Latidos olímpicos: puños encontrados, marsellesa en piscina y gimnastas galácticas

Cuba no carbura con ritmo en el inicio de París 2024, donde los franceses ya celebran desquiciados los triunfos de Leon Marchand, mientras Estados Unidos presume de sus Dream Team en la gimnasia artística femenina y el baloncesto.

Julio César La Cruz (izquierda) dio la primera sorpresa negativa para la delegación cubana en París. Foto: Ricardo López Hevia.

Poco más de 1 050 kilómetros separan a Madrid de París, pero cuando se es un amante empedernido del deporte cualquier distancia parece poca y el circuito establecido entre móvil, ordenador y televisor semeja la secuencia de rotación por los diferentes aparatos del Bercy Arena parisino, donde las gimnastas estadounidenses, con la galáctica Simone Biles en calidad de portaestandarte, dominaron las eliminatorias del concurso por equipos (172.296) en una lección magistral de redención olímpica.

El boxeo es patria y orgullo

Para la legión que viste los galones de Cuba, la jornada de este 28 de julio estuvo marcada por la derrota. Algunas en el plano de lo previsto; otras, como la del púgil Julio César La Cruz (92 kg), con matiz de inesperada. Ni los gurúes de Sports Illustrated, quienes revestían de oro los guantes del doble titular bajo los cinco aros camagüeyano, presagiaron su pronta eliminación en un pleito rocoso y por votación dividida 2-3 de manos del también fraguado en la escuela antillana y nacionalizado azerí Loren Berto Alfonso.

París 2024: Cuba pierde uno de sus “oros seguros”

Unos nueve minutos de sensaciones encontradas, pero con la satisfacción de que el boxeo de nuestro país sigue gozando de prestancia a cualquier nivel. Loren Berto, quien ya se había vestido de bronce en la división de 81 kg en Tokio 2021, seguirá en la ruta de podio, por la cual también transita otro hijo de la mayor de las Antillas, el español Enmanuel Rodríguez Pla, victimario 4-1 del chino Han Xuezhen.

No en balde Alfonso declaró que La Cruz es su ídolo de siempre, que sabía sería un combate sumamente difícil, pero que su victoria y prácticamente todo lo aprendido como boxeador se lo debe a la escuela cubana. Y en el día de su cumpleaños se regaló una importante victoria.

Yo me quedo con el abrazo entre Loren Berto y La Cruz, con el reconocimiento y respeto mutuo, me quedo con la estela de Orlandito Martínez, Regüeiferos, Stevenson, Savón, Balado, Kindelán, Rigondeaux, Gamboa, Vinent, Ariel Hernández, y tantos otros, aunque los puños de muchos resuenen en otras latitudes. No importa si el ring está en la París Norte Arena, en el Madison Square Garden o en el Coliseo de la Ciudad Deportiva… el ADN del boxeo cubano resuena y ese prestigio bien ganado es razón de fuerza mayor, es patria y es orgullo.

Loren Berto Alfonso (izquierda) mostró mucho respeto por la escuela cubana de boxeo. Foto: Ricardo López Hevia.

Cuba no carbura con ritmo en el inicio

La remera Yariulvis Cobas (single sculls) tampoco pudo hacerse justicia en la repesca de su modalidad. Al cruzar tercera la línea de sentencia en su heat con crono de 8:10.97 minutos, tuvo que conformarse con acceder a las semifinales E o F, en busca de los puestos de consuelo.

La misma suerte aciaga corrió en su debut la fusilera espirituana Lisbeth Hernández en el rifle de aire a 10 metros. Sus tiradas de 624.7 unidades, con series de 103.2, 104.5, 104.3, 104.2, 104.3 y 104.2 le merecieron el puesto 36, distanciada de las ocho finalistas, relación que con récord olímpico incluido de 634.5 comandó la sudcoreana de apenas 16 abriles Hyojin Ban. ¡Vaya manera de debutar a este nivel!

Y al parecer a las sudcoreanas se le dan los récords olímpicos como a la industria televisiva de esa nación asiática las novelas K-Drama. Lo digo porque en la final de pistola de aire a diez metros Jin Ye Oh pulverizó la anterior primacía de 240.3 para estas instancias, elevándola hasta 243.2. menuda manera de empuñar de esta otra imberbe de 19 primaveras.

Ya lo habíamos comentado, el brasileño Hugo Calderano se antojaba un muro infranqueable para el tenimesista cubano Andy Pereira, quien sucumbió por cuarta ocasión ante el actual número seis del ranking mundial. La pizarra 0-4 (9-11, 7-11, 8-11, 4-11) reflejó el dominio del exponente del gigante sudamericano, uno de los candidatos a pugnar incluso por preseas en la lid individual masculina.  

Andy Pereira: santo y seña del tenis de mesa cubano

En la Défense Arena, donde Aquaman y sus descendientes mortales han tomado posesión de los carriles, el estreno de Andrea Becali en los 200 metros estilo libre estuvo signado por el número ocho. Ese fue justamente su carril y esa también su ubicación en el cuarto heat eliminatorio. Becali cronometró 2:03.38 minutos que solo le valieron el puesto 21 entre las 31 inscritas en la prueba, y distantes no solo del 1:55.79 de la australiana Mollie O’Callaghan, quien comandó la clasificación, sino también de los 2:00 y fracción que traía como mejor registro de inscripción.

La Marsellesa a brazada limpia

Si alguna apuesta segura tenían los anfitriones galos en las albercas era la de Leon Marchand. Y sus brazos levantando a la multitud tras ganar los 400 combinados individuales no defraudaron. Hablamos del recordista universal, quien ejerce un dominio prácticamente absoluto desde la temporada 2022 en lo que a 200 y 400 metros combinados respecta. Ahora, el doble as del orbe en Budapest 2022 y Fukuoka 2023 nadó a placer, como si de cada orilla de la piscina le tiraran una pértiga que acelerase su técnica en cada uno de los cuatro estilos. Desde las gradas seguramente Michael Phelps lo aplaudió respetuoso, pues el galo quebró su primado de 4:03.84 minutos y lo fijó en 4:02.95, a solo 45 centésimas del récord universal absoluto que ostenta.

Eso sí, Marchand se ha fraguado codeándose con los mejores, en las albercas estadounidenses de la Universidad Estatal de Arizona. Tal fue su dominio que, pese a deshacerse en esfuerzos el nipón y plateado Tomoyuki Matsushita, entró nada más y nada menos que con 5.67 segundos de diferencia, cuando ya el público había perdido la voz en vítores y Marchand hasta un croissant se había merendado.

El nadador francés Leon Marchand en acción durante la final de los 400 metros combinados en los Juegos Olímpicos de París 2024. Foto: Franck Robichon/EFE.

Las galácticas de los mortales y giros

Simone Biles es otra historia. Es como una suerte de ser sobrenatural de 1.42 metros de estatura que los dioses de la gimnasia artística colocaron en la tierra. Hablamos de una atleta que tiene inscritos cinco ejercicios bajo su nombre en el Código de la Federación Internacional, y que llegó al Bercy de la Ciudad Luz en busca de redención. No en balde tantas celebridades se dieron cita en la abarrotada sala para deleitarse con sus filigranas y los de sus coequiperas Sunisa Lee, reina defensora del concurso de All Around, y Jordan Chiles.

De hecho, hicieron el uno, tres y cuatro en lo que a máximas calificaciones de la ronda preliminar se refiere, a razón de 59.556 Biles, 56.132 Lee, y 56.065 Chiles.

Biles andaba seria, como si sobre ella pesara un rascacielos de sensaciones. El dominio era irrefutable, la técnica impoluta, la gracia no pareciera la de un androide con leotardo desdibujando piruetas a placer en la tierra. Nadie diría, luego de sus 14.733 puntos en la viga de equilibrio, que tres años antes se había despedido de Tokio en ese mismo aparato, renuncia que marcó además dos años alejada de los gimnasios y que constituyo una de las mayores alertas lanzada por un deportista de élite sobre los problemas de salud mental que pueden acusar.

De vuelta al ruedo, solo la curtida brasileña Rebeca Andrade (57.700), subtitular del concurso de máxima acumuladora y reina precisamente en la viga de equilibrio en Tokio, presentó cartas credenciales de oponente de cuidado extremo a las norteñas, secundadas de conjunto por Italia (166.861), China (166.628) y las propias auriverdes (166.499).

Simone Biles, de Estados Unidos, en la viga de eqyuilibrio durante las clasificatorias de las competencias de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de París. Foto: Anna Szilagyi/EFE.

Si de galácticos van estas líneas, mención aparte merece el Dream Team de baloncesto de Estados Unidos. No es normal que ante un conjunto como la Serbia de Nicola Jokic y compañía, Kevin Durant lance para un 8-8 de campo, con 23 puntos en modo “Durántula depredadora”, comandando los galones de su armada y secundado por Lebron James (21), quien al parecer se bañó de pequeño con Obelix en la poción de Panoramix.

Vaya demostración la de los estadounidenses, que a partir del segundo cuarto ya controlaban el partido, liquidado con pizarra de 110-84. Sin precipitaciones y con las Air Jordan sobre la tierra, este equipo tiene pinta de contendiente al cetro.

Puntería sudcoreana

Lo de la puntería en Sudcorea es cosa seria. Es como si en la escuela primaria practicar tiro o tiro con arco fuese de las extraescolares más atractivas. Eso sí, con el perdón del señor taekwondo. Resulta que las chicas del tiro con arco se las ingeniaron para derrocar in extremis 5-4 a sus similares de China. Nada, que las “Mulán” del gigante asiático no pudieron impedir la toma del Palacio del Emperador por parte de las sudcoreanas.

En esta misma especialidad, el trío mexicano de Ana Vázquez, Alejandra Valencia y Ángela Ruiz dispuso por el bronce con contundencia 6-2 de las holandesas.

Esa fue una de las notas más notorias aportadas por deportistas latinoamericanos en la fecha competitiva dominical, redondeada con el rendimiento de la gimnasta colombiana Luisa Blanco, quien con 51.698 accedió por derecho propio a la final del All Around individual femenino.

Las aguas turbias del Sena

Y el glamoroso río Sena sigue dando de qué hablar. En esta ocasión las lluvias de las últimas jornadas han enturbiado sus aguas, a tal punto que las prácticas de triatlón y aguas abiertas de la natación previstas para realizarse durante la jornada tuvieron que suspenderse.

Dichos concursos estaban agendados de la siguiente manera: natación del triatlón, el 30 de julio para los hombres, el 31 para mujeres y el 5 de agosto para el relevo mixto.

En tanto las modalidades de aguas abiertas femenino y masculino se efectuarían el 31 y el 5 de agosto.

Latidos olímpicos: barcos, banderas, fuego…

En lo particular, apoyo la estrategia de estos Juegos de convertir a los lugares más emblemáticos de la capital francesa y sus inmediaciones en escenarios protagónicos. Solo que en el caso del río, deberían existir garantías plenas y amén de que las administraciones francesas han invertido 1.400 millones de euros desde 2016 en un ambicioso plan para mejorar la calidad del agua y posibilitar a partir del verano de 2025 el baño en el tramo del río que atraviesa París, este deseo desde hace más de un siglo no pasa de ser una quimera.

Y estas líneas llegan a su fin, como la estocada dorada de la floretista estadounidense Lee Kiefer o del espadista nipón Koki Kano, con nombre peculiar, pero no tanto como el Yokasi Maogo, el cual la edición de la televisión usó para identificar a una nadadora nipona. Todo al parecer fue una broma, porque la ondina en realidad se llama Mizuki Hirai.

La pugna en París apenas comienza, las potencias deportivas lanzan dentelladas y el incipiente medallero tiene en el top cinco de privilegio precisamente a los del imperio del Sol Naciente (4-2-1), secundados por los aussies (4-2-0), los de las barras y las estrellas (3-6-3), los anfitriones (3-3-2), y los duscoreanos (3-2-1). China (3-1-2) acecha, nadie ponga en duda que al término de la fiesta bailarán su Wu-Shu con poderío.

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