El nombramiento de Eduardo Paret como manager de Villa Clara para la venidera Serie Nacional fue una de las grandes noticias beisboleras del fin de año en Cuba. Muchos esperaban la designación del mítico torpedero anaranjado para un equipo que, tras el título conquistado bajo las riendas de Ramón Moré el 18 de junio de 2013, no ha hecho otra cosa que dar tumbos en nuestra pelota.
Sobre el Villa Clara pesa una especie de maldición que los persiguió durante 18 años entre 1995 y 2013–período en el cual perdieron seis finales consecutivas–, y ahora una segunda etapa con un quinquenio de sinsabores. Desde que terminó la era Moré en 2015 todos coincidían en que el hombre clave no podía ser otro que Eduardo Paret, pero el santaclareño declinó la oferta. La bola caliente cayó en las manos de Vladimir Hernández, quien alcanzó un cuarto lugar en su campaña intermedia, y tuvo otras dos temporadas para el olvido.
Desde la época de Pedro Jova, que alcanzó cinco finales consecutivas y un triplete histórico entre 1992 y 1995, no existía tanta unanimidad en un nombramiento. Y eso en la pelota cubana es casi imposible de conseguir. Prensa, aficionados, especialistas y jugadores se han mostrado muy contentos con la elección del “Pionero” como timonel.
Y es que el nuevo director del Villa Clara se ganó a todo el público desde su irrupción en el mundial juvenil de 1990 celebrado en la capital. Fue clave en los tres títulos naranjas que lo llevaron al Cuba olímpico de Atlanta en 1996 donde fue el torpedero Todos Estrellas.
Tras una increíble sanción que lo privó incluso de entrar al estadio Sandino, el mismo que rendirá a sus pies en 2018, regresó a la selección nacional desde 2001 hasta 2009. Lo ganó todo en esa nueva etapa. Repitió el título olímpico en Atenas 2004, fue el capitán de la histórica selección que alcanzó la medalla de plata en el Primer Clásico Mundial y encendió la mecha con un jonrón en la primera entrada ante Daisuke Matsuzaka después que los nipones hicieran racimo de cuatro carreras.
Por si fuera poco fue elegido en 2005 como el mejor pelotero del Mundo por la IBAF debido a su desempeño en el torneo del orbe de ese año. Pero la imagen que guardan todos los villaclareños es su regreso en 2010 con dos temporadas prácticamente sin jugar. En el play off semifinal ante Santiago de Cuba, el rival histórico, salió a su territorio de siempre, hizo dos engarces espectaculares y decidió con indiscutible. Es una de las ovaciones más grandes que tributaron los aficionados del Sandino de Santa Clara.
Paret fue todo entrega. Un jugador con una inteligencia exquisita que lo llevó a robarse 474 bases, para situarse en el tercer lugar histórico. Tuvo una excelente línea ofensiva de por vida de 293/405/424. Un hombre con una paciencia extraordinaria en el home, la misma que llevará seguro como director. Eduardo Paret consiguió 1061 boletos en series nacionales, y puede trasmitirle esa inteligencia al que sea designado como hombre proa naranja.
Debe rescatar la velocidad en función de la ofensiva en un equipo que solo robó 13 bases en la temporada clasificatoria (se situó en el duodécimo lugar empatado con Ciego de Ávila y Guantánamo) y fue capturado en 23 ocasiones. Debe devolverle la mística a uno de los cuatro grandes de la pelota cubana. Debe rescatar la historia de un equipo que ha sido pura desazón en el terreno en los últimos años. Aunque Eduardo Paret no es mago todos los villaclareños son optimistas y, repito: conseguir la unanimidad en la pelota cubana es casi imposible.
LO QUE DICEN LOS EXPERTOS
Para Francys Romero, destacado analista de béisbol, este nombramiento sin experiencia previa puede resultar controvertido: “Los managers debutantes no han demostrado usar nuevos procedimientos de dirección. Muchos directores enfrentan el juego sin un estudio del rival y escasa información. Ojalá Paret pueda traer algo nuevo. En sí ya es un logro para el equipo, Paret es de los peloteros más respetados y seguidos en Cuba, pero tiene que superarse a sí mismo, es la única manera de que su triunfo esté garantizado”.
Daniel Guemechu Alfonso, editor multimedia en Las Mayores.com (Dpto. en español de la MLB) y escritor del blog especializado en béisbol Corte4, cree que era un final predestinado:
“El nombramiento de Paret no es más que un hecho que estaba escrito en el destino del Villa Clara. Cuando yo iba al Sandino siempre le decía a mis amigos que un día Paret iba a ser el director del equipo naranja”.
Para Guemechu Alfonso la condición de capitán del Villa Clara y de la selección nacional otorga un plus a su nueva función: “Eso demuestra qué sabe cómo dirigir, o al menos, liderar a un grupo de hombres con un mismo objetivo”. Pero resultará clave el futuro cuerpo de dirección: “Habría que ver de quiénes se rodea el nuevo director. Y me refiero al cuerpo técnico que elija. Porque no sé si Paret tendrá conocimientos profundos sobre el manejo del pitcheo, pero en Villa Clara siempre han sobrado excelentes entrenadores en esa área que lo pueden asistir correctamente”.
Este especialista establece un paralelismo entre dos íconos de la pelota villaclareña: “El nombre de Eduardo Paret en Villa Clara, significa hoy, lo mismo que el de Víctor Mesa años atrás. Solo espero que las historias no terminen de la misma manera”. Cuba entera y sobre todo los villaclareños esperan que los finales no sean iguales.
Oscar Luis Portales es el estadístico de las trasmisiones deportivas radiales de Villa Clara y también se muestra muy optimista: “Paret mostró siempre dentro del terreno una disciplina ejemplar y fue el ídolo de varios de los jugadores prometedores con que Villa Clara cuenta en la actualidad. Estoy convencido totalmente que el Villa Clara de la SN 58 será otro”.
Portales hace énfasis en el cacareado championismo que tanto daño le hace al béisbol cubano: “También va a necesitar total apoyo del trabajo de Ariel Pestano al frente del sub 23. La provincia siempre quiere ganar es cierto, pero quiere ganar más en la serie nacional que en el sub23. Deberían limitar en el sub-23, a un número determinado de entradas a lanzadores importantes para el Villa Clara grande, y dar mucho juego a los más prometedores”.
Una de las figuras claves en la nueva era del beisbol villaclareño (como para todas) será Fredy Asiel Álvarez. Oscar Luis Portales ofrece datos curiosos que no dan “muchas garantías” para la relación entre el lanzador de Corralillo y el ex torpedero, por cosas del juego de pelota: “El último juego de Paret como jugador activo fue frente a Ciego de Ávila en el séptimo juego del play off de la serie 50. Villa Clara perdió ese juego 1-0, y lo perdió Freddy Asiel. El día de su retiro, en el primer juego del play off de la serie 51 frente a Granma, perdió Villa Clara 1-0, y también lo perdió Freddy Asiel. Cosas de la pelota. ¿Qué pasará cuando debute como manager?”.
¿Le devolverá la garra histórica al Villa Clara? ¿Acabará con la imagen de equipo desalmidonado que parece un fantasma sobre la grama? La espera durará hasta principios de agosto cuando Eduardo Paret Pérez se enfunde nuevamente la casaca con el número dos aunque esta vez será como director en el banquillo.