A inicios del mes de abril, una dotación cubana de lucha libre de poco más de 10 miembros viajará rumbo a Estados Unidos. Será el primer vuelo de un total de tres durante el 2015. Tal vez la mayor cantidad en un año natural en la historia.
Cruzar el Mar Caribe no constituye obra de la casualidad. El sudor continuo y el esfuerzo perpetuo está latente en esta aventura. Meses antes tuvieron que agarrar y aguantar bien duro para tener esas visas en su poder.
Los exponentes de este estilo cerraron cuartos en la cita planetaria de Taskent, Uzbekistán, en 2014, logro que supuso su clasificación a la Copa del Mundo por equipos de Los Ángeles, el 11 y 12 del citado mes. Un evento donde las grandes potencias de la disciplina se darán la mano y con ellas propias se estrellarán contra el colchón.
Cuba viaja con las valijas llenas de aspiraciones y ambiciones. Y ello no lo oculta el entrenador principal de esta modalidad, Julio Mendieta, que tan solícito como siempre no dudó en dejar claro que la lucha es con los americanos.
Los antillanos, anclados en el grupo A, tienen además como compañeros de lote a Mongolia (sexta en la lid ecuménica) y a Rusia (primera). Y con estos últimos, ni pensar. Su calidad está un tanto por encima, en un torneo que clasifica de forma directa a los líderes de cada pool a la final, mientras que los segundos discuten el bronce con su par de la agrupación B.
El avezado preparador ya contempló el caché de nuestros vecinos del norte en el Internacional Granma Cerro Pelado, donde sus chicos fueron vencidos en casi todos los “topes”, y simplemente un exgimnasta, Reineris Salas, pudo con un salto acrobático –mortal doble- esquivar la pared y hacer de las suyas en el centro del podio.
Alcanzar únicamente un título, ante su público, con el delirio de su gente, no preocupó a Mendieta, conocedor de que su grupo solo sumaba unas pocas semanas de adiestramiento y la lid se miró con ojos futuristas.
No obstante, algo que también asegura, el glamour estará presente en la comitiva. Mencionar en un mismo listado a cinco medallistas planetarios no significa juego de niños ni nada fácil de digerir para los contrarios.
Liderados por Reineris Salas (86 kilogramos), doble subcampeón en reuniones del orbe, y Liván López (74), multipremiado universal y bronce olímpico, se unen a la tropa los terceros mundiales Javier Cortina (97) y Yowlis Bonne, quien ahora concursará en los 57 kilos para adaptarse a la categoría olímpica.
Completan la nómina Maikel Pérez (61) y Andy Moreno (70), este último número tres en Bakú-2007, Franklyn Marén (65) y Eduardo Mesa (125).
A Mendieta no le tembló la mano para hacer cambios con respecto a sus anteriores disquisiciones. Deja en casa a Alejandro “Calabaza” Valdés, otrora primera figura de los 65, pues deben “trabajar con el joven capitalino desde el punto de vista sicológico, tras su derrota en la final de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz ante el boricua Franklyn Gómez”, expresó.
Las posibilidades, dejó entrever, de alcanzar de forma colectiva el podio está latente. El trabajo diario se dirige hacia esa meta, aunque se avizora una ardua tarea, que supone la antesala de compromisos igualmente trascendentales. Uno de ellos, el principal del movimiento deportivo de la Isla en este período, los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, del 10 al 26 de julio venidero.
Dos y tres: de ida y vuelta
La Copa del Mundo de Los Ángeles resulta la primera parada en suelo estadounidense. Un tope bilateral en mayo en Nueva York y el Mundial de Las Vegas, del siete al 12 de septiembre, también cambian la vista al norte.
De acuerdo a la información suministrada por Eduardo Pérez Téllez, comisionado nacional, en el dual meet amistoso en la Gran Manzana se prevé la presencia de varias de las divisiones olímpicas: 57, 65, 74, 86, 97 y 125 kilogramos entre los hombres; 48, 55, 60 y 69 para las mujeres, y representantes de 66 y 85 en el estilo clásico.
Según el directivo, este duelo ayudará en la preparación rumbo a la cita continental canadiense, y será un modo de atraer a los seguidores del deporte en ambas naciones, pues lidiarán varios atletas insertados en la elite universal.
Además, dijo, constituirá un paso más en pos de alcanzar el modelaje competitivo exacto para encarar el torneo en la “Ciudad del Pecado”, donde el objetivo será, primero, ir con equipo completo -si la situación económica lo permite-, y dos, igualar o superar lo alcanzado en Taskent, algo en extremo complejo si nos atenemos a la paridad existente en la actualidad.
Así las cosas, el panorama se vislumbra engorroso, desde lo competitivo, pero agradable, en cuanto al roce internacional. Un año repleto de sueños, de combates, de labor y de sensaciones excelsas que de seguro tocarán nuestras puertas en este largo trayecto de casi seis meses. Debido a ello, no quedan dudas en que tackles y desbalances llegarán por arrobas desde arriba y en cuatro puntos.