Ante una entusiasta afición que pobló como pocas veces las gradas del estadio Pedro Marrero, la selección cubana de fútbol consiguió vencer a su similar de República Dominicana, en un partido tenso de principio a fin y que concluyó 1-0, para asegurar, de paso, el ansiado boleto a la Copa de Oro de 2019.
En encuentro correspondiente a la tercera fecha de la Liga de Naciones de Concacaf, los dirigidos por Raúl Mederos dominaron el balón durante la mayor parte del cotejo e hicieron méritos suficientes para ganar, pero sus constantes embestidas en ataque fueron neutralizadas por una zaga dominicana casi impecable –la acción del gol, proveniente de un costoso fallo, les oscureció la tarde.
La diana llegó rebasados los 80 minutos de partido, tras una internada de Roberney Caballero por derecha, quien mandó un centro raso que pifió un defensor dominicano, dejando el balón a merced de Yordan Santa Cruz, cuyo remate impoluto desató la euforia del Marrero.
Si bien el esquema táctico y el juego per se de los anfitriones no fue, ni mucho menos, una oda al fútbol vistoso, puesto que volvieron a evidenciarse lagunas en la construcción de acciones y, sobre todo, en la finalización de las jugadas, lo cierto es que los tres puntos conseguidos representan un paso enorme en el afán de crecimiento de la selección tricolor en un futuro inmediato.
Tras el partido, el seleccionador nacional Raúl Mederos reconoció la entrega de sus discípulos y destacó la gran significación que tiene para la selección clasificar a la Copa de Oro y estar en el nivel A de la Liga de Naciones: “Algunos decían que los dominicanos partían como favoritos, un criterio errado que supimos desmentir sobre la cancha”.
Sobre la comentada (no) convocatoria de Onel Hernández, posibilidad que se deshizo días antes del partido, el entrenador villaclareño aclaró que no sabe quién detuvo el proceso. “El día 2 de octubre me reuní con Luis Hernández, presidente de la Asociación, para decirle que quería contar con Onel, ahora alguien dijo que no se podía y, realmente, es una decisión que ya no está en mis manos”, enfatizó antes de agradecer el apoyo incondicional de la hinchada cubana.
Con esta victoria, la tricolor asegura su regreso a la Copa de Oro, tras ausentarse en la edición de 2017, además de soñar con la presencia –casi segura- en la primera división de este torneo, el cual le daría la posibilidad de medirse en choques de ida y vuelta a las mejores naciones de la región, dígase México, Estados Unidos, etc.
Por lo pronto, los jugadores se tomarán un período de descanso, para regresar a los entrenamientos en enero (aunque esta fecha puede estar sujeta a cambios) con la mira puesta en la visita a Puerto Príncipe y el enfrentamiento más exigente del calendario ante Haití. De cualquier manera, a la afición criolla ya nadie le quita lo “bailao” la tarde del sábado en las gradas del Pedro Marrero.