Milaimys de la Caridad Marín es una de las mejores exponentes de la lucha cubana en la actualidad. Su carrera siempre ha ido en ascenso. En 2018 ganó los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires y al año siguiente se coronó en el Mundial sub-23 de Budapest, donde se convirtió en la primera luchadora antillana con un título del orbe en cualquier categoría.
Por su historial y su calidad, sorprendió un poco que no lograra ganar la medalla de oro en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, donde quedó en bronce. “Estaba entrenando y otra luchadora me metió sin querer los dedos completos en los ojos. Tenía las uñas largas. Me los desgarró”, comentó Marín en una entrevista poco antes de aquella lid regional.
La lesión requirió una intervención quirúrgica que limitó casi por completo sus entrenamientos antes de los Juegos. Esa deuda la arrastró hasta los colchones y al final no pudo llevarse una medalla de oro que en otras circunstancias era segura. Tras aquel episodio, no se vino abajo, al contrario, aumentó el ritmo y en septiembre culminó quinta en el Campeonato Mundial de Belgrado, donde logró su clasificación olímpica a París 2024.
Pero después de esa prueba le quedaba una deuda: darle un título a Cuba en una cita multideportiva. Los Panamericanos de Santiago de Chile aparecían en el horizonte y Marín se esforzó por llegar a plena capacidad para subir a lo más alto. Eso fue evidente en el Centro de Entrenamiento Olímpico de la capital chilena, donde se convirtió en la cuarta mujer cubana con una corona en la historia de la lid continental.
En la división de 76 kilogramos, Milaimys llegó este viernes hasta la final, luego de arrasar sin piedad a todas sus contrincantes en las fases previas. La antillana marcó 28 puntos y no recibió ninguno entre la primera ronda y la semifinal, en las que derrotó por su orden a la argentina Linda Machuca (10-0), a la canadiense Shauna Kuebeck (10-0) y a la venezolana María Acosta (8-0).
El examen decisivo fue mucho más exigente contra la talentosa colombiana Tatiana Rentería, medallista de bronce en el Mundial de Belgrado 2023, donde Marín ocupó la quinta posición. Teniendo en cuenta el alto nivel de ambas, actuaron con cautela durante los primeros tres minutos, en los que se dedicaron a estudiarse y tantear fuerzas antes de cualquier embestida.
Marín desarrolló un combate muy inteligente, velando por un descuido de su rival que encontró justo al inicio del segundo período, cuando realizó un ataque a las piernas para conseguir una proyección de cuatro puntos. Esa acción le dio ventaja de 5-0 a la cubana, que se dedicó entonces a proteger la renta frente al ímpetu de la colombiana, desesperada por remontar.
Rentería recortó distancias a cuentagotas, provocó dos amonestaciones para la antillana, pero al final se quedó corta y perdió por cerrado marcador de 5-4.
“Es una rival de calidad, medallista mundial. Somos dos luchadoras muy fuertes, nos hemos enfrentado varias veces y he apostado siempre por la misma táctica. Sabía que me podían marcar la pasividad, por eso me decidí a ejecutar la acción para tratar de anotar más puntos”, dijo Marín a la prensa acreditada luego de pasear con la bandera celebrando la victoria.
Milaimys fue la única medallista de oro cubana en la jornada de la lucha, aunque otros cuatro exponentes de la isla también subieron al podio. Laura Herin (53 kg) y María Santana (62) ganaron sendas preseas de plata tras caer en la discusión de la corona ante la ecuatoriana Lucía Yepez y la brasileña Lais Nunes, respectivamente.
Herin se vio demasiado pasiva contra una rival muy intensa, que salió a morder desde el mismo inicio del combate. Yepez, campeona mundial Sub-23 hace dos años y monarca panamericana de la disciplina esta misma temporada, logró ventaja de seis puntos que la cubana no estuvo ni cerca de remontar.
Más rápido fue el trance de Santana contra la brasileña Nunes, quien ganó por pegada en muy poco tiempo. Esta fue la última presentación de una luchadora cubana en Santiago, donde se ha logrado la mejor actuación histórica: dos medallas de oro, dos de plata y una de bronce.
En cuanto a títulos, Cuba igualó su récord, implantado en Guadalajara 2011, cuando Katherine Videaux y Lisset Echevarría se coronaron. Respecto al total, el equipo femenino conquistó cinco medallas y superó su mayor cosecha, lograda en Toronto 2015 (dos platas y dos bronces) y en Lima 2019 (una plata y tres bronces).
Cuba también tuvo acción este viernes en la lucha grecorromana, aunque Kevin de Armas (60 kg) y Yosvani Peña (77 kg) quedaron en plata y bronce, por ese orden.
De Armas avanzó hasta final tras vencer al chileno Cristóbal Torres (8-0) y al venezolano Raiber Rodríguez (7-1), pero en la discusión del cetro no pudo con el uzbeco-estadounidense Ildar Hafisov, quien se impuso 7-5 en un cerrado combate que llegó a estar 7-0. El cubano no se rindió y estuvo cerca de completar la remontada, pero murió en la orilla.
Peña, por su parte, perdió en su primera pelea contra el norteamericano Kamal Bey, a la postre campeón. No obstante, el cubano fue al repechaje y ganó dos combates para llevarse el bronce.
Hasta el momento, la lucha ha ganado 12 medallas (cuatro de oro, cinco de plata y tres de bronce) y marchan en la segunda posición, solo superados por Estados Unidos (7-2-1). Para el cierre de la competencia este sábado saltarán al colchón los campeones del último Mundial, Gabriel Rosillo (97 kg) y Luis Alberto Orta (67 kg), así como Oscar Pino (130 kg) y Daniel Gregorich (87 kg).