Arasay Durán: balonmanista extranjera del año en la liga italiana

Con apenas siete años Arasay Durán anotó su primer gol en una cancha de balonmano en su natal Santiago. El atractivo por este deporte no tardó en apoderarse de ella. Comenzaron a llegar las medallas en Juegos Escolares y torneos juveniles. Coincidió en la selección nacional de mayores con una generación de chicas ávidas de triunfo. Desde su posición de interior izquierda los goles continuaron formando parte inseparable de su quehacer.

Fue una generación que puso todo el empeño en ascender a la elite del balonmano universal. El recuerdo de las arduas jornadas de entrenamiento, junto a abnegados técnicos y federativos, da fe de ello. Los partidos internacionales escaseaban, contrario a las dificultades del día a día. Arasay decidió probar suerte como jugadora profesional en la meca regional de este deporte: Europa.

El inicio no resultó alentador. Fue fichada por un club español donde increíblemente nunca tuvo el chance de salir a jugar. Llegó entonces otro contrato en tierras ibéricas que se vio terminado a partir de las dificultades financieras presentadas por la franquicia. Se trasladó a Italia y con ese transfer el destino empezó a sonreírle…

La conquista de un premio individual en la Serie A1 italiana devino ocasión propicia para conversar con Arasay. Goles, añoranzas y proyectos futuros convergen en esta plática.

Tu desempeño en el 2013, jugando para el equipo Amatori Handball Conversano de la Serie A1 italiana, fue espectacular. ¿Cómo valoras esta actuación?

Sin dudas esta resultó una gran temporada para mí. Terminé de líder goleadora en el circuito y fui elegida la mejor jugadora extranjera del año. Fue una experiencia muy agradable, porque desde que salí de Cuba estuve anhelando alcanzar un desempeño así. Como además se tradujo en premios individuales, el disfrute es mayor. Todos los atletas cubanos que juegan en ligas extrajeras sueñan con lograr rendimientos notables, es por ello que siempre salimos a dar el máximo.

Coméntanos sobre el equipo donde juegas, el Conversano.

Este año estamos en el primer lugar de la liga. Solo se permite una jugadora extrajera por club, por tanto soy la única no italiana en el Conversano. En total somos 20 jugadoras y resalta Giusy Ganga, que era integrante de la selección nacional de Italia y fue seleccionada mejor balonmanista de la Serie A1 en el 2013. También la portera Martina Giona que hace dos años ganó el campeonato con el club Teramo.

En estos momentos estamos en primer lugar de la liga. En ella participan ocho equipos y se juega un todos contra todos a dos vueltas, con partidos de ida y vuelta. Los cuatro primeros en la tabla de posiciones pasan a los play off al mejor de tres juegos. Los vencedores discuten el título también de tres a ganar dos. El club que se corone participa en los torneos europeos. Esta temporada será el Salerno, último monarca de la Serie A1.

¿Hay más balonmanistas cubanas jugando en Italia o en otras ligas profesionales?

Aquí en Italia se encontraba activa Damaris Bencomo con el club Teramo, pero ya hace dos años que no juega. Ahora nada más estamos Suleiky Gómez en Brasil y yo.

Perteneces a una generación que obtuvo buenos resultados a nivel regional con la selección nacional de la isla. Recuerdo que junto a Suleiky, Lisandra Lusón, Nadezza Valera, Yohania Martí, entre otras atletas, formaban un equipo con grandes perspectivas.

Tienes razón. Fuimos monarcas centroamericanas en Cartagena de Indias 2006. Al año siguiente nos llevamos el subtítulo en los panamericanos de Río. También participamos en un preolímpico, en Leipzig, Alemania, que daba una plaza para la cita estival de Beijing 2008. Allí terminé como máxima goleadora, aunque no logramos obtener el boleto en disputa. Éramos un equipo muy fuerte, con mucho talento, pero que apenas jugaba partidos al máximo nivel.

Considero que ese equipo llegó un momento en que le faltó motivación, a partir de las difíciles condiciones de entrenamiento, el casi inexistente fogueo internacional…

Sinceramente mantener la motivación nos resultaba difícil debido a las dificultades para entrenar. A pesar de ello, nuestros técnicos y los dirigentes de la federación hacían lo imposible por mejorar esos hándicaps y nosotras entrenábamos duro, y a la hora de jugar lo dábamos todo en el tabloncillo. El tema de la escasa participación en eventos internacionales y el desconocimiento que teníamos de la elite universal eran cuestiones que también nos afectaban mucho.

¿Se sentían distanciadas de los principales equipos europeos?

A priori te confieso que sí. Nuestro desconocimiento nos hacía pensar que la distancia que nos separaba de la elite en Europa era mucha. Esa idea preconcebida cambiaba en las ocasiones que lográbamos enfrentarnos a alguno de esos equipos. Nos dábamos cuenta que lo que nos faltaba era juego al máximo nivel porque el talento, la preparación física y las aptitudes necesarias las teníamos.

¿Cuándo se produce tu debut profesional?

Comencé a jugar como profesional en el 2012 con el club Kukullaga de la liga española. Ese mismo año la franquicia tuvo problemas económicos para afrontar la siguiente temporada y por ello me transferí a Italia.

¿En el 2010 no fuiste contratada por otro  club español: el Club León Balonmano?

Sí, pero imagina que con ese equipo nunca me dieron la oportunidad de salir a jugar. Con el Kukullaga lo hice por poco tiempo, así que en España no tuve la posibilidad de demostrar todos mis conocimientos en la cancha.

¿Cuba?

Cuba es el país donde nací, la extraño a diario y mucho. Igual sucede con mi familia, amigos y vecinos y sé que ese sentimiento es recíproco. Cuando jugaba con la selección nacional también pasaba tiempo alejada de ellos, pero las posibilidades de que estuviéramos al tanto unos de otros eran mayores. Ahora es diferente y sí que desde esta distancia se extraña mucho a las personas que quieres y al pedacito de tierra del cual te consideras parte inseparable.

Vamos a soñar un poquito…Si las autoridades deportivas en Cuba por fin se decidieran a dialogar, desde el respeto y el concilio de intereses individuales y federativos, con los atletas de la isla que actualmente se desempeñan en ligas profesionales por todo el mundo. ¿Aceptaría Arasay Durán jugar de nuevo con la selección nacional?

Si a partir de los nuevos cambios que se han implementado en la política deportiva en Cuba esa posibilidad se da, aceptaría seguro.

¿Sería posible conformar un equipo competitivo y con opciones de clasificar a las olimpiadas de Rio 2016?

Estoy segura de ello. Si mi generación se reúne de nuevo en el equipo Cuba, juntas trabajaríamos para llegar a Río. En su momento supimos demostrar, en  las competencias en que participamos, que había que contar con nosotras más allá de las adversidades que comentamos. Ahora, con mayor madurez y experiencia sobre las canchas, el sueño olímpico pudiéramos convertirlo en realidad.

Foto tomada del sitio web www.locasport.it
Foto tomada del sitio web www.locasport.it
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