Por: Alexis Rúa Pérez
A poco más de un mes de llegar a la tierra del sol naciente, gracias a la firma de un contrato para jugar con la organización de los Gigantes de Yomiuri, Héctor Manuel Mendoza Ripoll ve su horizonte poblado sueños, con un solo camino, el trabajo y el esfuerzo diario.
El prometedor serpentinero de la Isla de la Juventud, se presentó junto a otros atletas cubanos ante un grupo de especialistas nipones hace apenas unos 3 meses, y sin perder mucho tiempo la directiva de la franquicia quiso tenerlo en sus filas, atendiendo a sus notables condiciones.
Como detalle novedoso y por las intenciones a largo plazo de los japoneses con Mendoza, Carlos Soto Soto, su principal entrenador en Cuba, también fue trasladado a trabajar de conjunto con el muchacho y los técnicos del Yomiuri, una decisión que deja aún mayores dividendos al béisbol cubano.
Luego de una extensa jornada de entrenamientos Héctor conversó con OnCuba sobre su experiencia en el béisbol japonés.
“El nivel es altísimo, todos los jugadores están muy bien preparados y saben que tienen que hacer en cada momento, pues el pensamiento técnico táctico y la concentración aquí son prioridad en la preparación.
“La disciplina es el otro aspecto en el que son muy reiterativos y exigentes, el respeto y cumplimiento de los horarios para toda actividad aquí es sagrado, a mí me ha ayudado mucho sobre todo para planificarme mejor el tiempo de trabajo e incluso el libre.”
¿Qué características tienen los entrenamientos?
“Son muy físicos, se trabaja bastante con las pesas pero con mucha planificación y distribución, el énfasis mayor está en las fortalezas de las piernas, y como se conoce el control sobre todos los lanzamientos, virtud que caracteriza al béisbol japonés.”
¿Qué los diferencia de las jornadas en Cuba?
“Aquí son más largos, he llegado a tener 12 horas de entrenamiento, al principio era extenuante para mí, no tengo esos hábitos, pero poco a poco he asimilado bien el trabajo y he visto los resultados sobre el box.”
¿Cómo te has sentido sobre la lomita?
“Bien, estoy lanzando aún en el segundo equipo de la organización como relevista y me ha ido bastante bien, aunque no estoy con mi velocidad habitual, la máxima que me han marcado es 149 km/h unas 92 millas, pero eso es consecuencia de la adaptación al sistema de entrenamientos, me han dicho que poco a poco iré llegando; paciencia y trabajo son las claves aquí.”
Su juventud viene acomodada con una mesura poco habitual en muchachos de su edad, algo que desde el primer momento llamó la atención a los japoneses, que ven en Mendoza un futuro promisorio para el staff de la franquicia más exitosa de la liga nipona. En seis salidas Mendoza ha lanzado 11 entradas y dos tercios con 2 carreras limpias, 5 imparables y 8 ponches para un promedio de 1.50.
¿Ha sido difícil el periodo de adaptación?
“No. Uno siempre extraña su tierra, su familia, sus costumbres, pero acá han sido muy atentos conmigo, son excelentes personas y todo el tiempo tratan de que me sienta lo mejor posible, ello ha influido positivamente en mi preparación.
“Tampoco he tenido problemas con las comidas, son deliciosas, aunque en mi caso es un punto medio entre las suyas y las occidentales, es una cultura novedosa para mí, pero me siento bien conociéndola y no me ha sido complicado adaptarme”.
¿Qué ha mejorado en Héctor Mendoza durante este tiempo?
El pensamiento sobre el box, la confianza en mis lanzamientos y la concentración, he visto mejoría en todos los aspectos, pero aún necesito seguir trabajando en algo tan importante como el control y en incorporar la recta de 4 costuras para aumentar mi velocidad; siento que día a día voy superándome y eso me impulsa a seguir, espero regresar siendo mejor lanzador para ayudar a los Piratas de La Isla en todo lo que pueda.