Este sábado el equipo que integraron Arlenis Sierra, Marlies Mejías, Yudelmis Domínguez y Yoanka González finalizó por todo lo alto su participación en el Tour de San Luis, Argentina.
La primera ocasión en que se vio recorrer a una mujer en bicicleta las calles de la Habana el alboroto resultó colosal. El inusitado hecho aconteció en el lejano 12 de noviembre de 1894. Casi un año antes la revista Fígaro había publicado una reseña sobre las pioneras de esta práctica en la isla: un grupo de jóvenes matanceras, entre ellas Julia Bosch, que fue la primera cubana fotografiada mientras montaba su bici. Al parecer esa noticia no causó tanto revuelo en las elites capitalinas, pero ese día que presenciaron en vivo a Antonia Martínez paseando en dos ruedas por la vieja Habana, sí se dieron por aludidos.
Eran tiempos en que los aires de modernidad que llegaban desde Estados Unidos se hacían sentir en todos los órdenes de la sociedad cubana. Las prácticas deportivas no eran la excepción y se imponían con facilidad a sus pares españolas, consideradas símbolos inequívocos de atraso y barbarie. Por toda la isla se había extendido el béisbol y lo mismo sucedía con las velas, el tennis, el patinaje, el polo ecuestre, la natación y otras disciplinas. Si bien se estrenaban como espacios privativos de la hegemonía masculina, no pasaba mucho tiempo antes de que un piquete de chicas se decidiese a romper barreras de género y lo mismo se pusieran a jugar pelota que a competir en una regata de remos.
A la mayoría de los varones la idea de ver invadidos sus reductos favoritos de legitimación masculina no les agradaba. Asumir la modernidad resultaba genial, pero en este caso las mujeres era mejor que continuasen con sus labores domésticas, sus paseos a pie o en carruaje por alamedas, y en los bailes de salón.
Antonia Martínez no escapó a estas concepciones. Titina, como apodaban a esta gallega hija de padre cubano, tuvo que soportar todo tipo de improperios y burlas por su osadía. Hasta unos versos que trascendieron en el imaginario colectivo de la isla le dedicaron. Decían así: “Titina, titina, montando bicicleta, pero al doblar la esquina se le ponchó una teta.”
La inevitable irrupción de nuevas chicas atrevidas siguió causando malestar entre los varones. Un periódico de la época publicó el siguiente comentario: “No podéis creer ilustre señorita, que la emancipación de la mujer exija que sepa manejar el florete, que domine la bicicleta, que expuesta a las intemperancias y a las groserías arriesgue su tranquilidad y su pudor en la mesa de un café o vocifere en un club. Esa no sería una mujer, sería un fenómeno”.
El recuerdo del relato de Titina vino a mi mente mientras disfrutaba de los excelentes resultados que alcanzaron las ciclistas cubanas este fin de semana. Desde hace varios años, ellas son las protagonistas de los principales logros del deporte de las bielas y los pedales en la isla, medalla olímpica y podios universales incluidos. Agradable paradoja de la historia sin dudas.
El sábado el equipo que integraron Arlenis Sierra, Marlies Mejías, Yudelmis Domínguez y Yoanka González finalizó por todo lo alto su participación en el Tour de San Luis, Argentina. El evento constó de cinco etapas, con una contrarreloj incluida, y las chicas terminaron en el tercer lugar por colectivos, solo superadas por las monarcas estadounidenses del United Healthcare y el Club brasileño Funvic que conquistó el segundo puesto.
En la clasificación individual Marlies fue quinta y Arlenis octava entre las 85 pedalistas que concluyeron el exigente circuito. El título recayó en la norteña Alison Powers con 7 horas, 26 minutos y 35 segundos. Marlies fue la líder absoluta en la categoría sub 23 y Arlenis, a quien todos recordamos por su espectacular victoria en el evento de ruta de los panamericanos de Guadalajara 2011 donde Cuba copó el podio, terminó tercera entre las más jóvenes. La clasificación por puntos estuvo dominada por Yudelmis con 15 unidades, escoltada por Arlenis con 7 y con Marlies ocupando el cuarto escalón (5). Para Yoanka, única medallista de Cuba en el ciclismo olímpico, la lid representó su regreso a la arena internacional, después de par de años alejada de la bici por maternidad.
Hubo más alegrías este fin de semana. Otras dos estelares ciclistas de la selección nacional, las multimedallistas mundiales Lisandra Guerra y Yumari González, aseguraron la presencia de Cuba en la próxima lid planetaria que acogerá la ciudad colombiana de Cali del 26 de febrero al 2 de marzo. Si bien en esta oportunidad no hubo preseas en la última fase de la Copa del Mundo de Ciclismo de pista que acogió Guadalajara, ambas garantizaron con sus actuaciones los boletos para la cita del orbe. Lisandra concluyó en la cuarta posición en los 200 metros y fue quinta en los 500. Yumari terminó en igual puesto en el scratch.
Imagino la sonrisa eterna de Titina mientras desanda el desconocido “más allá”, y a aquellos que un día le desearon un ponche, y no precisamente en una de las ruedas de su bici, boquiabiertos e incrédulos ante tanto desparpajo femenino. Bien por ustedes chicas.
Foto de portada tomada del sitio www.biciclub.com