Para Cuba no amanece en los Juegos Olímpicos de Tokio. A la espera de la entrada en escena del atletismo, la lucha, la definición del boxeo o sorpresas del canotaje y el tiro, la armada de la Isla deambula por la capital nipona con una medalla de bronce como único botín. La situación se ha vuelto más tensa por el pésimo arranque de los judocas, quienes no han avanzado más allá de sus segundos combates.
Ya son tres los caídos en los tatamis del Nippon Budokan hasta el momento, dos de ellos con credenciales para avanzar y meterse en la lucha por las preseas. Sin embargo, ni Maylin del Toro (63 kilogramos) ni Iván Silva (90 kilogramos) encontraron las vías para derrotar a rivales accesibles antes de meterse en la boca del león.
No puede decirse que resulte extraña esta actuación del judo cubano. En términos generales, la disciplina ha ido “en picada” desde hace un tiempo, y los males se han acentuado en la presente temporada, plagada de obstáculos por la COVID-19 y varios contagios que, a la larga, provocaron deudas de preparación, suspensión de actividades competitivas y las lógicas afectaciones psicológicas y frustración para los atletas por tener que alejarse de sus rutinas.
Las señales de la decadencia, a manera de resultados, tuvo un punto crítico hace poco menos de dos meses, en el Campeonato Mundial de Budapest, donde los judocas cubanos se fueron sin preseas, la primera vez desde el inicio de las citas del orbe combinadas en 1987. Con el recuerdo todavía fresco de ese descalabro, ya comienzan a sobrevolar por Tokio 2020 los fantasmas de un medallero en blanco para la Isla, algo que no ocurre desde hace 49 años, en los Juegos de Múnich.
En la cita japonesa, la derrota de Iván Silva a las primeras de cambio (cayó en el debut frente al turco Mihael Zgank) ha aumentado las dosis de nerviosismo y ha desarticulado por completo el discurso triunfalista de Rafael Manso, presidente de la Federación Cubana de Judo, quien dijo exultante hace unos días que sus seis discípulos iban por medallas. Ahora, con la mitad del plantel eliminado, solo queda cruzar los dedos y encomendarse a Idalis Ortiz (+78 kg), Kaliema Antomarchi (78) y Andy Granda (+100).
No se pueden perder las esperanzas, pero hay que poner los pies en la tierra. Andy Granda, por ejemplo, tiene en su llave del organigrama al líder del escalafón mundial (el ruso Tamerlan Bashaev), al mítico multicampeón francés Teddy Rinner y a otros tres judocas incluidos en el Top-15 del ranking del orbe.
Por su parte, Kaliema tiene un camino aparentemente noble hasta cuartos de final, pero allí debe cruzarse con la francesa Madeleine Malonga, puntera del listado global, monarca mundial del 2019 y subtitular en la más reciente cita del orbe, hace menos de dos meses. Válido aclarar que, en caso de perder, tanto Granda como Antomarchi pueden ser arrastrados a los repechajes por medallas de bronce dado el cartel de sus rivales.
La película con Idalis —líder del ranking mundial y tres veces medallista olímpica—, podría ser diferente, pero existen dudas sobre su rodaje competitivo (ha participado solo en dos torneos durante los últimos 19 meses) y también sobre su forma deportiva después de pasar la COVID-19. La artemiseña, un ejemplo de constancia y dedicación a los entrenamientos, ha reiterado que se encuentra perfectamente, algo que comprobaremos en el tatami.
Su ruta rumbo a la discusión de las medallas no parece muy compleja hasta semifinales, cuando debe medirse a la brasileña María Altheman o a la francesa Romane Dicko, dos de las mejores exponentes de la división, quienes sí han estado muy activas durante la presente temporada con resultados destacados.
Para la delegación cubana en Tokio, es fundamental que el judo despierte y se suelte las amarras. En la próximas fechas, será crucial, en específico, la labor de Idalis Ortiz, quien busca mantener su liderazgo en la comitiva y, además, convertirse en la segunda judoca cubana de la historia con cuatro medallas olímpicas.
La armada
Por ahora, las mejores noticias para Cuba en los Juegos Olímpicos llegan desde la Arena Kokugican, donde los cuatro boxeadores que han escalado al ring han salido airosos. Este miércoles, Lázaro Álvarez (57 kg) y Arlen López (81) no pasaron sustos frente al iraní Daniyal Shahbakhsh y al argelino Mohammed Houmri, respectivamente, y ya están en cuartos de final.
Álvarez “El Príncipe”, dos veces bronce en citas bajo los cinco aros, superó a su rival persa por Referee Stops the Contest (RSC) en el segundo round, mientras Arlen comenzó su defensa del título con victoria por votación unánime. En la jornada anterior, Julio César La Cruz (91) y Roniel Iglesias (69), también abrieron con triunfos su aventura olímpica.
Este miércoles, también subió al cuadrilátero el cubano-azerí Loren Alfonso Domínguez (81 kg), quien derrotó al uzbeco Dishod Ruzmetov. Ahora Domínguez se medirá en cuartos de final al turco Bayram Malkan y, si gana, podría cruzarse con Arlen López en semis. Esta sería la segunda pelea entre cubanos en los Juegos, toda vez que Enmanuel Reyes (España-91 kg) enfrentará en cuartos a Julio César La Cruz.
Los boxeadores cubanos, aunque no tienen un camino de rosas por delante, son la mayor esperanza de la delegación antillana para mejorar la ubicación en el medallero. Como era de esperar, a Cuba se le han ido cayendo varios exponentes que nunca tuvieron posibilidades de colarse entre los mejores de los Juegos.
Ese es el caso, por ejemplo, de la dupla femenina del voleibol de playa, que perdió su segundo partido consecutivo en la fase de grupos. Leila Martínez y Lidianny Echevarría sucumbieron frente al conjunto del Comité Olímpico Ruso en dos parciales abiertos: 21-16 y 21-11.
Cubanos por el mundo
La actuación de los deportistas cubanos que compiten con otras banderas en Tokio se concentró en los deportes colectivos, al margen de la ya mencionada pelea de Loren Alfonso Domínguez, en el boxeo.
En el voleibol, Osmany Juantorena lideró a Italia con 22 puntos en la victoria contra Japón, mientras Wilfredo León (Polonia) recibió descanso en el triunfo de los europeos sobre Venezuela. Por otra parte, Yoandy Leal (Brasil) no corrió la misma suerte, pues los sudamericanos fueron barridos sin piedad por los rusos.
En el balonmano, Daymaro Salina y Alexis Borges aportaron seis goles a la causa de Portugal, pero no pudieron evitar la derrota contra el conjunto de Suecia.