Por primera vez desde 2019 la Serie Divisional de MLB regresó al Target Field de Minnesota y los Twins no quisieron perder la oportunidad de homenajear a dos de sus grandes astros: el estelar serpentinero Johan Santana y el legendario Joe Mauer. El venezolano es el único miembro de la franquicia que ha ganado dos premios Cy Young, y el receptor es el tercer hombre con tres títulos de bateo para el equipo tras los inmortales Rod Carew y Tony Oliva.
Santana y Mauer lanzaron la primera bola antes del tercer partido entre Minnesota y Houston, suceso que supuestamente iba a servir inspiración a los Twins en su batalla por avanzar a la Serie de Campeonato por primera vez en veintiún años. Sin embargo, los verdaderos Astros de la tarde fueron José Dariel Abreu y Yordan Álvarez, hijos ilustres de Cuba, quienes remolcaron 6 de las 9 carreras de los siderales en una categórica victoria de 9-1.
Uno a la derecha y otro a la zurda, ambos desenfundaron sus espadas y a golpe de batazos tomaron por asalto el feudo de los Mellizos, quizá la franquicia que mejor conoce la calidad de los peloteros cubanos en todo el circuito beisbolero de Estados Unidos. Desde 1913, cuando todavía eran los Washington Senators, hasta 2022, más de 50 jugadores antillanos pasaron por la organización.
Baldomero Pedro “Merito” Acosta, Don Gilberto Torres, Julio “Jiquí” Moreno, Conrado Marrero, Willy Miranda, Carlos Paula, Camilo Pascual, Pedro Ramos, José Valdivieso, Zoilo Versalles, Tony Oliva, Sandy Valdespino, Leo Cárdenas, Luis Tiant, Liván Hernández o Kendrys Morales son algunos de los cubanos más reconocidos que formaron parte de la franquicia, la cual, pese a la tradición histórica, no cuenta ahora con ningún pelotero de la isla.
Ese, probablemente, sea un pecado notable en la actualidad, porque los jugadores antillanos están de moda y dejando huella en Las Mayores. No tardaron en comprobarlo los Twins este martes, porque en el mismo episodio de apertura Yordan y Abreu silenciaron la grada del Target Field. El tunero pegó un doble y poco después anotó con un jonrón de tres carreras a la cuenta de “Pito”, quien conectó su primer estacazo de vuelta completa con Houston en postemporada.
El batazo recorrió 442 pies hasta las entrañas del bosque izquierdo, donde dio la impresión que todos los parciales de Minnesota quedaron petrificados. Y no es para menos, en cuestión de minutos los Astros transformaron en pesadilla la emoción inicial de la fanaticada local con una tempranera ventaja de 4-0 frente a uno de sus principales lanzadores: Sonny Gray.
“Es cierto, la multitud se quedó en silencio un poco después de eso. Pero simplemente salimos e intentamos hacer nuestro mejor juego y conseguir la victoria”, dijo Abreu, quien conoce perfectamente el Target Field y a los Twins, sus rivales durante nueve años en la división Central de la Liga Americana cuando jugaba para los Chicago White Sox.
En ese parque, el cienfueguero había conectado 14 jonrones desde su debut en Grandes Ligas en 2014. Además, los Twins son el segundo equipo que más cuadrangulares (28) ha soportado del “Fenómeno de Mal Tiempo”, que tiene a Cleveland (29) como víctima favorita.
“Este es un estadio que conozco bien. Jugué mucho aquí en nueve años. Afortunadamente pudimos hacer los cambios correctos para anotar carreras, y estoy orgulloso y agradecido de haber podido obtener la victoria”, añadió Abreu, quien demostró cómo puede un pelotero resurgir en momentos importantes, incluso ante oponentes con todas las herramientas para superarlo.
Una prueba contundente es, justamente, su vuelacercas de la primera entrada contra Sonny Gray. “Pito” logró conectar un sweeper —el lanzamiento de moda en MLB— a 83,6 millas que se quedó colgado en el medio de la zona. Sin desespero, aguantó y barrió con su típico swing para lograr una conexión que salió disparada a 109,2 millas con un ángulo de salida de 22 grados. Fue un misil que Gray no vio venir.
¿Hay algo extraordinario con este batazo más allá de la evidente muestra de poder de Abreu? Pues sí. Durante la temporada regular, Sonny Gray fue un fenómeno con su sweeper, envío que utilizó el 20,4 % del tiempo y ante el que los rivales no le dieron jonrones y solo le batearon .097 con un slugging de .118; por mucho el mejor de la liga. Abreu, en cambio, despachó un cuadrangular y dejó un promedio de .150 y un slugging de .250 contra el sweeper.
Sin importar lo adversa que podía ser la situación y lo complicado que era enfrentarse a un lanzador con un arma tan sólida, el cubano afrontó el reto con confianza y salió ganando. “Creo que en la vida a veces también es importante no dejarse caer. Es muy importante mantener la cabeza en alto”, aseguró Abreu, quien pegó otro cuadrangular en la novena entrada y terminó el partido con 5 remolques.
Este es exactamente el tipo de impacto que esperaban los Astros cuando apostaron por firmar a José Abreu en noviembre de 2022. Cierto que su temporada no fue tan consistente como en años anteriores, pero tuvo un cierre muy sólido, al punto que logró la tercera mayor cantidad histórica de impulsadas (28) para un pelotero de Houston en el mes de septiembre, cuando se jugaban la clasificación a la postemporada.
“Necesitas a esos tipos que impulsan carreras, especialmente en el medio de alineación, bateando detrás de Kyle Tucker y Yordan Álvarez”, dijo el mentor de los Astros, Dusty Baker, sobre la producción de Abreu, quien tuvo una jornada de récord.
El sureño es el primer cubano con par de vuelacercas y cinco remolques en un partido de postemporada, algo que solo habían conseguido otros 28 jugadores en la infinita historia de los playoff en Grandes Ligas. Como detalle significativo, ninguno de ellos lo hizo con más de 36 años, excepto Abreu, quien amaneció hoy con 36 años y 255 días de edad. ¡Leyenda!
También se agotan los calificativos para Yordan Álvarez. Este martes, en medio de la locura desatada por el rendimiento de Abreu, el colega Reinier González Jr. me envió un mensaje poco después de las siete de la noche: “Yordan es el primer bateador en la historia de la postemporada de MLB que en un lapso de tres juegos conecta cuatro jonrones y al menos par de dobles. ¡The King!”.
Al ver este dato, enseguida indagué y encontré otro igual de revelador: el tunero es solo el décimo jugador en la historia de los playoff que, en una misma campaña, pega 4 vuelacercas en un lapso de tres partidos. Solo lo habían conseguido antes Lou Gehrig (1928), Bob Robertson (1971), Reggie Jackson (1977), Juan Igor González (1996), Bernie Williams (1996), Alex González (2003), Carlos Beltrán (2004), Cody Ross (2010) y Giancarlo Stanton (2020).
Obvio, estos datos salieron a la luz luego de que el tunero agarrara una recta de Bailey Ober y la mandara a volar por el jardín derecho a 364 pies. “This guy is on a different plane right now”, exclamó el comentarista del partido durante la transmisión. Esa frase casi no necesita traducción, pero si la interpretamos en el más claro español vendría siendo algo como “Yordan Álvarez es un extraterrestre”.
Con ese batazo, se reafirmó como el líder en cuadrangulares de la presente postemporada, además de colocarse a solo un bambinazo de igualar a Randy Arozarena (11) en la cima de los máximos jonroneros cubanos en playoff.
A quien sí superó Yordan fue a Yulieski Gurriel, pues además del vuelacercas pegó par de dobles y llegó a 24 extrabases en postemporada, uno más que el Yuli. Además, el slugger se convirtió en el primer jugador de los Astros con dos partidos de tres extrabases en playoff. Los únicos jugadores de la franquicia que han conseguido este rendimiento al menos una vez en octubre son Craig Biggio, Carlos Correa, José Altuve y Jeremy Peña.
Justo al final del partido y tras la estelar presentación de Yordan, otro comentarista, entre risas, aconsejó a todos que no le lanzaran al cubano, sin importar en qué situación estuvieran. En esa misma línea, los periodistas presentes en la conferencia de prensa pospartido le preguntaron a Rocco Baldelli, mentor de Minnesota, si habían llegado al punto de pensar en no lanzarle al cubano.
Baldelli se limitó a reconocer el talento de Yordan, pero fue un tanto evasivo y no quiso poner más carga sobre sus lanzadores de cara a lo que viene. De hecho, dijo que le habían trabajado bien, a pesar de que los resultados dicen lo contrario.
Cuando le preguntaron a Dusty Baker sobre el mismo tema, el manager de los Astros sonrió y dijo sonriente: “Si puedes batear, puedes batear. Él es uno de los mejores bateadores del béisbol y tiene una enorme concentración. Su swing es muy corto para ser un hombre tan grande. Quiero decir, la mayoría de los hombres grandes tienen swings más largos. Es muy tranquilo y confiado”.
¡Qué pase “El Bombi”!
En la presente postemporada se han conectado 40 jonrones entre todos los equipos y Cuba es la nación extranjera con mayor protagonismo en este apartado, con nueve batazos más allá de los límites. Le siguen Venezuela (cuatro) y República Dominicana (dos). De todos esos vuelacercas, quizás ninguno haya provocado tanto estruendo como el que pegó Adolis García este martes en el Globe Life Field de Texas.
Frente a 40 861 fanáticos, “El Bombi” —como le conocen— “enderezó” una recta de 94,1 millas de Dean Kremer y la sacó entre el jardín izquierdo y el central. La pelota salió disparada a 107,5 millas y voló a 418 pies del plato. Fue el típico no doubter, como se le conoce en Estados Unidos a esos batazos que serían cuadrangulares en cualquiera de los 30 estadios de Grandes Ligas.
“Sentimos la conexión desde el principio. Siento esa conexión con los fans, y es recíproco. Yo juego así. Juego con mis emociones. Siempre que hago algo bien en el campo lo demuestro. Creo que la gente lo aprecia y creo que es algo realmente hermoso que tenemos”, dijo Adolis después de culminar el partido en el que los Rangers derrotaron 7-1 a los Orioles y aseguraron su clasificación a la Serie de Campeonato por primera vez desde hace doce años.
En aquel momento (2011), Adolis no había salido de Cuba, de hecho, ni siquiera había explotado como estrella de las Series Nacionales. En cambio, el avileño sí estuvo hace dos años cuando los Rangers perdieron 102 partidos, la mayor cantidad de derrotas de la franquicia desde 1973.
“Precisamente por haber vivido eso es que disfruto tanto todo lo que hago. Yo fui parte de aquel proceso de muchas derrotas. Como el equipo, también hice mis ajustes para mejorar. He tenido muchos fracasos en mi carrera. He estado allí en el fondo. Creo que cuando llegas a ese punto, en el que nos encontramos ahora, sabes cómo actuar. Ha pasado un largo tiempo y ahora realmente estamos disfrutando”, añadió Adolis, quien ha sido el cubano con más jonrones (41) en 2023, sumando la temporada regular y los playoff.
Su progresión ha sido permanente y no solo en cuanto a totales. Si bien impuso marcas personales de cuadrangulares y remolques, lo más notable es que mejoró su disciplina y enfoque en el plato. Además, encontró la fórmula para aumentar la velocidad de salida de sus batazos y, por ende, su porcentaje de Hard Hit (conexiones que salen a más de 95 millas).
Un compendio de todo eso se ha podido ver en su debut en postemporada. Adolis ha conectado al menos un imparable en cinco partidos seguidos, igualando a Randy Arozarena y a Yoenis Céspedes con la tercera mejor racha de un cubano para iniciar unos playoff. Ahora mira hacia arriba a Bert Campaneris (8) y Yulieski Gurriel (6), dueños de las mejores cadenas de juegos con jit iniciando octubre.
Esto lo agradecen mucho los Rangers, aunque en honor a la verdad el equipo ha mostrado múltiples armas para liquidar a los contrarios. Con los Orioles acabaron a golpe de batazos: le anotaron 21 carreras en tres partidos, con 12 extrabases (siete dobles y cinco jonrones) y OPS de .878. Además, sus lanzadores han respondido aceptablemente, con efectividad de 3,33 en 27 entradas.
Este martes, por ejemplo, Nathan Eovaldi completó siete entradas con una sola carrera en su cuenta y siete bateadores retirados por la vía de los strikes. La última vez que un abridor de Texas tuvo una salida así fue en 2011 (Derek Holland). Ese año llegaron a la Serie Mundial. No hay manera de predecir si continuarán con esta línea y podrán llegar al Clásico de Otoño nuevamente, pero ahora mismo son un rival muy peligroso.