Ya Roger Klüh tiene en su poder el último permiso pendiente de las autoridades estadounidenses para venir a La Habana: el del helicóptero.
No es que esperase viajar por vía aérea; lo hará “volando”, sí, pero a ras de las aguas del Estrecho de la Florida en una lancha que parece salida de un filme de ciencia ficción, capaz de alcanzar 100 millas por hora, con dos motores fuera de borda y 2 700 caballos de fuerza, creado contra fuertes marejadas
“Partiremos desde Key West a La Habana el sábado uno de agosto a las 10 de la mañana”, anuncia el navegante alemán desde Düsseldorf, a poco de tomar el avión que lo llevaría al sur de los Estados Unidos, en declaraciones exclusivas a OnCuba.
Klüh, un ex jugador profesional de hockey sobre hielo y hombre de negocios, intentará un récord de velocidad y tiempo entre “las dos orillas” con una poderosa embarcación bautizada “Apache Star”, para un tipo de travesía sólo registrado en dos ocasiones: en 1922 y 1958.
El deportista celebró la noticia de la autorización del helicóptero en la expedición porque “en él vendrán equipos de seguridad y buzos que seguirán el trayecto….Las carreras de lanchas rápidas son de las más peligrosas en el agua”. Cuando semanas atrás ofreció una rueda de prensa en el Club Náutico Internacional Hemingway de la capital cubana había comentado a nuestra revista que si no recibía el aval, el aparato volaría sólo hasta 17 millas fuera de las costas de los EE.UU y después retornaría a La Florida. Pero ya no habrá esa contrariedad.
Cercano al mediodía sabatino estará asomándose junto a los otros tres tripulantes, los estadounidenses Mark McManus, copiloto y dueño de los astilleros “Apache”, y John Pompi, mecánico; y el francés Damien Sauvage, jefe de navegación, al Puerto de La Habana y el tiempo establecido será el récord a batir por los futuros contendientes que decidan enfrentar el desafío quizás en una carrera múltiple. “No he planeado una ruta a la inversa, La Habana-Key West”, aclara. El alcalde la ciudad estadounidense, Craig Cates, ha anunciado su presencia nuevamente para un evento auspiciado por el Club Náutico Internacional.
Organizadores cubanos se han anticipado a anunciar que el venidero noviembre está prevista la llegada de una flotilla, “Havana Thunder Challenge”,tras participar en la 35 edición del Offshore Powerboat Racing como parte de un torneo mundial en Key West, lo que junto al show del “Apache Star”, podrían originar un futuro Clásico con destino en aguas habaneras.
Han informado además que la supersónica lancha hará un desplazamiento paralelo al Castillo del Morro de La Habana y al malecón hasta la caleta de San Lázaro para dirigirse al interior de la bahía de La Habana, donde en breve ceremonia, se le dará la bienvenida.
Luego Klüh hará una demostración de velocidad frente al malecón hasta el Río Almendares, y escoltada por yates se dirigirá a la Marina Hemingway.
Las competencias desde La Florida a Cuba en lanchas de motor se iniciaron en 1922. Ese año Gard Wood a bordo de la embarcación “Lobo plateado” de 50 pies de eslora, hizo el recorrido de 254 millas desde Miami con parada en Key West, en nueve horas y 23 minutos. A partir de entonces la modalidad deportiva tomó auge sobre todo en las plazas náuticas de La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba.
En agosto de 1958 la carrera fue ganada por Forest E.Johnson con la lancha “Tooky” , de 28 pies de eslora y marca de seis horas y 23 minutos, una ruta que fue reconocida por la American Power Boat Association, como la más larga para la época.
Klüh no tuvo suerte el pasado año cuando el gobierno de EE.UU le negó el permiso pero esta temporada su proyecto se vio favorecido por el cambio de política de Washington y por una de las 12 categorías aprobadas por el presidente Barack Obama para flexibilizar aún más los viajes a la isla donde su litoral norte habanero ha sido escenario de varios eventos de la motonáutica en 2015 al calor del proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas.
“Apache Star” es la reencarnación de uno de los más famosos superbotes construidos en la Unión Americana, el “Apache Heritage No.50” el cual ganó los dos campeonatos mundiales sucesivos en 1992 y 1993, y luego marchó a los astilleros. Klüh decidió resucitar y reconstruir en enero de 2012 la legendaria nave, con un nuevo nombre y un nuevo diseño para este proyecto luego de que él y su novia libanesa visitarán varias veces La Habana. “Es una obra de arte”, afirma el piloto germano quien evita revelar cuánto ha sido el costo de su compra y quiénes lo patrocinan. “El barco para mí no es cuestión de dinero sino de emociones”.
Un mal tiempo por una onda tropical pudiera atravesarse en el camino de Klüh y sus acompañantes, sin embargo confía en su potente máquina preparada para los violentos oleajes. “Haremos el último test este viernes en Key West, el bote como sabe es perfecto para hacer esta carrera frente a cualquier condición en el Golfo”, advierte el intrépido marino a OnCuba, quien obsesionado con su lancha se la ha tatuado en un brazo.
Una recomendacion: fijense bien donde lo dejan parqueado en la Habana y a quien lo dejan cuidando. Los negrones del Cerro y Luyano son la candela, y posiblemente rompan el record en sentido contrario.
Jajajaja…del carajo. Imagina si se robasen la lancha.