Decir Jorge Fuentes en Cuba es sinónimo de triunfo, liderazgo innato, coherencia de pensamiento, amor a la Patria, optimismo sin límites, sin embargo el paralelismo más certero se ciñe a una palabra mágica: béisbol, esa que nos quita el sueño los 365 días del año.
Fuentes, nacido el 16 de enero de 1950 en el poblado pinareño de San Cristóbal, es por mucho el manager más ganador de la historia del béisbol cubano, avalado por un palmarés de leyenda que incluye cinco títulos en Series Nacionales y cuatro en Selectivas, además de dos cetros en Copas Mundiales y otros tantos en Juegos Olímpicos, específicamente en Barcelona-1992 y Atlanta-1996.
El destino y los discretos resultados de la Mayor de las Antillas en los últimos siete años en el panorama internacional se conjuraron para su designación como jefe técnico de la selección nacional, hecho que en su momento brindó tranquilidad y sosiego a la fanaticada beisbolera cubana, de cara a los venideros torneos foráneos.
Realmente me siento muy contento y orgulloso por haber vuelto a la dirección del equipo Cuba, expresó Fuentes, mentor más victorioso de los certámenes domésticos con 1 517 victorias.
En nuestro periplo por tierras nicaragüenses, con motivo del tope beisbolero Cuba-Nicaragua, Fuentes sentó cátedra en cada momento del día -léase en el desayuno, los entrenamientos, las charlas técnicas con los jugadores, o en cualquier conversación informal de pasillo, donde fuere-, con sus memorables anécdotas del pasado eterno y sus ilusionantes proyecciones para el equipo de Cuba, siempre mirando de reojo, cual astuto infante, el III Clásico Mundial de béisbol de marzo de 2013.
¿El Clásico? –se cuestionó-, por supuesto que podemos ganarlo. La tarea es compleja pero no imposible, en la vida hay pocos imposibles. Hay que trabajar duro, adelantarnos en la preparación, utilizar las nuevas tecnologías, ampliar la gama de estadísticas para el estudio minucioso de los rivales e incluso profundizar en las fortalezas y debilidades de nuestros propios jugadores. Nunca asumo una tarea sin pensar en la victoria, es que soy el ser más optimista de todos los optimistas, apostilló el imperturbable estratega pinareño.
Para elevar el nivel de los jugadores cubanos existen varias vías, una de ellas es topar internacionalmente con equipos de primer nivel, que continuamente aporten situaciones nuevas y complejas para lograr en nuestros peloteros soluciones más eficaces a cada jugada, y así volver a adaptarnos a definir con éxito los momentos cruciales de los partidos y los campeonatos, sentenció.
La próxima parada de Jorge Fuentes y el béisbol cubano será el exigente tope bilateral contra Estados Unidos, del 5 al 9 de julio próximo, el primer termómetro caliente para Fuentes con vistas al Clásico Mundial.