Por alguna extraña razón y pese a una tremenda tradición, los equipos cubanos de atletismo nunca han ganado un título en el triple salto de los Juegos Olímpicos en ninguno de los dos sexos. Es un misterio difícil de resolver y que se mantendrá en suspenso al menos por otros cuatro años si de la rama femenina hablamos, pues Leyanis Pérez y Liadagmis Povea quedaron fuera del podio en París 2024.
Ante la ausencia conocida desde hace meses de la venezolana Yulimar Rojas, lesionada, Leyanis era una de las grandes candidatas al trono en la Ciudad de la Luz, pero una nube de dudas y otra de lluvia se instalaron sobre su cabeza y ni siquiera le permitieron entrar en el cuadro de medallistas.
La pinareña, líder de la Liga de Diamante en la presente temporada, terminó quinta con registro de 14.62 metros, muy por debajo de sus posibilidades reales y de sus récords en los últimos 18 meses. Solo en este 2024, al menos en siete competencias Leyanis superó su marca de París, lo que habla claramente del abismo en que cayó en la lid bajo los cinco aros.
Con el ceño fruncido, la cara trancada y la mirada perdida, a Pérez se la tragó la presión en Saint-Denis, donde para colmó diluvió justo a la hora de la final del triple. Ese factor, que dificultó todavía más las ejecuciones de las concursantes, sacó de circulación a Leyanis, descoordinada y sin fuerza ni despegue en el tramo final de sus ejercicios. Su vuelo simplemente se apagó…
La secuencia de la vueltabajera quedó muy por debajo de las expectativas: 14.62-14.12-14.50-14.37-14-42-foul. Tan gris fue su tarde-noche en París que ni siquiera pudo alcanzar en la tercera posición a la estadounidense Jasmine Moore (14.67), la medallista de bronce que menos ha saltado en la historia del triple en Juegos Olímpicos.
Tampoco pudo Leyanis con Liadagmis Povea (14.64), quien comenzó con serios problemas en su carrera de impulso y su ataque a la tabla, aunque después logró corregir y encontrar cierta estabilidad que le permitieron coquetear con el bronce. Sin embargo, nadó y murió en la orilla, a solo tres centímetros de Moore.
El evento se definió con un salto de otra competencia. Thea Lafond, en medio de un mar de registros insignificantes para una final olímpica, logró un 15.02 en su segundo intento, con una ligera brisa en contra y justo antes de que comenzara a llover. La chica de Dominica aprovechó el momento exacto y clavó los pinchos más lejos que nadie en lo que va de 2024.
De esta forma, Lafond se convirtió en la primera medallista en la historia olímpica de Dominica, que en París desembarcó con solo cuatro atletas.
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