El 2015 quedó en el pasado, y dijo adiós con muy poco para alardear por parte de la armada profesional de boxeo cubano. Doce meses que se diluyeron en el tiempo sin muchas penas, pero también sin muchas glorias para más de una treintena de pugilistas que prueban suerte en disímiles rincones del planeta y que sueñan cada noche con brillar en el panorama rentado.
Aun así, los aires del 2016 se reciben con pensamientos renovadores.
“El pasado año comenzó muy mal para los boxeadores cubanos en general, debido a la inacción de los mejores, peleas que no significaron mucho para otros y hasta la incomprensible retirada de un campeón como Richard Abril. En medio de todo, los púgiles tuvieron que lidiar con la creencia de que no venden, de que su estilo no gusta, que están demasiado atados a la escuela amateur”, opinó el periodista deportivo Jorge Ebro a OnCuba.
Sin embargo, continua Ebro, en el segundo semestre se vivió cierto repunte, sobre todo al final con el regreso de hombres claves y las buenas actuaciones de Yunieski González y Sullivan Barrera, así como la del prometedor Yunier Dorticós. “Ojalá puedan iniciar esta nueva etapa con la fuerza de ese buen momento”.
Para tener una idea clara de cómo cerraron el pasado año y de cómo abrieron el nuevo varios de los principales boxeadores nacidos en esta tierra, nos remitimos a los listados clasificatorios publicados por la prestigiosa cadena deportiva ESPN, por demás una Biblia en materia de puños en la actualidad.
De acuerdo a su edición digital, un par de cubanos lideran sus categorías y otros cuatro se regodean entre los 10 mejores. Los líderes son dos sobradamente conocidos en nuestro archipiélago y por motivos muy semejantes. Ambos sumaron incontables triunfos cuando se preparaban en el Centro de Entrenamiento Orbeín Quesada, La Finca, y ambos, juntos, escaparon de la delegación de la Isla que compitió en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.
Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara, los mismos que solicitaron visas al consulado de Alemania en Brasil en 2007, antes de que fuesen encontrados y deportados a Cuba, son los líderes de los pesos supergallo y mediano junior, respectivamente.
El santiaguero Rigondeaux (17-0, 10 nocauts), incluso, eleva su pedigrí cuando se le menciona como el séptimo mejor libra por libra, y uno de los fajadores con mayores aptitudes técnicas, pero que, a la postre, no deleita a los entendidos por su estilo escurridizo, tan parecido al de Floyd Mayweather Jr.; cosas del negocio y suerte de la vida.
Dos veces monarca olímpico, el indómito dejó al planeta impresionado con una soberbia actuación ante el filipino Nonito Donaire en 2013, aunque la desilusión reinó entre las televisoras. Tiempo después, no ha cambiado su rutina, y su “pobre” credibilidad lo llevó, primero, a hacer carrera en Asia, región donde los pequeños gozan de protagonismo, y, segundo, a perder por inactividad hace unos pocos meses dos cinturones.
Una opción de brillar, que vino como especie de ultimátum y que tuvo frente al igual filipino Drian Francisco por el canal HBO y Pago Por Ver (PPV), pero nuevamente dejó sobrevivir a un rival escondido, hasta llegar a un éxito unánime en las boletas. “El Chacal” necesita tirar más, duro y a “matar”, si su verdadero deseo es deslumbrar y ser recordado; de lo contario, a pesar de ser un extraclase perteneciente a una raza en extinción, estará condenado al templo de los que pudieron ser mitos y no fueron.
Lara (22-2, 13), por su parte, se ha labrado un camino más despejado. Peleó, por ejemplo, con el “Canelo” Álvarez en julio de 2014 pugna que lo puso en el centro del huracán, y que aún muchos cuestionan la decisión dividida favorable al mexicano, ahijado del legendario Oscar de la Hoya.
Con tres defensas de su título regular mediano de las 154 libras de la Asociación Mundial, la última de ellas el 25 de noviembre pasado ante el desvanecido ex campeón de peso welter de 39 años, el esloveno Jan Zaveck, el American Dream es, entre los cubanos, uno de los señalados para estar presente en escenarios extravagantes y para hacerse dueño de bolsas económicas jugosas, también extravagantes.
Cabe mencionar que el nicaragüense Román González, ranqueado número uno hoy, ganó en su último combate medio millón de dólares. Lara frente a Zaveck, en Florida, sin las grandes televisoras, llenó sus bolsillos con 700 mil. Además, resulta propicio resaltar que siempre se ha mostrado interesado en contender con los principales rivales de su división o a aquellos cercanos a sus kilogramos. El kazajo Gennady Golovkin sabe de sus arremetidas, pero el euroasiático y su promotor hacen caso omiso a las invitaciones y mantienen otros nombres en sus mentes.
Ni “Rigo” ni Lara tienen un oponente confirmado para comenzar sus actuaciones este 2016, tiempo señalado como determinante para sus carreras. La armada boxística depende mucho de sus actuaciones, ellos son de los más promocionados y conocidos.
ESPN también colocó a dos dentro del top ten de las 135 libras. Quinto marcha el monarca ligero de la Federación Internacional (FIB), el habanero Rancés Barthelemy (24-0, 13), mientras que como octavo se regodea el guantanamero Yuriorkis Gamboa (25-1, 17), a quien le bastó un regreso para sonar entre los mejores de una división que, si somos sinceros, no es la suya.
El hermano de Yan (Barthelemy), titular bajo los cinco aros en Atenas 2004, debió abandonar las 130 libras porque su cuerpo no resistía tal peso, sin embargo, subió y rápidamente hizo de las suyas al maniatar de forma unánime al zurdo ruso Denis Shafikov, el 18 de diciembre en Las Vegas, en el evento principal de Premier Boxing Champions.
En este momento, el invicto fajador tiene en mente a rivales de mayor alcurnia, para poco a poco escalar posiciones en lo que parece su categoría natural. Jorge Linares, Anthony Crolla, Dejan Zlaticanin y Terry Flanagan pueden mencionarse como sus retos a mediano y corto plazo.
En tanto, el “Ciclón de Guantánamo” regresó al ensogado tras 13 meses de ausencia, después de haber sido un tipo bien cotizado. El pasado 19 de diciembre ganó sobre el estadounidense Hylon Williams, y ahora, a sus 34 años, espera la unión de varios factores para dar continuidad a una carrera que parecía a punto de extinguirse. Una buena promoción (luego de tantos dilemas) y un golpe de suerte son elementos que, de conjugarse, pueden colocar a este enérgico boxeador en programas de primer nivel.
Cuba presenta a uno de sus pugilistas con protagonismo en la categoría superpesada. Incluso, no sería equivocado mencionar que Luis Ortiz (24-0, 21) es el antillano de moda. Aun cuando ESPN lo coloca en el escaño número 6, al camagüeyano se le avizora un futuro promisorio. Un zurdo de seis pies, cuatro pulgadas y 240 libras, que se mueve en el encerado como un mediano, aunque debe pulirse su técnica y trabajar un poco más en su desprovista defensa.
“King Kong” irrumpió en la escena al obtener el cinturón interino vacante en octubre al superar al argentino Matías Ariel Vidondo. (Antes lo había conseguido pero fue suspendido por doping). Mientras que exhibió oficialmente su carta de presentación el 19 de diciembre al superar con amplitud a Bryant Jennings (KO, séptimo round), que venía de perder ante el mismísimo Wladimir Klitschko.
Por ahora, está a la expectativa de la revancha Klitschko- Tyson Fury, sin fecha, para lidiar por una unificación, o la espera de que el norteamericano Deontay Wilder se exponga a sus golpes demoledores, algo que muy pocos creen.
El otro cubano que aparece en los listados es Sullivan Barrera (17-0, 12) entre los semicompletos. Clasificado número 8, ya enseñó las uñas el 12 de diciembre al convertirse en uno de los retadores obligatorios del campeón unificado, el ruso Sergey Kovalev. Ese día dominó desde todo punto de vista a un antiguo candidato al título mundial, Karo Murat, con un triunfo por nocaut en el quinto asalto.
OnCuba también dialogó con Eric “El Tigre” Castaños, uno de los entrenadores cubanos insertados en el profesionalismo, para quien el 2015 fue un año positivo y resaltó lo logrado por Barrera, que aún se mantiene imbatible. “Se consolida para candidato al título de las 175 libras. Eso no es fácil y él está muy cerca de conseguirlo”.
Además, brinda alto protagonismo a los restantes nombrados entre los mejores de su peso y recuerda que otros más trabajan en los gimnasios y se encuentran a la espera de tener una oportunidad de oro para brillar ante especialistas y promotores.
Atrás quedaron nombres como Joan Pablo Hernández o Richard Abril, monarcas que perdieron sus tronos en 2015. De este último, llegan noticias desde la Isla de la Juventud que sugieren una posible reaparición en pocas semanas, con lo que dejaría un rato la finca y la cría de puercos, y enseñaría su magia sobre el cuadrilátero. En tanto, evolucionan otros como el referido Yunier Dorticós (20 -0, 19) y el ex-Domadores Marcos Forestal (4-0, 3).