En algún momento, Lucas Moura llegó de Brasil como fichaje galáctico del PSG, el club parisino de los jeques, el club de los millones. Llegaba el crack con una misión: conducir al nuevo gigante europeo hasta la cima de la Champions.
En algún momento posterior, tras intentar e intentar ganar la máxima competición del Viejo Continente, el PSG decidió que Moura no era el hombre indicado para liderar su proyecto y negociaron su salida al Tottenham.
Justo en ese momento, ninguno de los directivos del PSG –y quizás tampoco el propio Moura– imaginaron que el brasileño terminaría siendo el rostro de las portadas deportivas mundiales, tras marcar un histórico triplete que metió a los Spurs en la primera final europea desde su surgimiento.
Los jugadores de Tottenham festejan tras el tercer gol en la victoria 3-2 ante Ajax en la semifinal de la Liga de Campeones, el miércoles 8 de mayo de 2019, en Ámsterdam. (AP Foto/Peter Dejong)Moura, suplente de circunstancias en el Tottenham, se cargó al Ajax en Ámsterdam, donde ya se celebraba el regreso del fútbol total a los grandes escenarios continental. El brasileño perforó tres veces las redes holandesas, la última de ellas en el segundo conclusivo del complementario, sin aliento.
Tanto había corrido el Tottenham, tanto había peleado el Ajax, tan extenuados estaban todos, que parecía imposible una sorpresa a la altura del minuto 95, pero en las tribunas de los Spurs se ha leído mil veces aquello de “Do dare is to do”.
Y el Tottenham se atrevió, Moura se atrevió.
El partido en sí no dio pistas de que podía terminar entre semejante vértigo, porque el Ajax enfrió rápido los ánimos ingleses con dos goles y un ritmo demoledor de juego. Electrizantes triangulaciones, movimientos compactos y rápidos retrocesos frustraban cualquier esperanza del Tottenham, a quien tampoco le acompañó la suerte.
Pero mientras más empinada sea la cuesta, mayor es el empeño de este equipo, que comenzó la temporada sin fichajes y ha terminado pasando por el lado de muchos que se gastaron millones, a pesar de no contar en los partidos decisivos con figuras cruciales (Harry Kane ha visto todo el show desde la grada por una lesión).
Pero precisamente Moura, un suplente, fue el que marcó las diferencias en la eliminatoria contra el Ajax. En cuatro minutos logró par de dianas y metió el diablo en el cuerpo a los holandeses, que tuvieron sus opciones de liquidar y no las aprovecharon.
Entonces, en el descuento, llegó el drama. Tras un toque de Dele Alli, el balón le quedó a Moura, quien justo a los 95 minutos de juego pateó para vencer a Onana y tumbar al cuadro holandés.
El destino final del Ajax es injusto. Comenzaron su andadura en esta Champions el 25 de julio, en la segunda fase previa contra el Sturm Graz austríaco. Accedieron a los grupos, terminaron invictos en su llave tras competir contra el Bayern de Munich, Benfica y AEK Atenas, y luego, para rematar, eliminaron al Madrid y a la Juventus.
Sin embargo, por un segundo, por un despeje, se desviaron del camino a la final de la Liga de Campeones, seguramente la única que disputaría este grupo de jugadores. De Jong se va al Barca, De Ligt quién sabe adónde, Ziyech, Tagliafico, Tadic, Van de Beek…
Sin embargo, no se puede decir que el Tottenham no merezca el viaje a la primera final de su historia. De la mano de Mauricio Pochettino, han llegado a la final del torneo más prestigioso y veleidoso del fútbol europeo pese a no fichar, algo extremadamente inusual en un mundillo donde cada vez influye más el desembolso monetario.
Ahora los Spurs se medirán al Liverpool en una final inédita, la séptima entre dos clubes del mismo país, todas en el presente siglo.