Canastas cubanas en El Salvador

Orestes Torres (d) con la camiseta del club Santa Tecla de la Liga Mayor de El Salvador. Foto: El Tecleño.

Orestes Torres (d) con la camiseta del club Santa Tecla de la Liga Mayor de El Salvador. Foto: El Tecleño.

La escuadra cubana de baloncesto masculino que participará en la próxima clasificatoria mundialista desde este 23 de noviembre necesita el mayor aporte de los jugadores contratados en ligas foráneas. Dentro de ellos, los que actúan en El Salvador podrían ser vitales en las aspiraciones del director técnico Yoanis Zaldívar para logra un buen resultado en la complicada llave C.

Cuba comparte el grupo con México, Puerto Rico y los Estados Unidos y a todas luces parece la cenicienta de la llave. Por eso, hombres como Osmel Oliva, Orestes Torres y Lisván Valdés deberán apelar a toda la experiencia adquirida en la liga salvadoreña cuando vistan el uniforme de la selección nacional.

La Liga Mayor de Baloncesto de El Salvador tiene incluso para algunos especialistas un nivel superior al futbol que se juega en el país centroamericano. En sus clubes militan jugadores extranjeros de países con tradición, como Puerto Rico y los Estados Unidos. Otros son trotamundos y van de país en país, haciendo méritos para llamar la atención de clubes en ligas más importantes.

Para los cubanos que juegan allí la experiencia ha resultado sin dudas importante, tanto por el rigor de los entrenamientos como de los propios juegos. En las duelas salvadoreñas, los de la Isla han ganado en liderazgo de cara a las próximas competencias y lo más importante: han mostrado buenos resultados en una liga muy superior a la nuestra.

La armada cubana en números

De los cuatro jugadores contratados por intermedio de la Federación Cubana, tres se incluyeron en el Juego de las Estrellas previo al play off final del Torneo Clausura de la Liga Mayor de Baloncesto. El más destacado de todos resultó el artemiseño Osmel Oliva quien, a pesar de estar en el modesto Rápido de la Unión –octavo lugar de la clasificatoria con balance de 14-13–, tuvo un desempeño destacado.

Osmel Oliva conduciendo la pelota en un partido de la liga salvadoreña. Foto: Perfil de Facebook del jugador cubano.
Osmel Oliva conduciendo la pelota en un partido de la liga salvadoreña. Foto: Perfil de Facebook del jugador cubano.

Oliva acaparó varios liderazgos en su club. Tuvo la mayor eficiencia de todos los jugadores del Rápido al promediar 26,2 puntos por partido. Fue líder en asistencias con 6,1 por encuentro, así como en robos de balón con 2,3. Cierto que acaparó el liderazgo negativo de pérdidas de balón con 3,6 pero lo solventó con 4,1 recuperaciones.

Por demás, fue séptimo en total de puntos anotados en toda la liga salvadoreña, con 702 y fue considerado por los medios como uno de los mejores extranjeros en la competición. Excelente estreno para el de Artemisa.

Los otros dos cubanos en el All Stars de la Liga Mayor fueron los capitalinos Orestes Torres y Lisván Valdés, quienes jugaron con el equipo Santa Tecla,  primer lugar de la etapa clasificatoria con balance de 23-5 igualado en la cima con los Brujos de Izalco.

Torres, curtido a nivel internacional y con experiencia previa en El Salvador, promedió 17,6 puntos por partido con siete rebotes. Además, tuvo una buena efectividad desde la larga distancia con 30,8 por ciento, algo muy positivo para un hombre acostumbrado a jugar bajo las tablas.

Orestes Torres en una acción en el aro. Foto: Perfil del Santa Tecla en Twitter.
Orestes Torres en una acción en el aro. Foto: Perfil del Santa Tecla en Twitter.

Por su parte, Lisván Valdés logró números parecidos a los de su coequipero, con promedio de 17,5 puntos y una excelente efectividad desde la larga distancia con 37,8 por ciento. Ambos promediaron aproximadamente 29 minutos por partido, por lo que estuvieron bastante tiempo sobre la cancha.

Mucho tuvo que ver con la buena temporada del Santa Tecla la incorporación de Raynel Panfet como entrenador auxiliar del técnico Alex Funes. El ex-director de Capitalinos es uno de los mejores entrenadores jóvenes de Cuba y conoce a la perfección las capacidades de Torres y Valdés, a los que entrenó durante varios años en la Isla.

El otro cubano contratado en El Salvador fue el pívot villaclareño Joel Cubillas, quien a pesar de su juventud aportó muchísimo al Rápido de la Unión. Aunque el lobo no estuvo en el Juego de las Estrellas promedió un doble-doble, algo bien difícil en cualquier baloncesto, con 14 puntos y 14 rebotes por partido. Terminó en sexto lugar entre los reboteadores en toda la liga, con 352, y sexto también en bloqueos con 52.

Completó el trío de cubanos en el Rápido el también pívot Arlen Alorda. El capitalino jugó por su cuenta en la liga, y fue el líder bajo las tablas de su club promediando para un altísimo 17,6 rebotes por juego además de 15,6 puntos, con lo que también estampó un excelente doble-doble en la campaña clasificatoria.

También con números destacados terminó el avileño Joan Luis Haití, igualmente por su cuenta en las canchas salvadoreñas. Haití vivió momentos difíciles: le pagaron solo la mitad del salario pactado, tuvo una situación migratoria complicada, pero pudo trasladarse a otras ligas del área. En EL Salvador, el “Papa” Haití militó en el Isidro Metapan, que terminó en cuarto lugar con 20-8 y lideró los rebotes en el equipo con un soberbio promedio de 18,5 por partido.

El avileño fue séptimo de la justa en porcentaje de canastas de dos puntos con un buen 57 por ciento. Además fue cuarto en porcentaje en tiros de campo con un 56 por ciento y tercero en promedio en perdidas de balón con 5. A pesar de su veteranía, el legendario búfalo demostró por qué es uno de los mejores jugadores cubanos de los últimos años.

El play off final

En el cierre del Torneo Clausura, los Periquitos de Santa Tecla se enfrentaron a los Halcones de Sonzacate. Tras caer en el primer partido, con aplastante score de 55-88, el segundo juego trajo la igualdad en el play off con protagonismo para los cubanos. El marcador final fue de 87-61, con 21 puntos y siete rebotes para Orestes Torres y 11 unidades a la cuenta de Lisván Valdés.

El tercer juego fue nuevamente victoria para los Halcones, esta vez en tiempo extra con pizarra final de 86-81, en un duelo en que los tecleños dejaron escapar unaa ventaja de diez puntos a cinco minutos del final. Fue el preámbulo del desenlace definitivo.

Lisván Valdés con la pelota frente a los Halcones, a la postre campeones de El Salvador. Foto: elsalvador.com.
Lisván Valdés con la pelota frente a los Halcones, a la postre campeones de El Salvador. Foto: elsalvador.com.

En el cuarto partido, los Halcones se coronaron finalmente. Fue un juego trepidante en territorio de los rapaces, en el que, según informes desde la sede, los cubanos recibieron insultos racistas desde el calentamiento y en el que Lisván Valdés no pudo jugar, sancionado por un encontronazo previo con un rival.

El partido terminó con una intervención policial y el reclamo de los tecleños debido a actos violentos del público local. A pesar del hostigamiento, Santa Tecla cayó por un cerrado marcador de 74-83, con protagonismo nuevamente para Orestes Torres que marcó 20 puntos y capturó 9 rebotes.

La derrota impidió que los cubanos alzaran el título en la liga salvadoreña, pero el subcampeonato es para ellos un resultado destacable. Esta experiencia en el Torneo Clausura de la Liga Mayor de Baloncesto resulta en resumen alentadora, tanto por las posibilidades que abre para próximas campañas –para los ahora protagonistas y para otros atletas que puedan insertarse en esa liga– como para la ya cercana ventana mundialista.

Desde El Salvador llegaron canastas importantes para el baloncesto cubano.

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