José Abreu acaba de ganar el segundo Bate de Plata de su carrera en las Mayores, curiosamente en su primer año con menos de 25 jonrones y 100 remolques, y en su peor campaña en término de jits (132), anotadas (68) y promedio de embasado (325).
Quizás esos detalles han llamado la atención del inicialista cienfueguero, quien se propone trabajar durante la temporada baja con Marcos Hernández, su instructor en Cuba desde que tenía 18 años.
La noticia fue develada por Scott Merkin, de MLB, quien sostuvo una conferencia telefónica con el slugger de las Medias Blancas de Chicago, a propósito de su segundo Bate de Plata. “Hemos estado trabajando juntos desde el 2016, pero nada formal. Él sabe mucho sobre mi bateo y va a ser de gran ayuda.
“Uno quiere estar cerca de personas que se preocupen por ti y que pueden ayudarte a mejorar. Él es una de esas personas”, apuntó Abreu, quien está a las puertas de su sexto curso con las Medias Blancas, aunque hay diversos rumores que lo ubican como una pieza de cambio antes de entrar en la agencia libre el próximo año.
No obstante, el cubano ha manifestado su interés en permanecer como parte fundamental de la organización y en ser protagonista del proceso de reconstrucción por el cual atraviesan.
“Nada de eso está en mis manos ahora. En caso de que la próxima temporada sea la última, me gustaría agradecer a las Medias Blancas y a todas las personas que han estado cerca de mí, especialmente al dueño (Jerry Reinsdorf), quien ha sido excepcional conmigo”, sentenció Abreu.
“Trato de no pensar en eso porque realmente creo que voy a ser parte de la organización por largo tiempo. Pero ya veremos. Sé que esto es un negocio y de esa manera es que hay que afrontarlo”, añadió el sureño.
Sobre su relación con Marcos Hernández y los planes de cara al invierno, Abreu aseguró que el principal objetivo es trabajar para mantener el enfoque en la zona de strike y buscar mayor precisión en el swing, en aras de pegar directamente a la pelota, aspectos que han sido muy difíciles de pulir.
“Va a ser muy bueno para mí. Tengo muchísima confianza en él y ciertamente trabajamos muy bien. Esta es la mejor manera de enfocar la próxima temporada, en la que quiero comenzar bien, no como en esta, que tuve un arranque lento. Quiero empezar la temporada tan bien como pueda y llegar a los entrenamientos de primavera en buenas condiciones”, explicó Abreu.
El cubano mostró plena confianza en Hernández, quien, según sus palabras, lo conoce mejor que él mismo, sobre todo en las cuestiones relacionadas con su bateo.
De acuerdo con el reporte de MLB, Abreu se sorprendió y lloró cuando supo que había ganado el Bate de Plata, un premio de consuelo tras una contienda complicada, en la cual se perdió más de 30 partidos entre una cirugía ambulatoria en la parte baja de la ingle (torsión testicular) y una infección en el muslo derecho, provocada por un vello enterrado.
“La gente sabe cuánto trabajé día tras día. Creo que esta fue una recompensa por todo el esfuerzo, a pesar de que no tuve mi mejor temporada. Es gratificante”, concluyó.