Alberto Juantorena: “No está en mi génesis ser sobornado”

La leyenda de Alberto Juantorena cumple 40 años. Sin embargo, poco faltó para que ni él ni sus compañeros escribieran su historia.

Recuerdo la tensión en aquellas primeras horas de la llegada a Montreal. Nos habían recibido en el aeropuerto con la mala noticia de la herida en un pie de un favorito a medallas en los 100 planos, Silvio Leonard. Una botella lanzada en una gresca entre compañeros de cuarto, en la Villa Olímpica,  lo sorprendió a él que nada tuvo que ver con aquella indisciplina.

Encima, la delegación cubana estaba a la espera de una decisión de su gobierno. El presidente de Tanzania Julius Nyerere llamó a boicotear los Juegos Olímpicos. ¿La causa? El equipo nacional de rugby de Nueva Zelanda había realizado una gira por Sudáfrica, suspendida por 12 años en el mundo olímpico por su política de apartheid. Nueva Zelanda era una de las naciones que asistiría a los Juegos, pero éstos no contemplaban en su programa al rugby, disciplina no reconocida entonces por el COI.

Fueron 22 los países africanos que se ausentarían finalmente acompañados de Guyana.

Por suerte para el deporte nacional y las estrellas llamadas a trascender, Cuba apostó por la sensatez, y sin dar la espalda a  los amigos africanos, con los que se solidarizó en un mensaje, decidió competir.

Días de gloria esperaban en unos Juegos marcados por la pobre planificación y el desastre financiero que provocaron que los ciudadanos de Montreal y de Canadá contrajeran una deuda a pagar por décadas. No obstante, fueron bien organizados, y varias hazañas salpicaron las competiciones.

Como la de la gimnasta rumana  de 14 años, Nadia Comaneci, y  sus siete marcadores perfectos de 10, sus tres medallas de oro, una de plata y una de bronce. En 21 de los 26 eventos de la natación se registraron records mundiales, un torneo donde emergió la República Democrática Alemana como la primera fuerza mundial en mujeres. Años después, se confirmaba la trampa. Los soviéticos hicieron un show  increíble en las pesas: de los 20 que compitieron, 18 ganaron medallas de ellas 12 de oro.

El clavadista italiano Klaus Dibiasi conseguía su tercer título seguido en Juegos Olímpicos en la plataforma, tras México-68 y Munich-72. El  georgiano Víctor Saneyev ganaba por tercera ocasión para la URSS la medalla de oro en el triple salto. La polaca Irena Szewinska vencía en los 400 metros para retirarse con siete medallas en cinco eventos diferentes en la historia del atletismo olímpico. Miklos Németh, de Hungría, ganaba la jabalina y se convertía en el primer hijo de un campeón olímpico  de atletismo en vencer; su padre, Imre, había triunfado en el lanzamiento del martillo en 1948.

Y Alberto Juantorena se erigía, con sus faenas del 25 y el 29 de julio, en el primer ser humano que se imponía en los 800 y 400 metros lisos, con record mundial y olímpico en las dos vueltas a la pista. La prensa estadounidense lo apodó “El caballo”, por su “galopar” en la pista. Aquel inédito reinado en el óvalo sería el momento culminante de una serie de escenas inolvidables para el deporte cubano:

-Héctor Rodríguez, con su medalla de oro en los 63 kg, se convertía en el primer campeón olímpico de América sobre el tatami, y en el primero de raza negra de la historia

-El equipo varonil de voleibol lograba la medalla de bronce. Por primera vez una selección de América conseguía un metal olímpico. Hasta nuestros días Cuba no ha vuelto a subirse al podio de hombres ni tampoco un judoka ha conseguido un galardón dorado.

-Teófilo Stevenson, que fue el abanderado de la delegación, conquistaba su segunda presea de oro, de las tres que alcanzaría en su carrera olímpica.

-El boxeo cubano lograba tres de oro ( a Stevenson, se sumaron Jorge Hernández, en 48 kg, y Angel Herrera ,57 kg ; tres de plata (Ramón Duvalón, 51 kg, Andrés Aldama,67 kg, y Sixto Soria ,81 kg) y dos de bronce (Rolando Garbey,71 kg, y Luis Felipe Martínez,75 kg).Cuba se enfrentaría a uno de los planteles más poderosos de Estados Unidos en un torneo olímpico con hombres que más tarde  se impusieron en el profesionalismo como Howard Davies, Ray Leonard, los hermanos Michael y Leon Spinks…

-Con su medalla de plata Alejandro Casañas daba la primera señal de la escuela cubana de las carreras con vallas en el mundo olímpico

-Con sus cuatro medallas de oro, seis de plata y tres de bronce, Cuba se ubicaba en el octavo lugar de la clasificación general por naciones. A partir de Montreal sería habitual su ubicación entre las 10 primeras naciones en los Juegos Olímpicos posteriores

***

Cuarenta años después  estoy nuevamente frente a Juantorena, con los recuerdos de aquellos días memorables y, sobre todo, con los retos del presente. Ordena papeles, hace llamadas. Está a punto de partir para Viena donde el Consejo de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) definirá la situación de Rusia por el dopaje, y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Indaga sobre las giras de los atletas cubanos por Europa, a menos de dos meses de la cita olímpica. Como siempre, anda con premura, así que el diálogo pareció durar el tiempo de su gran carrera.

¿Ya hay que hablar del “Caballo” viejo?

Como la canción…Claro que sí, y a mucha honra. A mí cuando me dicen “viejo”, es un halago. “Caballo le dan sabana porque está viejo y cansao…” Correcto, me sirve. Este es otro Juantorena, de 66 años.

Y en cuanto a hijos, un equipo de futsal…

Tengo siete, el mayor de 42 años y el menor de 20 meses, cuatro hembras y tres varones. Entre ellos hay una hija mexicana de 37 años, reconocida por su padre, el fruto de cuando viajaba al Distrito Federal al entrenamiento de altura. Cosas que pasan. La vida es así. Me siento satisfecho porque mis hijos se aman entre ellos. Donde no he sido muy efectivo es en el tema de mantener los matrimonios, por diversas razones; fueron siete hijos con cinco mujeres.

En México también tienes una sobrina famosa…

Karen Juantorena, es actriz de la televisión, hija de mi hermano Dimas.

¿Te has calificado como un “defenestrado del deporte”?

Fui un “peleador callejero”. En 1971, después de un campamento agrícola movilizado con la ESPA (la concentración nacional de juveniles del Alto Rendimiento), anunciaron bajas del deporte y al primero que eligen en el baloncesto fue a mí. Eliminado. Parecía que se me había abierto un hueco en la tierra. Los dirigentes de la escuela deportiva me dijeron que con 21 años ya yo lo que tenía que hacer era otra cosa, irme para el Servicio Militar o cortar caña. Les dije que no, que yo quería probarme en la pista (en la época escolar ya yo había incursionado con éxito en el atletismo).Por suerte unos entrenadores me llevaron ante el polaco Zygmunt Zabierzowski. Me hicieron una prueba y dijeron: este muchacho tiene condiciones. Yo tenía resistencia natural y mi entrenador se dio cuenta. Lo demás es la historia conocida. No fui realmente un producto nato de la pirámide deportiva: nunca estuve en una EIDE y en la ESPA competía en baloncesto.

Dicen que eras pedante en la línea de arrancada…

Siempre me he llevado bien con todos los atletas, lo que no quiere decir que a la hora de competir no fuera agresivo. Reconozco que a veces era un poquito chocante, llegaba a las competencias con cara de malo, según algunos… Pero estas cosas hay que contarlas sobre todo para que los jóvenes atletas de hoy sepan de que cuando uno está convencido de que puedes hacer algo es el comienzo del triunfo.

Foto: Express/Hulton Archive/Getty Images
Foto: Express/Hulton Archive/Getty Images

No tuviste suerte para entrar al Comité Olímpico Internacional.

En 1994, durante el Congreso de París –te acordarás, porque estabas presente– estuve a las puertas de ingresar, a propuesta de Primo Nebiolo, el presidente de la IAAF, pero el Comité Olímpico Cubano no me tenía entre sus nominados. Ahora, el COI acaba de anunciar sus ocho propuestas para miembros, y sólo hay un latinoamericano, un colombiano que es el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Yo presenté al COI mi candidatura como miembro individual en 2006 y la ratifiqué en este 2016, a pesar de la limitante en la edad de 70 años, pues consideré tener mi derecho y mis argumentos, y mi historia dentro del movimiento olímpico cubano.

Hace justamente cuatro años en un hecho inusual, Fidel Castro te sugirió como futuro Presidente del Comité Olímpico Cubano en una de sus “Reflexiones”

Fue el 13 de junio de 2012. Un honor inconmensurable.

¿Y?

Esa no es una decisión de Juantorena. Las autoridades deportivas cubanas tomarán la decisión que más le convenga al país y eso yo lo voy a acatar y respetar.

Se rumoraba también que no le caías bien a Samaranch, el Presidente del COI…

Yo defendí con fuerza la posición de Cuba de no asistir a los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl. Había sido discutida con los atletas. Fue correcta. Y en una reunión del Consejo de la IAAF, Samaranch expresó que no importaban las naciones que no fueran sino las que irían. Entonces pedí la palabra y con toda tranquilidad y respeto dije que cada cual es independiente para tomar las decisiones que correspondan y que atañen tanto a su Comité Olímpico como a las autoridades deportivas del país. Cada cual tiene su punto de vista y es bueno decírselo a la gente en su cara. Pero nunca entre él y yo hubo tirantez. Alguien dijo que si Samaranch tenía problemas con Juantorena. Pura historia inventada. Me llevaba muy bien con él.

Pero  a muchos universitarios no les caías simpático por aquello de que propusiste en un congreso eliminar el estipendio de 30 pesos. Bueno, eso dicen…

Yo me he cansado de preguntarles a algunas personas que hablan si me vieron o estuvieron en ese congreso. Porque eso es mentira… Que yo había planteado que le quitaran el estipendio a los estudiantes de la FEU. Hay una buena parte de los universitarios que hoy en día me odian por eso, me lo han dicho en la calle. Total falsedad.

Después de largos años fuiste liberado de la vicepresidencia del INDER, te mantienes al frente de la federación nacional y asumiste una vicepresidencia de la IAAF en medio de los nubarrones del dopaje y las acusaciones de corrupción de la que no escapó el anterior titular el senegalés Lamine Diack.

Sé que hay una batalla por limpiar la imagen del atletismo. La IAAF tiene todas las posibilidades de revertir la situación. A fines de noviembre habrá un congreso para adoptar una serie de acciones y un programa transparente y confianza. Y hoy parto hacia Viena para el Consejo de la IAAF del 17 de junio que entre otros temas decidirá sobre la presencia o no de los atletas rusos en Río de Janeiro, por los casos de dopaje que se han destapado. Si me preguntas, en lo personal diría que quienes  estén “limpios” tienen derecho a competir en los Juegos,  y no sancionar a todos por igual.

¿Podría Alberto Juantorena ser sobornado?

No. No tengo necesidad ninguna… no esta en mi génesis como ser humano.

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