Una semana nefasta de dos derrotas ante un rival recién ascendido en España y otro plagado de suplentes en la Liga de Campeones, terminó de inesperadamente bien para el Real Madrid, que este sábado logró la victoria 1-3 en El Clásico contra el Barcelona y espantó los fantasmas, al menos por el momento.
Los blancos sucumbieron el fin de semana pasado contra el modesto Cádiz, y el miércoles el club ucraniano Shaktar Donestk les pintó la cara, en ambos casos jugando como local. Esos fracasos tocaron la moral del conjunto merengue, que salió enchufado en el Camp Nou, conscientes de que no podían permitirse otro ridículo.
Con Sergio Ramos de vuelta en once después afrontar algunas molestias físicas durante los últimos días, el Madrid recuperó el tono y la intensidad, dos factores fundamentales en un equipo que no va sobrado de fútbol ni de goles.
🗣️💬 Zidane: “After the criticism we received , we had to stay calm and united. Play when we had to play, and play the way we did today.”#HalaMadrid | #ElClásico pic.twitter.com/0bxrdyrQS2
— Real Madrid C.F. 🇬🇧🇺🇸 (@realmadriden) October 24, 2020
Si algo necesitan los blancos para salir a flote es actitud, y para su fortuna de eso no carecieron en casa del eterno rival, que ya ha dejado escapar ocho puntos en sus cinco presentaciones iniciales de esta temporada en la Liga Española.
El actual campeón doméstico atacó temprano, presionó arriba y se encontró con un regalo de las últimas líneas catalanas, que dejó pensar a Karim Benzema y dio espacio para correr a un todoterreno como Federico Valverde. El resultado fue una gran definición del uruguayo en el mano a mano contra Neto.
Solo habían transcurrido cinco minutos.
El Barcelona, sin embargo, tuvo una rápida reacción cuando el astro argentino Lionel Messi lanzó un pase a la carrera de Alba, quien puso la diagonal al centro del área. Allí esperaba el juvenil Ansu Fati, autor del gol 400 en la historia de los clásicos en todas las competencias.
El tanto terminó por asentar a los catalanes, que empezaron a mover los hilos con mayor efectividad e intención, con Messi de conductor desde segunda línea y Fati martirizando a la defensa como delantero de libre circulación por todo el frente ofensivo. Además, Coutinho y Pedri dinamizaban un ataque que pudo rendir al Madrid y no lo hizo.
Sin embargo, los blancos se sostuvieron en las manos de acero del portero Thibaut Courtois, quien frenó a Messi a los 23 minutos, luego de que el ariete argentino dejara regado a Sergio Ramos en el área.
“Esta camiseta y este escudo merece que luchemos cada partido, y hoy lo hicimos más porque sabíamos que veníamos de dos partidos difíciles, malos. Hoy le hemos metido muchas ganas y hemos corrido mucho”, dijo el arquero belga, muy seguro durante todo el encuentro.
Messi, en cambio, fue bajando las revoluciones a medida que avanzó el partido y no pesó cuando los suyos se pusieron en desventaja. En total, Messi lleva seis duelos consecutivos contra el Real Madrid sin marcar o asistir, o sea, desde el 6 de mayo del 2018 no concreta ninguna acción de gol ante los blancos.
Para el Madrid la ventaja llegó en el peor momento, quizás, cuando el Barcelona dominaba y daba la sensación de poder batir a Courtois. Sin embargo, el que terminó mirando la pelota entrar en su portería fue Neto, quien no pudo atajar un penal de Sergio Ramos. El capitán merengue ya va por 25 penas máximas consecutivas sin fallar.
La jugada de la falta fue una de las que más polémica suscitó, pues el árbitro Martínez Munuera no decretó la pena máxima de entrada, pero el videarbitraje (VAR) le sugirió que revisara un posible agarrón de Lenglet a Ramos en un tiro de esquina.
Con el segundo tanto del Madrid, el Barcelona perdió un tanto la brújula y el técnico holandés Ronald Koeman apostó por llenar la cancha de atacantes y desbalancear al equipo. Griezzmann, Dembelé, Braitwhite, Trincao, Messi, Coutinho… todos ellos chocaron entre sí en los últimos compases de un encuentro que demandó más sangre fría del entrenador.
Ya volcados al ataque y sin ningún tipo de balance defensivo, Neto se erigió en salvador, con par de atajadas ante Toni Kroos y otra contra Benzema, aunque en esta última el francés no remató con potencia ni dirección ajustada.
Llegó entonces el tercer gol del Madrid, obra de Luka Modric, quien culminó un contragolpe en el que se encontró el marco abierto para sentenciar con un derechazo. El croata entró de relevo por un lesionado Valverde, y dio tranquilidad cuando recibió una extensión del brasileño Rodrygo Goes y ante el marco abierto tras la salida del arquero Neto, definió con un remate de derecha.
Ahora el Madrid es líder de La Liga con 13 unidades y un duelo pendiente, seis puntos por delante del Barcelona, que tiene dos partidos pospuestos.
Con información de The Associated Press