Kylian Mbappé ya está fuera de la carrera por el Balón de Oro. Entre la esperpéntica actuación de Francia en la Eurocopa 2024 y el hecho de que nunca el premio individual más importante del fútbol se le ha entregado a un jugador con una máscara, casi eliminan las opciones del francés. Pero un momento, quizá esta sea una sentencia precipitada.
El ganador del Balón de Oro de la temporada 2023-2024 se anunciará a finales de octubre, aunque desde septiembre se conocerán los finalistas. Los votantes tomarán como referencia el período entre el 1ro de agosto de 2023 y el 31 de julio de 2024, o sea, queda un mes para que sucedan cosas extraordinarias, tanto en la Euro de Alemania como en la Copa América de Estados Unidos.
No se puede descartar nada, ni siquiera los escenarios más ilógicos. Imaginen que a Georgia, después de derrotar a Portugal y avanzar a octavos en su primera Euro, se le ocurra tumbar a España, Alemania, Francia y cuanto gigante se atraviese en su camino hasta la final, con Khvicha Kvaratskhelia y Georges Mikautadze en plan estelar. ¿Serían los atacantes candidatos al Balón de Oro?
Kvaratskhelia, aunque tiene el nombre enredado, es la estrella del Nápoles y probablemente alguno de los grandes clubes europeos pague una millonada para ficharlo cuando se abra el mercado este verano. Si la sigue rompiendo en los estadios alemanes y Georgia se convierte en el campeón más loco en la historia de la competición, nadie podrá cuestionar sus opciones, o las de Mikautadze, quien hasta ahora es el líder goleador del torneo.
Esto no es nuevo. Los grandes eventos suelen multiplicar las posibilidades de determinados futbolistas en la carrera por el Balón de Oro. Así lo ganó en 2006 el defensor italiano Fabio Cannavaro por su título mundial de la Azzurra, o Luka Modric con la histórica actuación de Croacia en Rusia 2018, donde llegaron a la final contra todo pronóstico.
No siempre ha sido así. El triplete de Wesley Sneijder con el Inter de Milán en 2010 y su subcampeonato mundial en Sudáfrica no le valieron para destronar a Messi, como tampoco pudo hacerlo ese mismo año Andrés Iniesta, el héroe la primera corona española en Mundiales de fútbol. Otra víctima en la lucha por el Balón de Oro fue el francés Franck Ribéry, quien obtuvo un trébol de títulos con el Bayern de Múnich en 2013, pero al final el premio terminó en manos de Cristiano Ronaldo.
Batir a Messi o Cristiano en los últimos 16 años ha sido utópico, solo Modric (2018) y Karim Benzema (2022) lo lograron. Robert Lewandowski pudo conseguirlo en 2020, pero en medio de la pandemia decidieron no entregar el premio. Antes de comenzar el reinado del argentino y el portugués, el último en ganarlo fue un excepcional Kaká con sus mágicas cabalgadas y sus asistencias imposibles en el Milán.
Precisamente, Kaká es el último brasileño con un Balón de Oro. Han pasado casi dos décadas sin un exponente de la verdeamarela en la cumbre del fútbol mundial. En ese lapso, el único que ha quedado al menos en el podio ha sido Neymar, dos veces Balón de Bronce, en 2015 y 2017. La larga racha puede acabar 2024 con Vinicius Jr., pero esta quizá también sea una sentencia demasiado precipitada.
Vini ganó Liga y Champions con el Real Madrid hace poco más de un mes y fue una de las estrellas blancas de la contienda, con 24 goles y 11 asistencias entre todas las competiciones. Los títulos colectivos y sus grandes noches europeas lo colocaron enseguida como el favorito de múltiples medios y especialistas, junto a Jude Bellingham o el alemán Toni Kross, pilares del once merengue.
Pero la euforia madridista fue apresurada. En un año de Eurocopa y Copa América no se puede simplemente pensar que los resultados a nivel de clubes son definitorios en la carrera por el Balón de Oro, y ahora se está comprobando, sobre todo con Vinicius y Bellingham; el primero con un pésimo debut frente a Costa Rica, y el segundo atrapado en la telaraña del mal rendimiento de Inglaterra.
Solo Kroos se salva desde la sala de máquinas de Alemania, donde ha impuesto su ritmo y control para liberar a Gundogan, Wirtz y Musiala. Cualquiera de ellos pudiera ser un potencial candidato al Balón de Oro si los teutones terminan siendo profetas en su tierra, aunque ahora mismo los máximos favoritos a ganar la Euro son los españoles, únicos que lograron el pleno de victorias en la fase de grupos.
En caso de que La Roja celebre el título, entonces el debate por el Balón de Oro va a ser muy polémico. ¿Nico Williams, Morata, Lamine Yamal, Rodri, Dani Carvajal, Fabián Ruiz? Son todos grandes jugadores, pero no parece que ninguno cuente con el respaldo mediático para escalar hasta la cima de las votaciones por el premio.
Por cierto, de los 16 conjuntos que quedan con vida en la Eurocopa, quizás ninguno tenga más figuras con opciones de ganar como Inglaterra. Bellingham, Foden, Kane, Palmer, Rice o Saka podrían aspirar a la corona si la rompen con su selección, pero Gareth Southgate no ha encontrado la manera de engranar esa maquinaria para que los jugadores puedan brillar individualmente. Por ahora, el único logro del técnico es ayudar a los ingleses a dormir más fácil, de hecho, cuentan que la tasa de insomnio en las islas ha bajado en estos días, mientras suben los infartos por lo mal que ha jugado la escuadra de los Tres Leones.
Otros que han dejado mucho que desear son los franceses, con un solo tanto de penal en la fase de grupos. Su otra diana fue un autogol de Austria. No alcanzan las palabras para expresar la decepción que ha provocado el once de Didier Deschamps, que si sigue jugando así no podrá acabar con la sequía de 24 años sin ganar la Euro, y tampoco podrán ayudar a Mbappé a convertirse en el primer Balón de Oro con una máscara, que ha usado tras romperse el tabique hace poco más de una semana.
Una cosa queda clara: el panorama está más abierto que nunca. A las estrellas europeas se suman los sudamericanos Fede Valverde, Lautaro Martínez, Julián Álvarez o el mismísimo arquero Emiliano Martínez, lo mejor de Argentina en lo que va de Copa América. El “Dibu”, al igual que Giorgi Mamardashvili con Georgia en la Euro, ha sido el salvador de su selección.
Todos ellos van a estar en la conversación por el Balón de Oro junto a Vinicius y Messi. Sí, no se olviden del inigualable Leo, cuya era hegemónica está cerca del final, pero todavía no ha dicho la última palabra.