La capital cubana, una ciudad por cuyas calles hace veinte años circulaban más bicicletas que vehículos automotor, se sumó el domingo 3 de junio al Primer Día Mundial de la Bicicleta, decretado por la ONU en abril pasado.
Con esta declaración, las Naciones Unidas estimulan a los Estados miembros a promover el uso de la bicicleta; y a que presten “una atención especial” a este medio de transporte en sus estrategias y políticas de desarrollo.
En Cuba la fecha coincidió con Bicicletear La Habana, una masa crítica que se realiza el primer domingo de cada mes desde hace un par de años.
Se trata de un tipo de evento que ocurre en numerosas ciudades del mundo, con el objetivo de dar a conocer las ventajas que aporta la bicicleta. Esta reduce notablemente las molestias que causa el tráfico motorizado; a saber, ruido, contaminación, embotellamientos, inseguridad… Además de ciclistas también suelen participar patinadores.
En su nota, la ONU declara que “ve con buenos ojos” estas iniciativas.
“Esto invitará a los más prejuiciosos en Cuba a mirarla diferente”, dice Yasser González, principal organizador del evento, quien considera que el hecho de que haya un Día Mundial para la bicicleta, es “un reconocimiento, [y] dice a la gente y sus gobiernos que es una causa legítima y una alegría por la cual celebrar y trabajar”.
Bicicletear La Habana ha creado una red de contactos a través de Facebook. Cada edición tiene su convocatoria, cuyo impacto ha ido en ascenso mes tras mes. La ruta, a veces planificada y otras improvisada, esta vez cubrió 24.6 kilómetros, con una duración de 2 horas. Participaron grupos de ciclismo como Jíbaro MTB, Citykleta, familias con niños, y negocios de renta de bicicletas, sumando un centenar de personas.
¿Por qué moverse en bicicleta? Según la ONU, porque es “un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud”. Además, entienden que “la relación entre la bicicleta y su usuario fomenta la creatividad y la participación social; asimismo, permite al ciclista conocer de primera mano el entorno local”.
La bicicleta transmite “un mensaje positivo para fomentar el consumo y la producción sostenibles; además, repercute beneficiosamente en el clima”, dice la declaración.
Otro de los propósitos de esta campaña es invitar a los Estados a mejorar la seguridad vial y a integrarla en la planificación y el diseño de infraestructuras sostenibles de movilidad y transporte, en particular mediante políticas y medidas dirigidas a garantizar la seguridad peatonal y la movilidad en bicicleta.
En Cuba los accidentes de tránsito son la quinta causa de muerte; y la primera en niños y jóvenes entre 15 y 29 años.
“Nosotros seguiremos mostrando nuestro amor por la bicicleta cada mes. Quizás, un día algo cambie”, añade Yasser, ciclista hace 9 años y quien promueve este evento en una ciudad con importantes problemas de transporte y ruido.
El próximo 1ro de julio se vuelve a pedalear en La Habana.