Evaluando al prospecto: un guantanamero que quiere ser “Gigante”

Yorlis Luis Rodríguez es uno de los jóvenes talentos del béisbol cubano que busca cumplir su sueño de jugar en Grandes Ligas, pero todavía tiene camino por delante.

Yorlis Luis Rodríguez es uno de los prospectos cubanos que sueña con llegar a Grandes Ligas. Foto: Captura de Youtube.

Las granjas de los equipos de MLB se han repletado en los últimos años de prospectos cubanos. La gran mayoría de estos jóvenes —y es una cantidad porcentualmente en ascenso— que se insertan en el conocido sistema de Ligas Menores, ni siquiera jugaron en Series Nacionales, pues salieron de su país siendo adolescentes con un objetivo claro: perseguir el sueño de firmar con organizaciones del Big Show.

El desarrollo de estos talentos transcurre sobre todo en academias de béisbol de República Dominicana o en México, donde tienen la oportunidad de pulir sus herramientas y trabajar en los fundamentos básicos del juego, aspecto este último en el que habitualmente presentan lagunas por el déficit competitivo que arrastran de las categorías menores en Cuba.

Y justo en tierras dominicanas y mexicanas se gestan un grupo importante de los primeros contratos profesionales en las carreras de los talentos antillanos, quienes pasan por los períodos de firmas de prospectos internacionales y luego avanzan, poco a poco, rumbo a la inserción en el sistema de Grandes Ligas en Estados Unidos.

Trayectos de este tipo son cada vez son más comunes para los peloteros cubanos, lo cual nos colocará, en menos de lo que canta un gallo, a las puertas de un fenómeno muy novedoso: muchos chicos que nunca llegaron a tener un turno en los torneos nacionales serán nuestros representantes de Grandes Ligas en el futuro.

Evaluando al prospecto: brillo cubano en las granjas de MLB

La época en que estrellas como “Pito” Abreu, Yuli Gurriel o Yoennis Céspedes —por solo mencionar algunos— salían de Cuba y enseguida debutaban con éxito en MLB está cerca de terminar, de hecho, ya hay hombres que apenas fueron vistos en los diamantes de la Isla y ahora triunfan en Estados Unidos, como Yordan Álvarez, Yoan Moncada, Luis Robert o Adolis García.

Precisamente, en este espacio vamos a descubrir los perfiles de la nueva hornada de cientos de prospectos cubanos que se mueven en los distintos niveles de las Ligas Menores, luchando por progresar y conseguir su ascenso a MLB.

Para arrancar, les traemos al infielder guantanamero Yorlis Luis Rodríguez (22 años), quien se desempeña esta temporada con los San José Giants, plantel afiliado a los San Francisco Giants en la categoría Clase A.

Natural de Baracoa, Yorlis fue miembro del equipo nacional que participó y ganó el Campeonato Mundial Sub-15 del 2014 en Mazatlán, México, donde anotó diez carreras. Después salió de Cuba y, en el 2017, logró un contrato con San Francisco por un bono de 300 mil dólares durante el período de firmas internacionales.

En aquel momento, el guantanamero se desempeñaba en el campo corto. En sus primeras evaluaciones, los scouts lo ubicaron como un jugador de poder medio, un brazo de alto calibre y manos de seda a la defensa. En aquel punto, era considerado un diamante de 17 años listo para ser pulido.

El tiempo ha pasado desde entonces y Yorlis ha vivido un giro en su carrera. De entrada, no ha jugado ni un solo partido como torpedero en Ligas Menores, donde ha recibido oportunidades en tercera (76 choques y 644 innings) y segunda (47-395.2). Como muchos jugadores de su generación, su desarrollo se vio interrumpido por la temporada perdida debido a la pandemia, pero ha logrado tener mayor continuidad entre 2021 y 2022, en las cuales ha experimentado una progresión cualitativa.

Yorlis comenzó su camino en las Menores desde el 2018 en la categoría Rookie, donde bateó .323/.409/.445 (Average/Promedio de embasado/Slugging), con 30 anotadas, 26 remolques, 50 imparables y 13 extrabases en 41 partidos. En el 2019 arrancó en el mismo nivel, pero rápidamente ascendió a Clase A (corta) y se sintió el cambio, pues su OPS disminuyó hasta .636 después del .854 que logró en el 2018.

Fue entonces cuando vino el parón abrupto por la pandemia, la cual provocó un vacío competitivo de año y medio. El regreso a la acción se produjo el pasado año, alternando nuevamente entre la categoría Rookie y Clase A, en las cuales no estuvo mal (18 extrabases, 32 anotadas, 21 impulsadas y OPS de .778 en 52 choques) tras tanto tiempo sin actividad.

Gracias a ese desempeño, Yorlis ha logrado mantener un desarrollo cualitativo, porque ha ido ascendiendo en el complejo entramado de categorías de Ligas Menores. Este 2022 inició en los San José Giants de Clase A, donde hasta el momento su rendimiento ha sido inestable.

Para tener una idea, su OPS hasta el 20 de mayo era de .843, pero finalizó el último fin de semana con .658, un descenso de casi 200 puntos. En los primeros 27 partidos de la contienda conectó 35 imparables en 114 oportunidades válidas, con cuatro jonrones, siete dobles, un triple, 14 remolques y 17 anotadas.

Si tomamos como referencia el rendimento de Yorlis hasta esa jornada del 20 de mayo, hay muestras claras de madurez deportiva y una técnica de bateo más depurada. Su evolución desde que militaba en selección nacional cubana de categorías menores hasta el presente se encamina a imprimir más fuerza a las conexiones y lograr que todo el cuerpo sea protagonista de los batazos.       

El resultado está a la vista. En el 2021, el guantanamero conectó 18 extrabases en 210 comparecencias (uno cada 11.66), mientras en el primer tramo de la actual temporada (hasta el 20 de mayo) pegó 15 en 122 (uno cada 8.13).

Los batazos de jonrón también han sido parte de la metamorfosis. Entre el 2018 y 2019 solo logró dar cuatro cuadrangulares en 398 viajes al plato. En el 2021 pegó seis en 210 comparecencias y en el 2022 llevaba cuatro en 122, pero suma ya 76 turnos ofensivos en línea sin vuelacercas.

Por otra parte, su promedio de bateo sobre bolas puestas en juego (BABIP) fue de .315 en el 2021, subió hasta .397 en los primeros 27 partidos del 2022 y ha caído a .307 luego de un mes de junio de muy bajo rendimiento.

En sentido general, Yorlis ha dado muestras de adaptación, progreso e inestabilidad. Por ejemplo, en abril de este año promedió .245 sin jonrones y 20 ponches en 57 comparecencias, en mayo mejoró a .275, con cuatro cuadrangulares (incluido un juego de dos) y 23 ponches en 91 visitas al plato, pero en junio ha vivido su mayor descenso, pues batea .147, sin bambinazos y solo dos remolques luego de 34 turnos oficiales.

Otro punto importante a tener en cuenta a la hora de valorar su avance es la disciplina en el plato. Si bien ha incrementado la frecuencia de ponches (17.6 % en el 2021 contra 25 % en el 2022) y disminuido la de bases por bolas (6.2 % en el 2021 contra el 4.3 % en el 2022) ha incrementado desde 1.71 picheos vistos por turno al bate en el 2018 hasta 3.339 en el 2022.

Los ponches se incrementan como parte de la dinámica establecida para chocar con más fuerza la pelota, al igual que cambiar su ángulo medio de salida. En el 2021 cedió siete outs de rolling por cada 10 de fly, mientras que en el 2022 disminuyó a cinco los outs por el suelo. Evidentemente, ha modificado el swing buscando poner más pelotas en zona de peligro y ha visto un resultado en el proceso.

Si algo no ha cambiado desde su firma es la velocidad. Es capaz de convertir un sencillo en doble o de llegar a tercera con conexión extraviada a los jardines. Solo le falta poner un poco de esa pimienta en función de ganar bases extras (10 bases robadas en 19 intentos en toda su aún corta carrera).

Yorlis Luis Rodríguez es un prospecto cubano que ya tuvo el primer “breakout” de su carrera en el pasado mes de mayo. Ha cambiado la posición en el cajón, el swing y se está tomando una tacita de café en cada turno antes de producir. Sus conexiones salen con mayor velocidad y sigue corriendo las bases como si su vida dependiera de ello.

En el proceso, ha convertido a la esquina caliente del Excite Ballpark, parque con más de 75 años de historia beisbolera, en su casa de todas las noches. De igual manera lo hicieron Madison Bumgarner y Buster Posey más de una década atrás, dos de las figuras legendarias de los Giants.

El talento está allí y lo que pudimos ver en mayo habla de la disciplina y el compromiso con su futuro. De Yorlis, seguramente, tendremos que seguir hablando, pues quizás se convierta en el cubano número 17 en jugar con los Gigantes de San Francisco y el primero desde que Álex Sánchez lo hiciera en el 2005.

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