El 10 de febrero del 2019, en el estadio Rod Carew de Panamá, Cuba jugó su último partido en Series del Caribe. Los Leñadores de Las Tunas, representantes antillanos de aquella edición, perdieron 1-3 en la final contra los anfitriones. Desde entonces, pasaron 1453 días hasta que finalmente un equipo de la isla regresó al clásico beisbolero de la región con una victoria sobre Curazao, debutante en la competición este jueves.
En el arranque de la 65 edición del torneo que organiza Venezuela, los protagonistas cubanos tras esta espera de mil y una noches fueron los Agricultores del mentor Carlos Martí, quienes se burlaron de múltiples pronósticos y remontaron un marcador adverso en el tercio final para llevarse la victoria con pizarra de 3-1 sobre los WildCats KJ74.
Los lanzadores César García y Andy Vargas se encargaron de retirar diez entradas al ritmo de una sola carrera y seis jits permitidos, mientras Andrés de la Cruz pegaba un jonrón salvador en el octavo y Guillermo Avilés remolcaba la carrera decisiva en extra innings.
Martí, fiel a su estilo, apostó por su abridor en siete entradas y le salió perfecto en el debut de Agricultores en Series del Caribe. César dibujó una gran apertura de 99 pitcheos, de los cuales 61 cayeron en zona buena. El derecho mezcló muy bien sus envíos y logró mantener a raya a la tanda curazoleña, que tenía a cinco hombres con experiencia en Grandes Ligas en el lineup.
César retiró siete episodios sin grandes complicaciones, respaldado en buena medida por su defensa, que fabricó par de jugadas de doble matanza. En términos generales, el líder de la rotación de los Agricultores se puso delante en el conteo ante 17 de los 28 bateadores que enfrentó y solo concedió siete batazos elevados.
Según el colega Drian Bernal, de Pelota Cubana USA, el último lanzador que obtuvo siete entradas admitiendo una carrera o menos para un elenco cubano en clásicos caribeños fue el también granmense Lázaro Blanco, contra los Charros de Jalisco en la edición del 2019.
No obstante, el momento crucial del partido llegó en el octavo round, cuando el torpedero Andrés De la Cruz logró lo que parecía muy difícil: un cuadrangular en el Fórum de La Guaira. El feudo de los Tiburones en la Liga Venezolana es uno de los estadios más complicados para pegar jonrones, especialmente cuando tienes el viento en contra.
Sin embargo, De la Cruz se voló la barda ante los envíos del relevista Shairon Martis, uno de los lanzadores curazoleños con experiencia en MLB. El veterano había entrado como apagafuegos en el octavo episodio y con un lanzamiento sacó el primer out. Acto seguido, puso el conteo en 3-1 para que Andrés explotará una recta en el corazón de la zona. La línea salió por todo el bosque izquierdo y empató el juego.
Este fue un premio un tanto inesperado, porque De la Cruz era el noveno de la tanda cubana, un bateador sin experiencia internacional que hace muy poco tiempo fue dejado en libertad por su provincia de origen —Guantánamo— y recaló en Las Tunas, donde se convirtió en un jugador importante, al punto de ganarse un puesto en la Liga Élite, un torneo de carácter selectivo.
Tras el jonrón del “Caciquito”, como le llaman a De la Cruz, se necesitaba que el bullpen respondiera, y fue entonces cuando comenzó la jornada de Andy Vargas. El capitalino maniató a una ofensiva de Curazao que se notó falta de ritmo y desesperada por momentos. El joven de 22 años tiró 24 pitcheos (20 de ellos strikes) en tres entradas sin admitir daños, al punto que solo le conectaron un jit. De esa forma consiguió la victoria.
El choque se fue a extra inning y la regla del corredor en segunda se aplicó. En esa instancia, nos encontramos con una grata sorpresa, la disciplina en home plate de los bateadores cubanos, quienes se habían visto algo impaciente en turnos con hombres en circulación. Guillermo Avilés llevó la cuenta hasta 3-2 contra Martis, y finalmente conectó un sencillo al derecho para colocar delante 2-1 a Agricultores. A continuación, tres de los cuatro bateadores que entraron al rectángulo tomaron bases por bolas (una de ellas intencional) para completar la remontada.
Este fue el triunfo número 65 para Cuba en Series del Caribe, y el decimocuarto desde el 2014, cuando la isla regresó a la competición por primera vez luego de más de medio siglo.
Así se cumplen mis expectativas para este equipo, que no sale como favorito frente a ninguno de los rivales fuertes del torneo. De perderse los demás juegos, ya quedaría satisfecho. Ojalá los dioses del béisbol quieran hacer un milagro y, al menos, clasifiquemos a la semifinal, pero, una cosa es con guitarra y otra con violín. Por lo pronto, me quedo con la famosa frase de “iniciar con el pie derecho siempre es bueno”.
Mañana, los Agricultores enfrentarán a República Dominicana, que perdió en su estreno frente a México. Los quisqueyanos contaron con una faena monticular del experimentado zurdo cubano Raúl Valdez, quien lanzó siete entradas de dos carreras y cinco jits, pero vio como los Cañeros aztecas remontaban ante el relevo del Licey.
Valdez quedó muy cerca de igualar a Camino Pascual, José “Carrao” Bracho y Rubén Gómez ,con la mayor cantidad de victorias en Series del Caribe (6). No obstante, consiguió una joya desde la lomita y llegó a 70 entradas de labor en el clásico de la región, a solo 4.1 del récord en los anales de la competición, que comparten José Bracho y Rubén Gómez.
Para el duelo entre dominicanos y cubanos este viernes, el mentor Carlos Martí le informó al colega Miguel Rodríguez que dependería del derecho pinero Jonathan Carbó, mientras por los Tigres del Licey se subirá al box el zurdo Domingo Robles, quien militó en las filas de las Estrellas Orientales durante la última temporada, con efectividad de 0.81 en 33.1 innings.