Joan Carlos Pedroso se convirtió en el noveno jugador en alcanzar la cifra de 300 cuadrangulares

Joan Carlos Pedroso

Joan Carlos Pedroso

Foto: Ricardo López Hevia

Durante 22 años se jugó con bate de aluminio en la pelota cubana, trayecto bien largo que aprovecharon nuestros toleteros para implantar una etapa de terror en la cual, no obstante, varios lanzadores sobresalieron gracias a su excelsa calidad.

Aún así, se tornaba muy complicado escapar entre semejante poder ofensivo, protagonizado por sluggers tan reconocidos como Orestes Kindelán, Antonio Pacheco, Pedro José Rodríguez, Lázaro Junco, Juan Carlos Millán, Pedro Medina, Reinaldo Fernández, Omar Linares, Luis Giraldo Casanova y otro sinfín de toleteros.

Sin embargo, muchos de esos dioses del jonrón no alcanzaron la mítica cifra de 300 cuadrangulares en nuestros clásicos beisboleros, privilegio reservado, hasta hoy, para ocho hombres, con Kindelán al frente, quien despachó 487 batazos de vuelta completa. Al “Tambor Mayor” lo escoltaron Junco (405), Linares (404), Antonio Muñoz y Romelio Martínez, ambos con 370, Casanova (312), Gabriel Pierre (306) y Julio Germán Fernández (302).

Y digo hasta hoy porque el tunero Joan Carlos Pedroso se convirtió en el noveno jugador en arribar al selecto club, luego de desaparecerle la Mizuno a Jonder Martínez en el Cristóbal Labra, uno de los escenarios más complicados para él, pues solo ha conectado allí siete vuelacercas a lo largo de su carrera.

Probablemente, el inicialista será recordado por sus sonados fracasos con la selección nacional, ya que nunca logró consolidarse pese a sus enormes condiciones. La mala fortuna y la excesiva presión sobre sus hombros lo limitaron siempre con el traje de las cuatro letras, aunque en los torneos nacionales ha sido todo un azote, crédito que jamás se le podrá negar.

Para tener una idea de su progresión, Pedroso largó con bate de aluminio solo seis de sus bombazos en las dos primeras temporadas que jugó, y en las dos siguientes tampoco impresionó con apenas 13, pero después ha aumentado su proyección hasta convertirse en indetenible, siempre por encima de los 15 bambinazos y con ocho campañas superando los 20.

De sus cuadrangulares el 62% han sido con corredores en base, el 57% por el jardín izquierdo, no tiene piedad los fines de semana con 136 entre viernes y domingo y su parque predilecto, además del Julio Antonio Mella (130) tunero, es el Nguyen Van Troi de Guantánamo (17).

Ahora su meta es sobrepasar a Casanova —se encuentra a 12— y ascender al sexto puesto de la lista histórica, sin dudas un honor que compensaría de cierta forma todos los fracasos en la arena internacional por los que ha sido tan criticado.

Pedroso, de 33 años, nació en Matanzas pero desde pequeño se trasladó a Las Tunas, donde desarrolló su carrera en el béisbol. Es un pelotero humilde, reservado, distinguido por la disciplina, capaz de asumir el liderazgo de su plantel y con excelente sentido del humor, reconocido además de su poder por una excelente defensa del primer cojín.

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