Sangre cubana reina en la Serie del Rey

Justo sesenta años después de su primer título, los Pericos de Puebla se coronaron campeones de la Liga Mexicana de Béisbol y lo hicieron con sangre cubana en su nómina.

El pelotero cubano-americano Peter O'Brien (izquierda) se coronó campeón de la Serie del Rey en México con los Pericos de Puebla. Foto: Pericos de Puebla.

En 1963, los Pericos de Puebla ganaron su primer campeonato en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) con el cubano Tony Castaño al mando del conjunto. Santiaguero, natural de Palma Soriano, el mánager era muy reconocido y se convirtió en una figura distinguida de los circuitos aztecas, con experiencias en Puebla, Yucatán, Veracruz o Nuevo Laredo.

Aquel equipo tenía sangre cubana, no solo en su director. Formaban parte de la nómina el jardinero Ángel “Cuco” Toledo y los lanzadores Julio “Jiquí” Moreno y Tony Díaz, quienes aportaron de conjunto más de 20 victorias en aquella campaña. Con ese título, Castaño no solo se convirtió en una leyenda para los Pericos, sino que además dio continuidad a su exitosa carrera como mentor, que incluyó dos coronas de la Serie del Caribe con los Elefantes de Cienfuegos, sin obviar su paso exitoso por el Havana Sugar Kings en 1960.

Justo en 2023 se cumplieron sesenta años del triunfo de Tony Castaño y los Pericos de Puebla, y la organización no encontró mejor forma de celebrar el aniversario que con otra victoria en la Serie del Rey, la quinta de su historia. Como hace seis décadas, los cubanos estuvieron presentes.

El cubano-americano Peter O’Brien se coronó campeón de la Serie del Rey en México con los Pericos de Puebla. Foto: Tomada de MiLB.

Aunque no nació en Cuba, Peter O’Brien no olvida sus raíces antillanas, pues su mamá es oriunda de la isla. Ahora, por segunda ocasión en tres años, ha vuelto a tocar la cúspide del béisbol mexicano, esta vez, con el conjunto verde, que derrotó en seis desafíos a los Algodoneros de Unión Laguna.

Si algo ha caracterizado a O’Brien en su paso por las ligas de la región es que ha sido buen bateador. Algunos recordarán su rendimiento en la Serie del Caribe 2020, cuando fue elegido Jugador Más Valioso del campeonato. Entonces jugaba con los Toros del Este de la Liga Dominicana.

Sus números generales en la Serie del Rey no son asombrosos: sólo consiguió 4 jits en 19 veces al bate y su promedio ofensivo fue de .210. Sin embargo, la mayoría de esos imparables fueron en momentos fundamentales.

Por ejemplo, en la séptima entrada del primer choque de la final, los emplumados le iban ganando a los Algodoneros por la mínima (3-2) y O’Brien logró agrandar la ventaja luego de un gran turno al bate contra Jake Jewell, a quien le conectó un cuadrangular solitario por el jardín izquierdo. Lamentablemente, el bullpen de Puebla no pudo aguantar la ventaja (especialmente Elkin Alcalá).

Otro momento clave fue en el tercer cotejo. Después de que Unión Laguna se llevara los dos primeros juegos como anfitriones, Peter tomó las riendas y abrió el marcador en la segunda entrada para los poblanos del Hermano Serdan, con un jonrón frente a Aldo Montes. Ese partido lo ganarían los Pericos 8-2.

En general, en los 24 juegos de postemporada que disputó O’Brien frente a Águila de Veracruz, los Diablos Rojos, los Leones de Yucatán y los Algodoneros, despachó 5 jonrones, impulsó 13 carreras y anotó 12, mientras recibió 7 bases por bolas y 39 ponches. Es resumen, no cerró con un buen OPS (.548).

Aunque no se coronaron campeones, el habanero Albert Lara y el cubanoamericano JC Escarra, consiguieron muy buenos números en la postemporada con el conjunto de Unión Laguna. Escarra fue el bateador que más jonrones conectó en los playoff (7) y el segundo que más carreras impulsó (20), solo superado por Chris Carter (23), el MVP de la final. Además, anotó en 16 ocasiones y recibió 14 bases por bolas.

En 6 juegos de la Serie de Rey, Escarra remolcó 4 carreras, recibió 3 boletos, y pegó 6 imparables, entre ellos un vuelacerca hacia el jardín derecho contra Jesús Huerta en el cuarto juego, exactamente en la parte alta del tercer episodio, para desempatar el encuentro y dar ventaja de 2-1 a los Algodoneros.

Lara nunca se ha caracterizado por ser buen bateador; pero es un jugador que cumple defensivamente en el campocorto. Su promedio de .286 en la postemporada es bueno y en 24 juegos anotó en 15 ocasiones. Hace un mes analizamos que la sorpresa de la temporada era el regreso de Yosmany Guerra, pero la campaña de Lara hay que tenerla en cuenta. Albert solo había jugado en una contienda antes, en 2022 con los Olmecas, y apenas disputó 33 choques. Este año, en 50 partidos con Unión Laguna, logró ganarse un puesto.

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Los mejores cubanos de la postemporada

Henry Urrutia, en solo 5 juegos, fijó un promedio de bateo de .318. En el caso de Yadir Drake, en 15 partidos de postemporada con los Leones de Yucatán anotó 10 carreras y ligó igual cantidad de imparables, además acumuló un average de .274 y conectó dos batazos de cuatro esquinas.

Felix Pérez, el Jugador Más Valioso de la pasada contienda, llegó a la postemporada con los Toros de Tijuana y aunque su conjunto no fue uno de los contendientes para llevarse finalmente la Copa Zaachila, el oriundo de Isla de la Juventud dejó métricas dignas de un pelotero de su calibre.

En 10 partidos, Pérez acumuló 5 jonrones, mientras anotó 13 carreras y le otorgaron 8 pasaportes, dejando un promedio de bateo de .316. Además, se robó 3 bases y su slugging de .711 fue el cuarto mejor entre todos los bateadores de los playoff.

Después de la victoria de los Pericos en seis juegos contra los Algodoneros, se cerraron la cortinas de la temporada 2023. No obstante, fue un año de grandes actuaciones para los nuestros, desde la gran temporada de O’Brien hasta el año de Yoennis Yera o Yunesky Maya. Gracias a ellos, el béisbol cubano continúa dejando una enorme huella en la Liga Mexicana.

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