas, se podía notar para invitados de lujo. Hasta que, por fin, aparecieron los rostros conocidos de Mariano Peña y Melani Olivares. Apuraron los teléfonos, los flashes, y la algarabía, el aplauso sincero de cientos de espectadores que tenían tan cerca a los personajes que marcaron sus vidas; porque sí, Aida está en la vida de muchos cubanos como un recuerdo eterno. 

Minutos después, Jazz Vilá hacía público lo que ya se sabía, pero había una sorpresa, estaba presente “un producto nacional” como dijo Jazz, la mundialmente conocida Ana de Armas, “nuestra Ana”, y otra vez explotó el cine en una fuerte y prolongado aplauso. 

 

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1. El actor Enrique Bueno. Foto: Frangel Nuñez de la Torre.

2. Las actrices Raiza DeBeche quien debutó como Sara la enfermera y Beatriz Viñas como la doctora Helena. Foto: Frangel Nuñez de la Torre.

3. La actriz Raiza DeBeche. Foto: Frangel Nuñez de la Torre.

“Farándula”, en esta ocasión interpretada por un elenco de lujo, con reconocidos actores como Enrique Bueno, Beatriz Viña y el debut de lujo de la noche y de esta nueva temporada, la actriz Raiza DeBeche, quien interpreta a la enfermera Sara. 

Sin dudas, “Farándula” se regenera, se mueve y se pone a tono con el ambiente, los personajes en cada presentación incluyen las modas y tendencias del momento, como lo fue la acertada alusión a la viral tendencia de “Amores que matan”, con su ya famoso baile, la crítica certera, sin eufemismo, haciendo reír y despertando emoción que es la principal función del teatro. 

Otro de los momentos emotivos fue cuando salió en pantalla, como parte de la función, otro de los rostros más conocidos de Aida, interpretando a un funcionario de la seguridad, Paco León, el querido y legendario Luisma. 

Concluida la obra, el público salió del cine y se quedó fuera, esperando la salida de invitados especiales. Mientras, en el interior, unos pocos aprovecharon la oportunidad del momento y se tomaron fotos con los actores españoles y la cubana Ana de Armas, que estaba por allí, sonriente, rodeada de amigos y viejos conocidos de los años en que se formó en el Instituto Superior de Arte. Saludos, besos, abrazos, rostros alegres, reencuentros con una mujer que ha trascendido internacionalmente con su trabajo. 

Ana de Armas fue la primera en salir, luego le siguieron Melani y Mariano, pero, grata sorpresa, el público ávido de tomarse una foto con ellos, rompió el orden y se abalanzó sobre los actores, como una incontenible marea humana. Había gritos, tirones, mucha emoción. Alcancé a escuchar a alguien que decía eufórico: “los toque, los toque”.  Quedé en medio de la masa mientras, ayudados por Jazz Vilá y parte de su equipo, los actores se ponían “a salvo” de las muestras de cariño, teniendo que refugiarse en el interior del cine.  

El segundo intento fue por una salida de emergencia, “a lo Lola Flores” dijo alguien entre carcajadas y no fue fácil que pudieran llegar al bus que los esperaba para sacarlos de aquel mar de pueblo. No tengo dudas de que Paz y Mauricio se irán de Cuba con la emoción de saber que aquí se les recuerda y se les quiere. Y para nosotros, expectores en primera plena, será un recuerdo inolvidable de una noche de farándula y estrellas en un cine del Vedado.