Antes del partido
En la previa, algunos profesionales enclavados en la sede hablaron de la posibilidad de un par de éxitos cubanos en la segunda fase, cosa que me pareció (y parece) más movida por sueños guajiros que por legítimos criterios especializados. Pero eso es puramente subjetivo; por ende, no puede considerarse un disparate. Lo que sí es lamentable es que a estas alturas, el entrevistador aún no haya caído en cuenta de que dos victorias NO garantizan la clasificación a las semifinales, toda vez que un trío de escuadras pueden terminar abrazadas con esa cosecha y habría entonces que aplicar el desempate. Ya se sabe: de informador a desinformador el tramo es corto.
En cuanto a las decisiones tácticas del mando nacional, la inhabilitación de Vladimir Baños le dio paso a Noelvis Entenza en el montículo, y aquí creo necesario detenerme. Pregunto: si se sabía de antemano que –por limitaciones reglamentarias- podíamos perder a Baños para este desafío cardinal, ¿por qué no lo sustituimos antes en aquel intrascendente juego contra China? Tres de las cuatro aperturas de Israel las ha hecho su as de pitcheo, Jason Marquis: he ahí una lección de cómo manejar las piezas en el ajedrez del Clásico Mundial.
Y dicho sea de paso, la alineación volvió a ser más de lo mismo: con Benítez en vez de Manduley; con Céspedes sobre Víctor Víctor Mesa. El conservadurismo tiene la palabra en el team Cuba.
Durante el encuentro
Todo sea dicho, Entenza lo hizo bien. Buscó las esquinas posibles (y las imposibles), tiró rectas que parecían cambios y consiguió salir de los atolladeros, hasta el punto de admitir un solo hit en cuatro entradas. Pero –siempre hay un pero- ese hit rubricado por Ryan Lavarnway empujó una carrera y anuló la temprana y mínima ventaja derivada del jonronazo del colosal Despaigne. Que llegó a tres cuadrangulares en el presente Clásico y pasó a liderar ese departamento (lleva siete) en la historia de la lid.
Por cierto, el vuelacercas del granmense resultó -como en el juego previo contra Australia- el único batazo remolcador de unos cubanos maniatados por el pitcheo israelí, especialmente por el referido abridor Marquis. Con 38 años a la espalda, el norteño de raíces judías fue una piedra en el zapato apoyado en la astucia acopiada en 15 campañas en las Ligas Mayores, algo muy parecido a la experiencia vivida ante Bruce Chen hace unos días. Anote el dato: entre Marquis y Chen suman prácticamente 80 abriles, pero también más de 30 en el mejor béisbol del mundo. Y eso nos ha pesado un mundo.
El sexto capítulo acabaría siendo decisivo, porque en él le marcaron dos veces a Yera (para mi gusto, más empleado de la cuenta) con la misma receta de la anotación a Entenza o de la que más tarde le fabricaron a Moinelo: esta es, descontrol y oportunismo. Nuestros serpentineros otorgaban la mar de boletos, y los estadounisraelíes conectaban el sencillo imprescindible para hacer que el ‘regalito’ nos costara. He ahí un problema gravísimo de los staffs domésticos, de lejos los que más bases por bolas han concedido en cuatro Clásicos.
Después del desafío
Ahora solo nos queda ganar y ganar, si queremos estar en las semis. Algo que, insisto, se pinta muy difícil con el nivel mostrado por Japón y Holanda. No obstante, solo el martes sabremos lo que le depara el porvenir a la escuadra de Carlos Martí.
Resumen
Momento clave: La rolata de Saavedra con bases llenas en el octavo episodio.
MVP de Cuba: Despaigne, por salvarnos de la humillación de la lechada.
La pifia del juego: Persistir con Benítez y Céspedes en la alineación suena a capricho.
La(s) frase(s) de hoy: Ya lo dijo quien lo dijo hace un ratico: “Estos son juegos muy tensos pero decisivos”. Si usted encuentra el sentido del uso de la conjunción adversativa, le agradecería que me lo explique. Y como me siento generoso, le dejo dos maravillas extras: “No es lo mismo estar perdiendo por una que por dos”, y “Este equipo de Israel no es jamón para nadie”.
Ganó: Z. Thornton. Perdió: Y. Yera. Salvó: J. Zeid. HR: A. Despaigne.
Dejados en base: 7. Cogido robando: R. Santos. Dead ball: A. Despaigne.
Strikes en primer envío-Bateadores enfrentados: Entenza 9-16; Yera 3-8; García 2-2; Moinelo 5-10; Torres 1-1.
Strikes cantados-Strikes tirándole-Fouls-Bolas en juego: Entenza 14-7-8-10; Yera 6-1-4-4; García 2-0-1-2; Moinelo 8-7-2-3; Torres 0-0-0-1.
Rodados-Líneas-Elevados: Entenza 4-1-5; Yera 0-0-2; García 0-0-1; Moinelo 1-0-1; Torres 1-0-0.
Puntuación del abridor: 55.
DEFENSA
Error: Y. Gracial.
Cogido robando: Y. Alarcón.
Double play: Manduley-Saavedra.
Ya no me interesa el Clásico. Ahora solo me entretiene lo que dicen los narradores y lo que va a escribir Juan Kubala sobre ellos. ! Qué de algo debo agarrarme !
Estos comunistas no les basto con destruir las industrias, las infraestructuras, la ganaderia, la industria azucarera, la agricultura, la eficiente propiedad privada , la prensa, las tradiciones , ect.. tambien destruyeron el beisbol , lo han destruido tanto que en su lugar transmiten el futbol dime algo señor mio. Son una plaga esta gente, hasta cuando, por mantenerse en el poder hunden la isla en el mar, que desverguenza.
A mi me gustó cuando uno de los especímenes narrantes dijo algo así como: “Rolling a tercera, el tercera base la capturó de línea, se acabó la entrada”.
¡Y pensar que ellos no se bajan del avión y talentos como Juanito (Kubala) ni se montan!
Estimado Kubala.
Leo siempre con gusto sus artículos. Sobre este comento:
No le parece un poco de regionalismo o piña (como lo conocemos acá) el actuar de Carlos Martí (entre los grandes males el menos grande, pero mal al fin)????? Criticar a grandes como Modesto y Rodolfo es un abuso de su parte. El cerebro de ellos no da para entederle y mucho menos para responderle.
todo se resume en 3 cosas, pesimos jugadores, pesima direccion y pesimos locutores !!
Todos sabemos que el peor equipo es el de Cuba, pero Uds. no creen que que sería sensato mover la alineación, con ello se podría hacer un mejor papel, si no se hace, nada se pierde, pues la actual va a seguir con el mismo resultado