Los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe se desarrollarán en Veracruz, del 14 al 30 del presente noviembre, y una amplia comitiva cubana viaja con el objetivo marcado de reinar. La lucha es uno de los deportes llamados a aportar una buena suma de títulos.
Solo restan escasas horas para que comience el principal reto del deporte cubano en este 2014. La mira reposa en la ciudad mexicana de Veracruz, a donde marchan de manera paulatina más de medio millar de atletas nacidos en este país, en pos de recuperar lo que por tradición les pertenece.
En esta ocasión llegar a la meta de primeros parece mucho más difícil que antaño, por lo que pronosticar en esta oportunidad resulta un tema azaroso. Debido a ello, no se habla de un total de títulos, y sí de disciplinas, con sus respectivos objetivos, que pueden catapultar a la mayor de las Antillas a la cima, tras la ausencia hace cuatro años en Mayagüez, Puerto Rico.
No hay dudas, en busca de esa meta común sobresalen los exponentes del atletismo, del tiro deportivo, del remo, del tiro con arco y de los deportes de combates. Entre estos últimos, es inevitable resaltar al judo, al taekwondo, al boxeo y a la lucha, en sus dos modalidades.
Precisamente, Oncuba tuvo la suerte de acceder a Julio Mendieta, jefe de entrenadores de la preselección nacional del estilo libre de la milenaria competencia, quien tiene bajo su tutela a cinco gladiadores que no piensan en otro lugar que lo más alto del podio de premiaciones, y son conscientes de la importancia de sus contribuciones individuales.
“Nuestro colectivo tomó la decisión de hacer un primer grupo, y luego de ahí escoger a quienes se encontraban en mejor forma física y deportiva. Ello nos ayudó además a la excelente preparación ejecutada, pues los objetivos propuestos se han dado sin ninguna dificultad. Esto quiere decir que hemos estado exentos de problemas durante todo el ciclo de adiestramiento”.
La tropa finalmente conforma un equipo de lujo, que acrecienta su caché si tenemos en cuenta el nivel de la región, a pesar de que naciones como Venezuela, República Dominicana, México y Puerto Rico han tenido un ascenso cualitativo durante el último ciclo centroamericano. Incluso, los boricuas pueden gritar a los vientos sin amilanarse el hecho de poseer en Franklyn Gómez (65 kilogramos) a un subcampeón mundial.
No obstante, Alejandro “Calabaza” Valdés (65); el tres veces medallista en citas planetarias y tercero olímpico en Londres, Liván López (74); el doble vicemonarca orbital, Reineris “El Gimnasta” Salas (86); el quinto ecuménico en este año 2014, Javier Cortina (97), y el futuro de la división mayor, Eduardo Mesa (125), no deben dejar menos de cuatro títulos para la cosecha nacional, objetivo declarado por el propio Mendieta.
Al escribir estas líneas, y con la excepción del fornido Mesa, los restantes libristas se encuentran en una base de preparación en tierras quisqueyanas, en busca de pulir todos los detalles técnico-tácticos para encarar el reto que supone la venidera edición de los juegos regionales más antiguos.
La integración no muestra al hombre sorpresa de la modalidad en esta temporada, el guantanamero Yowlis Bowne, quien tras su bronce panamericano en Guadalajara´11 alcanzó como debutante en torneos universales la tercera posición hace unos meses en Taskent, Uzbekistán.
La explicación lógica la brinda su instructor: “Los cambios ejecutados por la Federación Internacional en cuanto al reglamento, pero específicamente en las modificaciones de las divisiones, dejan dos pesos fuera del calendario de los torneos multideportivos, ellos son los 61 y los 70 kilogramos. El primero es donde rivaliza este atleta, y dicho elemento lo aparta de la competición. No obstante, en él tengo cifrada muchas esperanzas rumbo a la olimpiada de Río de Janeiro, en un par de años, pues podría bajar de categoría, hasta los 57, la menor en que se rivaliza”.
Bowne también nos dejó sus impresiones, y mencionó que no ha dejado de entrenar para mantener la óptima forma atlética, y ayudar a sus homólogos en el colchón de alistamiento, así como que confía plenamente en que los planes se van a alcanzar.
Los resultados logrados en la liza mundial dictan el magnífico momento que vive la lucha libre cubana en la actualidad. Una medalla de plata, dos de bronce, un quinto lugar y la clasificación a la Copa del Mundo, con solo cuatro competidores, fue un saldo excepcional, y que eleva la autoestima ahora que se presenta un obstáculo presumiblemente de inferior altura.
Mijaín y el resto de la tropa
El hecho de que la presea dorada centrocaribeña sea la única que se le resiste a Mijaín López (130 kilogramos), de todos los títulos que pone en disputa la entidad rectora internacional, es un dato no muy fácil de digerir. La carencia de contendientes en su división en Cartagena de Indias ´06 y la ausencia de Cuba a Mayagüez son los únicos elementos que, objetivamente, se pueden conjugar para un desenlace que debe tener feliz término a finales de noviembre, pues este deporte comienza su andar el día 24.
El “Gigante de Herradura” hizo las maletas lleno de compromiso, pues es el abanderado de la delegación, tal y como aconteció en Londres ´12, y al ser interrogado manifestó la buena preparación que ha mantenido durante el curso que corre, el incentivo que brinda el ascenso en diez kilos de su división –antes eran 120-, y el poder aunar todas las coronas de su especialidad.
Igualmente dejó claro que estará en Brasil en busca de su tercer título bajo la sombra de los cinco aros, y que no se achica ante la juventud de ninguno de sus rivales, lo cual incluye al otomano Riza Kayaalp, a quien ha derrotado convincentemente en sus dos últimas confrontaciones.
El estilo grecorromano se completa con Ismael Borrero (59), Miguel Martínez (66), Alexey Bell (75), el experimentado y medallista planetario Pablo Shorey (85) y el mundialista juvenil Yasmani Lugo (98).
La modalidad no tiene en este minuto el glamour que mostró, por ejemplo, en la última década del siglo pasado, con nombres como Filiberto Azcuy, Juan Luis Marén o Lázaro Rivas, todos en su momento dentro de la elite. Sin embargo, aunque en menor cuantía, no existen dudas de que volverán con más de un título, sin contar el primer lugar de Mijaín, pues ese viene casi de plantilla.
Las féminas buscan su sitio
Las mujeres solo combaten en la lucha en el estilo libre, y fue precisamente en un evento semejante, pero hace ocho años, donde las cubanas debutaron en la arena internacional, por lo que es fácil advertir que es una disciplina joven en nuestro panorama deportivo. Allí, como fieles gladiadoras, no se fueron en blanco. Nada que ver. Dos coronas, un subtítulo y par de bronceadas fue el saldo general de aquella presentación inicial.
Ahora el panorama es muy distinto, pues se han desarrollado casi a la velocidad de la luz, y la salud es muy buena, según afirmó la campeona panamericana Katerine Videaux, quien será nuestra representante en los 63 kilogramos.
“Las seis chicas esperamos tener un gran resultado. Vamos bien. Estamos trabajando en la parte táctica, el físico es lo mejor que tenemos y nos sentimos listas para un buen rendimiento”, sentenció la holguinera.
La igual reina continental Lisset Echevarría (75) encabeza a las féminas, junto a Cándida de Armas (69), Yacqueline Stornell (58) y las menos ranqueadas Yusnelis Guzmán (48) e Idirmis Acea (53), las cuales tendrán una tarea harto difícil, ya que el nivel del área en este género goza de buena salud. Tres cetros serán bienvenidos por dos elementos: el primero, porque mejorarían la actuación de la cita precedente; el segundo, porque con un nulo fogueo foráneo serían capaces de demostrar otra vez que andan con pasos firmes y seguros en busca de la gloria.
Números finales
En Cartagena de Indias´06, la lucha de manera general tributó 12 coronas, tres platas y dos bronces al medallero final, lo cual fue un agradecido aporte a la obtención del primer lugar por países en aquella edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ese cúmulo de preseas situó a la mayor de las Antillas al frente del deporte, algo que ocurre en la tabla general y de forma abrumadora.
Cuba ostenta 155 oros, 19 subtítulos y 11 terceros lugares, muy por encima de Venezuela (32-63-62) y México (31-56-39). Así que la mesa está servida, y lo más común que puede suceder es que nos acerquemos bastante al desempeño de la competición anterior y, por ende, se despeguen otros pasitos en el historial del evento.