La pertiguista cubana Yarisley Silva se tituló monarca universal bajo techo, en la fecha de cierre de la lid planetaria que acoge la ciudad polaca de Sopot. Yarisley aseguró la medalla de oro al ser la única atleta en sobrepasar en el primer intento los 4.70 metros, pues las otras tres finalistas que superaron esa marca lo hicieron después de fallar una o dos ocasiones. La próxima altura a la que fue colocada la varilla (4.75m) le resultó esquiva a todas, incluida la campeona estival del 2012, Jennifer Suhr, que había renunciado a los 4.70m.
Fue una competencia donde participaron las principales exponentes de la pértiga mundial. Además de Yarisley y de Suhr, entre las doce finalistas estuvieron la brasileña Fabiana Murer, la alemana Silke Spiegelburg, la británica Holly Bleasdale, así como la local Anna Rogowska. En definitiva ninguna de ellas acompañó a la cubana en el podio, pues las preseas de plata (fueron dos por terminar con idénticos resultados) correspondieron a la rusa Anzhelika Sidorova y la checa Jirina Svodobá.
Silva, nacida en la provincia de Pinar del Río acumuló un solo fallo para llegar al 4.70m ganador, que además resultó su mejor marca de la temporada. Tras renunciar al 4.30m inicial, comenzó su secuencia de saltos superando de manera consecutiva el 4.45m y el 4.55m. La siguiente altura, 4.65m fue la que tuvo que vencer en la segunda oportunidad, lo que supuso una mayor presión competitiva, ya que otras seis atletas habían sobrevolado dicha marca en el primer salto. Una vez más, Yarisley demostró ser una pertiguista capaz de imponerse a la hora cero, cuando superó el 4.70 en el intento inicial.
Con este título en la cita bajo techo de Sopot 2014, la discípula de Alexander Navas, mantiene su paso ascendente dentro del universo de la pértiga mundial. Oro panamericano en Guadalajara 2011, un año después en las Olimpíadas de Londres fue subcampeona y en el mundial al aire libre, celebrado en Moscú en el 2013, se adueñó del metal bronceado. En su primera incursión en un mundial indoor (Estambul 2012), había finalizado en la séptima posición con registro de 4.55m.
La jornada deparó otras dos alegrías a la pequeña delegación de la isla (seis atletas) que participó en la cita. Los triplistas Ernesto Revé y Pedro Pablo Pichardo lograron plata y bronce respectivamente en su especialidad. Revé se estiró hasta los 17.33m en su segundo salto, registro que lo mantuvo como líder del evento hasta la última ronda, cuando el ruso Lyudman Adams logró sobrepasarlo por apenas cuatro centímetros: 17.37m, válidos para ceñirse la corona universal. Vale destacar que, tras un foul en su tercer intento, Revé no volvió a saltar, al parecer lesionado o resentido de alguna dolencia. Mientras, Pichardo aseguró la tercera plaza también en la ronda del adiós con 17.24m.
En la tabla general Cuba se ubicó en la séptima plaza por países con un título e igual cantidad de medallas de plata y bronce. Por puntos el lugar ocupado fue el doce.